Los dos activistas detenidos en Grecia por intentar traer refugiados a Euskadi, el vizcaíno Mikel Zuluaga y la navarra Begoña Huarte, afirmaron que, tras su acción, se sienten "más personas" y anunciaron que "lo volverán a hacer", según informa Europa Press.
Zuloaga y Huarte llegaron pasadas las doce y diez del mediodía al aeropuerto de Loiu (Bizkaia), procedentes de Atenas, vía Frankfurt. Allí fueron recibidos por familiares y amigos, así como por un centenar de personas que exhibieron banderas de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, y pancartas en las que se podía leer, en euskera, "La solidaridad no es delito. Yo también lo haría".
En declaraciones a los medios informativos que se desplazaron hasta el aeródromo, ambos defendireon que todos los seres humanos tengan los mismos derechos e incidieron en que no se puede permitir que una "valla o una concertina" establezca una discriminación entre los "privilegiados y los expulsados". "Cuando hay una barbaridad en la historia, nuestro deber como ciudadanos es desobedecer", afirmaron.
En este sentido, los dos activistas defendieron que la acción que ellos desarrollaron es "muy pequeña respecto al puzzle que debemos crear uno a uno", y alertaron de "los miles de muertos" que se pueden dar "por una simple línea que es una frontera".
"Si ellos no cumplen con los derechos humanos ni con el cupo que han firmado, tenemos el derecho legítimo a desobedecer", aseguraron, para añadir que la "desobediencia civil es una herramienta que interpela al gobierno, a nosotros y crea sensibilidades".
Además, advirtieron de que, "con la acción" desarrollada en Igoumenitsa, se han hecho "más personas y más humanos". "Lo volveremos a hacer", aseguraron, aunque "la próxima vez que conduzca otro", ironizó Zuluaga.
"Tierra de acogida"
Asimismo, abogaron por "crear puentes entre las personas y los pueblos" y hacer "de Euskal Herria esa tierra de acogida que con normalidad traiga refugiados y los acojamos en nuestras casas".
Zuluaga y Huarte fueron arrestados el pasado 27 de diciembre en el puerto griego de Igoumenitsa cuando intentaban cruzar en ferry el mar Adriático junto a ocho refugiados. Este pasado jueves pagaron la fianza de 4.000 euros impuesta por el juez.
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A ambos se les imputan los cargos de "favorecer la inmigración ilegal" y de "imprudencia grave para la integridad de las personas refugiadas".
En este sentido, incidieron en que es a través de la "desobediencia civil, de forma pacífica", como se puede "incentivar e interpelar a los Estados" para que modifiquen su actitud y cumplan así "el cupo que ellos mismos han firmado hace un año".
Por último, reconocieron que los ocho refugiados que intentaban trasladar a Euskadi estaban "camuflados" en "un habitáculo" que construyeron en la caravana y donde tenían que permanecer únicamente diez minutos hasta lograr pasar la frontera.
Los dos activistas detenidos en Grecia por intentar traer refugiados a Euskadi, el vizcaíno Mikel Zuluaga y la navarra Begoña Huarte, afirmaron que, tras su acción, se sienten "más personas" y anunciaron que "lo volverán a hacer", según informa Europa Press.