El 18 de febrero es también un día para reivindicar
El próximo domingo, 18 de febrero, es el día en el que los gallegos y gallegas estamos llamados a las urnas. Es un día para celebrar nuestra democracia. Pero también se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger.
El Síndrome de Asperger se llama así por su descubridor, Hans Asperger, un pediatra vienés que en 1944 describió patrones de comportamiento en algunos pacientes, con problemas de comunicación, coordinación y en aptitudes sociales. Hoy en día ya no se llama así, pero se sigue celebrando con ese nombre para dar visibilidad y reivindicar así los derechos de las personas con autismo. Es un trastorno perteneciente al espectro del autismo (TEA) en grado 1 según el DSM-5.
El Síndrome de Asperger (TEA 1) se caracteriza por determinadas dificultades en la utilización del lenguaje, en la comunicación y relación con otras personas, y en la existencia de una gama restrictiva de intereses y actividades. Es un trastorno del espectro del autismo en el que el cociente intelectual es completamente normal o más alto que la media, y con los apoyos adecuados se puede alcanzar una formación académica y un nivel de empleo similar al de personas sin discapacidad. Tienen una extraordinaria memoria y motivación para obtener grandes resultados cuando las condiciones del entorno son claras y predecibles.
Mi hijo menor cumplió en enero 18 años, puede ejercer ya su derecho a voto el próximo domingo. Qué curiosa casualidad, el primer año que ejercerá su derecho a voto y es justamente el Día Internacional del TEA 1. Ha llegado a segundo de bachillerato, no sin grandes dificultades y nulos apoyos por parte de la Consellería de Educación. Ha dependido solamente de la buena voluntad de sus profesores y a su férreo deseo de aprender. Es TEA1, con un TDAH asociado por el que sí tiene tratamiento para poder concentrarse, “Concerta” 54 mg. Un medicamento de sobra conocido por neuropediatras y neuropsicólogos. El trastorno del autismo suele venir acompañado de otro tipo de comorbilidades como el TDAH, TOC, trastornos de ansiedad generalizada, depresión, etc. Le han otorgado un 40% de discapacidad gracias a que el Gobierno de España subió hace un par de años los baremos para personas TEA porque antes no les otorgaban en la adultez ni un 10%.
Segundo de Bachillerato es un curso muy duro ya de por sí por la exigencia de preparar la EBAU. Él además ha escogido el Bachillerato Tecnológico, con matemáticas y física. Los alumnos y alumnas con necesidades educativas específicas suelen tener algún apoyo en el aula cuando la discapacidad es visible. Las discapacidades invisibles como son el TDAH o el autismo, parece que no existen porque no se perciben a simple vista.
¿Eso es lo que la Xunta de Galicia entiende por inclusión? Se les llena la boca con “igualdad”, pero sin equidad no hay igualdad. Lo abocan al fracaso. La realidad es que no hay ningún tipo de adaptación, ni para él, ni para el resto de alumnado TEA
Como alumno con NEE, ha solicitado adaptación para realizar la EBAU en junio. Nuestra sorpresa llega cuando nos llaman del instituto y el único lugar donde puede realizar la EBAU un alumno de esas características es en Pontevedra, a 153 kilómetros de nuestro domicilio. Exámenes que se realizarán durante tres días consecutivos y que el coste de los desplazamientos corre a cargo de las familias. Pregunto cuáles son las ventajas de realizar el examen en Pontevedra, y la respuesta es: lo de siempre, le darán media hora más de tiempo y un aula con menos alumnos. NADA MÁS.
¿Eso es lo que la Xunta de Galicia entiende por inclusión? Se les llena la boca con “igualdad”, pero sin equidad no hay igualdad. Lo abocan al fracaso. La realidad es que no hay ningún tipo de adaptación, ni para él, ni para el resto de alumnado TEA. Si tuviesen el más mínimo interés, sabrían que un alumno con trastorno del espectro autista necesita anticipación y predictibilidad, necesita conocer el entorno, dónde se va a realizar el examen y los horarios, cómo va a ser ese examen, de cuántas preguntas consta, etc.
Sacar a un alumno TEA de su entorno es una bomba de relojería. Su cerebro procesa la información de una manera muy diferente al cerebro neurotípico. Por eso se llama neurodiversidad o neurodivergencia. Los posibles estímulos externos pueden hacer fracasar a un alumno que lleva trabajando contra viento y marea muchos años de su vida. Es una batalla diaria y constante que les acarrea desde problemas de ansiedad hasta sufrir dolencias físicas. Lo quieren enviar a un entorno ajeno, extraño y lesivo.
No es de extrañar que el pasado 5 de febrero, Alberto Núnez Feijóo, maestro de Alfonso Rueda, utilizase esta frase en una entrevista para El Faro de Vigo: "Galicia no es un territorio aislado del resto de la política nacional y sería de un cierto autismo no hablar en campaña de lo que pasa en España”. Todavía hoy no ha pedido disculpas.
No es la primera vez que Feijóo utiliza el autismo como una forma de insulto. Demuestra así su ignorancia. Ya en marzo de 2022, siendo todavía presidente de la Xunta de Galicia, calificó al Gobierno de España de "autista" haciendo del trastorno un grave descalificativo hacia las políticas del Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
No, señor Rueda, tampoco cuente con el voto de mi hijo. Así me lo ha expresado libremente. Afortunadamente sabe quién gestiona para los más débiles de la sociedad y quién gestiona para las élites. Y usted señor Rueda, está entre los segundos.
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Cristina P. Marcote es la autora del libro 'Feijóo y el narco'.
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