El futuro de la monarquía
El 67% de los españoles no pudo votar la Constitución que legitimó la monarquía
Los españoles votaron el 6 de diciembre de 1978 la Constitución, que establecía la monarquía como forma de Estado. Todos los ciudadanos que tienen ahora menos de 54 años eran entonces menores de 18 años y no pudieron participar en el referéndum. Son casi 28 millones, el 67% del total.
Este dato es utilizado de forma recurrente por los defensores de que se convoque un referéndum sobre la forma de Estado. Se trata de un argumento generacional, similar al utilizado por el rey este lunes para explicar su abdicación. "Una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista", afirmó Juan Carlos I. "Las nuevas generaciones tienen derecho a elegir entre monarquía y república", sostienen los partidarios del referéndum.
La última estadística de población publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) corresponde al padrón continuo y ofrece datos a fecha 1 de enero de 2014, cuando el número de españoles ascendía a 41.724.906. De ellos, 27.947.443 tenían entre 0 y 53 años, lo que equivale al 66,9% del total. Otros 13.777.463 tenían 54 años o más y, por tanto, pudieron participar en el referéndum de 1978. En aquella época la mayoría de edad legal estaba situada en los 21 años, pero las Cortes aprobaron un real decreto que permitía votar en en el referéndum a los mayores de 18 años.
El cálculo también se puede hacer con el censo electoral. Es decir, de los españoles que ahora tienen mayoría de edad y podrían participar en un hipotético referéndum, ¿cuántos eran menores o ni siquiera habían nacido cuando se aprobó el referéndum? La respuesta es que 20.528.335 españoles podrían votar hoy y no pudieron en 1978. O, expresado en otros términos: el 60% del censo electoral actual no existía cuando se celebró el referéndum.
La Ley de Sucesión de 1947
El origen de la restauración monárquica que se produjo tras la muerte del dictador Francisco Franco está en la Ley de Sucesión de 1947, una de las ocho leyes fundamentales del régimen franquista. En su artículo 6 establecía que Franco, "en cualquier momento", podría proponer a las Cortes "la persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle, a título de rey o de regente". En una España aislada internacionalmente tras el fin de la II Guerra Mundial, que había terminado con la derrota de los Estados fascistas, Franco convocó un referéndum el 6 de julio de 1947 para ratificar la Ley de Sucesión. Participó un 89% de la población –el voto era obligatorio– y el resultado fue el planificado: un 93% a favor, un 4,7% en contra y un 2,3% en blanco o nulos.
Franco tardó más de dos décadas en nombrar sucesor, pero pocos meses después de que se aprobase la Ley de Sucesión llegó a España Juan Carlos de Borbón. En concreto, el 8 de noviembre de 1948, cuando tenía diez años de edad. Finalmente, el 22 de julio de 1969 se aprobó la Ley por la que se provee lo concerniente a la sucesión en la Jefatura del Estado, cuyo artículo primero decía: "Al producirse la vacante en la Jefatura del Estado, se instaurará la Corona en la persona del Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón".
La mayoría de los procuradores de las Cortes franquistas votaron a favor de Juan Carlos como sucesor: 491 de 519. En contra se pronunciaron 19 procuradores, precisamente los monárquicos, que entendían que el futuro rey debía ser Juan de Borbón. Aquel 22 de julio de 1989, Juan Carlos de Borbón juró "lealtad a Franco" y "fidelidad a los principios del Movimiento Nacional". "Recibo de su excelencia el generalísimo Franco la legitimidad política surgida el 18 de julio de 1936", proclamó en referencia al golpe militar fascista, momento en que los procuradores le ovacionaron con un gran aplauso.
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Franco murió el 20 de noviembre de 1975 y, dos días después, Juan Carlos fue proclamado jefe de Estado. El 14 de mayo de 1977, el padre del rey renunciaba a sus derechos dinásticos. Y el 6 de diciembre de 1978, los españoles votaron en referéndum la Constitución española, que en su artículo 57.1 establece que "la Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica".
Aquel 6 de diciembre de 1978, los españoles contestaron a una pregunta sencilla: "¿Aprueba el proyecto de Constitución?". El censo electoral estaba formado por 26.632.180 personas, de los que votaron 17.873.271, el 67,1% del total. La papeleta con el 'sí' la eligieron 15.706.078 ciudadanos, el 88,5% de los votos válidos y el 58,9% del censo electoral. En cuatro provincias la abstención superó el 50% del censo electoral: Ourense (60,5%), Lugo (58,1%), Bizkaia (57,5%) y Gipuzkoa (56,5%).
Gracias al referéndum, la monarquía de Juan Carlos I quedaba legitimada por las urnas. Eso sí, los españoles nunca pudieron votar de forma independiente sobre la forma de Estado. Esta decisión se incluía en la Constitución, cuya aprobación era un paso imprescindible para recuperar la democracia. Eran tiempos, además, en los que el Ejército seguía siendo franquista y tenía un enorme poder.