El 15-M regresa a las calles de Madrid con una marcha contra la ‘ley mordaza’

Cuatro años después de que la Puerta del Sol se convirtiera en el campamento de la indignación, de consignas como "¡No hay pan para tanto chorizo!", "¡No nos representan!" o "¡Vuestra deuda no la pagamos!" y de las asambleas ciudadanas bajo las lonas que cubrían gran parte del kilómetro cero, cerca de un millar de personas se manifestaron este sábado en Madrid bajo el lema Mayo 2015M. No nos amordazarán. La lucha sigue en las calles para conmemorar el aniversario de lo que se conoció como movimiento 15-M y clamar contra la conocida como ley mordaza y la reforma del Código Penal que, según aseguran los organizadores en el manifiesto de convocatoria, "vulneran nuestros derechos de reunión y manifestación, se nos criminaliza porque protestamos y cuestionamos el sistema".  

Esta marcha se realizó un día después de las asambleas, talleres de carteles y representaciones con marionetas que aglutinaron a un centenar de personas en Sol en uno de los actos recogidos en el calendario de actividades con motivo del aniversario.

La manifestación arrancó a las 18.20 horas desde la plaza de Cibeles, frente al Ayuntamiento de Madrid. Media hora antes, mientras el tráfico circulaba con fluidez a través de la calle Alcalá, las aceras se encontraban repletas de participantes esperando el momento en el que la policía cortase el tráfico para poder tomar la calzada y comenzar a caminar hasta la Puerta del Sol, donde estaba previsto que finalizase. Tras identificar a los portadores de una de las pancartas, entre gritos de "¡Vergüenza, vergüenza!", la marcha pudo empezar a discurrir por la calle Alcalá a la hora prevista y tras una pancarta en la que se podía leer "No nos amordazarán. La lucha sigue en las calles".

El recorrido, que duró cerca de una hora, estuvo amenizado por los ritmos de una batucada. Durante el acto se pudieron ver más de diez pancartas de diferentes colectivos sociales –"No somos mercancía", "No debemos, no pagamos", "No a los recortes" o "Con tanto chorizo nos sube el colesterol", entre otras–, así como carteles contra la Ley de Seguridad Ciudadana –"No a las leyes mordaza", "No a las leyes antiprotesta" o "Protesta=democracia", entre otras– y la misma figura del león del Congreso de los Diputados amordazado que Greenpeace lució en la protesta del pasado 14 de febrero, aunque en esta ocasión sin la jaula. Además, también se pudieron ver algunas frases felicitando por su cumpleaños al movimiento 15-M y escuchar consignas, entre las que destacaron "¡Que no, que no, que no nos representan!", "¡La voz del pueblo no es ilegal!" y "¡Sí se puede!".

"Seguimos muy vivos"

"Estoy aquí para conmemorar el aniversario del 15-M, que para muchas personas fue una forma de despertar, de salir a las calles. Gente que dormía, ahora se ha despertado", explicó a infoLibre Carlos Benéitez, un joven de 24 años que participa activamente en No somos delito. Este ingeniero agrónomo recordó que siguen "vivos" y que "por mucho que nos hayamos ido a nuestros barrios y que no seamos tan visibles como en 2011, seguimos trabajando de forma muy dura y muy fuerte".

Benéitez participó en la manifestación de 2011, pero explicó que no se quedó a dormir en la plaza hasta el día 17 de mayo. "Esa experiencia fue la que me hizo despertar", destacó. Preguntado por si el nuevo panorama político ha podido influir en la desmovilización del 15-M, argumentó que "aunque mucha gente se ha metido en la política institucional, una gran mayoría de esas personas siguen trabajando todavía con el 15-M". "Ahora mismo, que están en campaña electoral y tienen mucha carga de trabajo, sí que es cierto que están viniendo menos, pero cuando no tienen toda esta carga siguen saliendo a la calle como lo hacían anteriormente, sin simbología política y garantizando el apartidismo que nos caracteriza", sentenció.

Daniel Fernández, sin embargo, no participó de forma activa en el 15-M, pero reconoció a infoLibre que le gustaría haberlo hecho porque siempre le ha parecido "un movimiento muy bonito". "Sí que es cierto que hay menos gente que en las marchas de 2011, pero no creo que sea porque se han desplazado hacia la política, sino porque se están movilizando de otras formas, moviéndose a los barrios, participando de una forma mucho más cercana", afirmó.

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Concierto, cacerolada y teatro

La marcha finalizó pasadas las 19.15 horas en la Puerta del Sol. Allí se encontraba la Solfónica 15-M, el denominado coro de los indignados, para recibir a los participantes. Los manifestantes se fueron colocando alrededor de la boca de metro, algunos de ellos sentados en el suelo, para escuchar el rasgar de los dos violines que acompañaban aquellas letras tan reivindicativas. "Queremos una democracia real, / república laica, justicia social, / que brille el sol, fraternidad", cantaron junto a los manifestantes al unísono.

Finalmente, el acto se cerró con una multitudinaria cacerolada, que duró más de tres minutos y ensordeció a los transeúntes que paseaban este sábado por el kilómetro cero, y una representación teatral.