Plaza Pública
#SalvaPeironcely10. Salvar un lugar histórico, convertirlo en un lugar de la memoria
Una célebre fotografía de Robert Capa, tomada en noviembre de 1936 bajo los bombardeos del barrio de Entrevías, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, está provocando hoy un debate en España sobre la "memoria histórica" y la urgente necesidad de protección del patrimonio.
Por asombroso que pueda parecer, dada la sorprendente semejanza de las imágenes de ayer y de hoy, la identificación de la casa en la calle Peironcely 10 con la de la imagen de Capa es bastante reciente. Se hizo en 2010, gracias a los fotógrafos José Latova y Alberto Martín Escudero. El edificio se ha mantenido inmutable en un entorno transformado. Ahora está ocupado por varias familias que viven en condiciones de gran precariedad y que deberían ser realojadas en viviendas mejor adaptadas y más saludables.
Los bombardeos alemanes sobre Madrid, a finales de noviembre de 1936, anunciaban lamentablemente la evolución de las técnicas de guerra en el siglo XX: sembrando, a partir de entonces, la muerte desde el aire, afectando principalmente a la población civil. Por tanto, el corazón de esta ciudad herida, la famosa casa dañada de la calle Peironcely 10 y los niños inmortalizados por Robert Capa, constituyen un verdadero símbolo, incluso una sinécdoque, del Madrid bombardeado. Ellos se convirtieron en un emblema desde que la revista francesa Regards incluyó la imagen citada en su edición del 10 de diciembre de 1936 en un reportaje titulado La capital crucificada. Pero, hoy lo es aún más porque esta fachada se ha conservado y sigue siendo inapelablemente reconocible.
Han pasado más de 80 años, pero este momento es decisivo porque al dueño del inmueble le gustaría demoler la casa para levantar una nueva edificación. Han pasado más de 80 años, pero la destrucción de este sitio histórico fortalecería aún más la "desmemoria" y la ocultación dominante de los crímenes del franquismo que todavía caracterizan fuertemente a la sociedad española contemporánea. Afortunadamente, el proyecto #SalvaPeironcely10, una iniciativa cívica y cultural que cuenta con el apoyo de diversas fuerzas políticas progresistas está tratando de evitar la demolición del edificio para convertirlo en un centro de interpretación que rinda homenaje a las víctimas de los bombardeos y fomente el desarrollo del barrio.
Un sitio histórico puede descuidarse, olvidarse o, por el contrario, convertirse en un lugar real de la memoria. En este último caso, se trata de preservarlo de manera que permita recordar el hecho histórico del cual fue escenario; y para el caso de la calle Peironcely, no son solo los desperfectos causados por los bombardeos, sino también lo es la fotografía misma que ha constituido un vestigio significativo de lo que ocurrió; se trata también de asociar explicaciones, una narración, a través de paneles o una exposición, incluso disponiéndolo como un verdadero centro de recepción e interpretación que pueda proponer un trabajo de historia y de memoria bajo diferentes formas.
Una de las características de la guerra española, además de su crueldad, es el hecho de haber sido muy fotografiada, de haberse desarrollado también como una guerra de imágenes. Para el famoso poeta y dramaturgo francés Jean-Christophe Bailly, "lo que una fotografía nos muestra, no es solo el sistema de indicios que forma el tejido de las apariencias reales, sino también el encuentro en un momento dado, extraordinariamente breve, entre ese sistema, esa materia y un individuo —el fotógrafo que ha estado allí antes o en este asunto—, ese día". La imagen no muestra solo lo que ha sido, sino que agrega valor, permite asistir "al encuentro entre un estado fragmentado del mundo y engullido y el gesto que una conciencia tuvo con él".
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La foto que Robert Capa tomó en la calle Peironcely, que es en sí mismo un hecho histórico complejo y particular que sucede en el corazón de un acontecimiento más amplio como son los bombardeos, ha creado un potencial para el recuerdo y la reflexión que establece firmemente que este edificio se ha de preservar no solo en nombre de su valor patrimonial, sino también por su importancia cultural, histórica y conmemorativa.
Nos encontramos ante la unión entre Robert Capa y la escena que él fotografió, pero también ante la unión entre el pasado y el presente, hecho posible por la preservación de la fachada que allí se mantiene. Esta foto y esta temporalidad ciertamente tienen un significado a escala internacional, mucho más allá del distrito madrileño, ya que la imagen ha circulado por toda Europa y el mundo. Es un icono, un símbolo del comienzo de la trágica historia de los bombardeados civiles en las guerras. También es el nombre de una historia y memoria de Europa y el mundo, especialmente antifascista, que puede ayudar a no olvidar el sufrimiento de las víctimas del régimen de Franco y las heridas de la guerra, de todas las guerras. Por lo tanto, este edificio de tan elevado valor patrimonial debe ser preservado y explicado completamente. __________Charles Heimberg es profesor de Didáctica de la Historia y de la Ciudadanía en la Universidad de Ginebra.
*Este artículo fue publicado inicialmente en Mediapart, socio editorial de infoLibre