La reforma fiscal y la conferencia del PSOE

La socialdemocracia no acaba de ser creíble cuando hablamos de lo que podemos considerar como "la prueba del algodón" para una organización política que aspire realmente a poner límite a las profundas desigualdades de un sistema económico que condena a la exclusión a millones de familias.

Me refiero a la aplicación de una auténtica reforma fiscal que permita cerrar parte de la brecha de más de ocho puntos que separa la capacidad recaudatoria de la Hacienda española de la media de los países de la UE. Hablamos de una herramienta esencial para sostener el Estado Social que está desmontando la derecha neoliberal con su modelo ideológico de involución en lo social, cultural y en la concepción y papel de la democracia. Y junto a una reforma progresiva de la fiscalidad es exigible actuar, de una vez, a fondo y con los recursos precisos contra el fraude y la evasión fiscal.

Mis dudas vienen del hecho objetivo de que este discurso varía según gestionemos el Gobierno o actuemos en la oposición. Porque ya estuvimos durante varias etapas en el Gobierno y no dimos los pasos que ahora anunciamos. Tampoco el conjunto de la socialdemocracia se atrevió con la regulación del sistema del mercado financiero especulativo, los controles a la libre circulación de capitales desde instancias supranacionales, algo que –al igual que sucede con la persecución de los criminales paraísos fiscales– lo situamos en el altar de las utopías de la izquierda.

¿Tenemos credibilidad en la calle cuando formulamos ahora esa promesa? Lo cierto es que la credibilidad ya no puede apoyarse en palabras y discursos con promesas, aunque sea en el marco de la Conferencia del PSOE. Por esta razón insisto en la necesidad que tiene el PSOE de formalizar solémnemente un nuevo contrato con la ciudadanía que incluya compromisos políticos concretos e instrumentos de seguimiento y control en la toma de decisiones.

Pero aún así, el compromiso no resultaría suficiente si esas reformas fiscales, bien estudiadas y coordinadas en todo el Estado, no vinieran acompañadas de una acción intensa de pedagogía política sobre nuestros derechos y obligaciones y una defensa de la necesaria corresponsabilidad ciudadana de cara al cumplimiento de nuestras obligaciones.

Reconstruir el llamado Estado del Bienestar será un reto tan colosal como innovar el sistema productivo del país o solucionar el problema de la configuración territorial. Y hacerlo sostenible resultará una tarea muy complicada, por mucho que desde el PSOE prometamos ahora con acento autocrítico que si volvemos a ganar "todo volverá a la situación anterior a los recortes".

Pero se me antoja que casi nada será igual. Por eso, demostrando que hemos aprendido "la lección", quienes aspiremos a un Gobierno que represente a la mayoría progresista tenemos que partir de la realidad de un sistema injusto, defender estas propuestas con absoluta convicción e implicar a la ciudadanía en un modelo político de democracia participativa para hacer avanzar una lucha contra las desigualdades con empeño transformador. Estas serían las apuestas decisivas de la Conferencia.

---------------------------------------------------------Odón Elorza es diputado del PSOE por Gipuzkoa. Fue alcalde de San Sebastián entre 1991 y 2011.