Es inusual que un mandatario extranjero visite un país y no demande una audiencia con su máxima autoridad, que en el caso de España es el presidente del Gobierno. Y lo es todavía más —de hecho, según el ministerio de Exteriores es la primera vez en la historia que ocurre—, que ese mismo mandatario demande en su lugar una audiencia con el rey. Pero cuando se trata del presidente argentino, Javier Milei, la excepción es la norma. Tras la crisis diplomática desatada hace un mes, el líder ultraderechista vuelve a suelo español con la excusa de recoger un galardón que le otorga el Instituto Juan de Mariana en Madrid.
Una visita que ya está generando polémica incluso antes de producirse por el encuentro que mantendrá con la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que aprovechará para otorgarle la Medalla Internacional de la comunidad, un reconocimiento discrecional del Gobierno autonómico a representantes de los países extranjeros y máximos dignatarios de organismos internacionales "por su labor institucional”, aunque según marca la propia ley del Gobierno regional ese premio únicamente se puede conceder a mandatarios en visita oficial y la de Milei no lo es. Será su único encuentro con autoridades españolas.
El reconocimiento es, en sí mismo, toda una declaración de intenciones de la dirigente madrileña, tanto por su confrontación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez —al que Milei le ha declarado la guerra—, como en clave interna dentro del Partido Popular. En Génova se han cuidado mucho en no apoyar al dirigente ultra, con el que discrepan en muchas materias por su filosofía anarcocapitalista que defiende que la mínima intervención del Estado que lo ha convertido, a su vez, en uno de los aliados estratégicos de la formación de Santiago Abascal. Pero si hay un Gobierno autonómico que representa —en parte— esa doctrina es el de la Comunidad de Madrid.
En Génova no han querido entrar a polemizar con la madrileña y han encuadrado el encuentro en la "normalidad" institucional, pese a la crisis diplomática iniciada hace un mes que el mandatario argentino sigue explotando casi cada día, con insultos a Sánchez y a su gobierno. "Es normal que una presidenta en el marco de sus competencias haga lo que considere oportuno", señaló la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz, desde el Congreso. En esa línea afirmó que "no entiende cuál es la noticia" ni "el problema", y destacó que Argentina es "un país hermano", al tiempo que culpó al Gobierno de "abrir y ampliar la brecha".
Más comedido se mostró Esteban González Pons, vicesecretario Institucional del partido y principal asesor de Feijóo en materia exterior dentro de la dirección nacional, que afirmó que había tenido conocimiento del acto "por la prensa". Cuando se desató la polémica el pasado mayo tras la intervención de Milei en el acto de Vox, Pons lo calificó de "espectáculo chocante" y afirmó que se trataba de una "intromisión en la política nacional". Ayuso se desmarcó de esa posición y también de la equidistancia de Núñez Feijóo, que responsabilizó tanto a Milei como a Sánchez de la escalada, y culpó únicamente al líder socialista tras unos días de silencio—a diferencia del resto de barones autonómicos, que cerraron filas con la postura del líder del PP—.
Ayuso alaba a Milei y Meloni (lo que hace saltar las alarmas en Génova y Vox)
La dirección nacional del PP evita deliberadamente valorar la gestión y el discurso del argentino y equipara el recibimiento de Ayuso con la visita de Estado del presidente de Colombia, Gustavo Petro, "un señor que entre otras cosas ha dicho que los españoles somos esclavistas y se le ha recibido con respeto", en palabras de Muñoz. A diferencia del argentino, Petro tuvo agenda oficial en España, se reunió con el rey Felipe VI así como con el presidente del Gobierno. Pero para la presidenta madrileña es un "honor" entregarle el galardón. "Para nosotros es un honor recibir al presidente legítimo elegido, él sí, por amplia mayoría en las urnas por el pueblo de Argentina", aseguró desde la Asamblea de Madrid, entre críticas de la oposición, incluida Vox..
Un elogio que repitió en la entrevista en Radio Mitre de Argentina, en la que destacó la buena imagen a nivel internacional de Milei, pese a que el presidente argentino acaba de aprobar una polémica ley que le confiere al Ejecutivo el poder para reformar o aprobar leyes sin pasar por el Congreso y una reforma laboral que vulnera la protección de los trabajadores y que ha generado disturbios durante toda la semana en las principales ciudades del país. Pero para Ayuso sus recetas dan “confianza y atracción para la inversión" en el país.
La presidenta madrileña también obvió los insultos proferidos por el mandatario argentino hacia el Ejecutivo y culpó precisamente al Gobierno de Sánchez de iniciar el conflicto, al tiempo que defendió que las malas relaciones de Moncloa con Milei no pueden "arrastrar" a otras administraciones: "Somos un país fuertemente descentralizado, tenemos otras administraciones y no todos vemos las cosas de la misma manera", arguyó. Además, también alabó a la ministra italiana, Giorgia Meloni, unas de las voces más reconocidas de la extrema derecha europea y otra de las aliadas de Abascal. Sobre ella dijo que "está tomando un papel cada vez más relevante" y remarcó que "sus éxitos serán los de todos".
Con Ayuso elogiando a varios de sus aliados internacionales, no es de extrañar que la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, haya entrado al choque este jueves en la Asamblea. Acusó al Ejecutivo regional de "subir la tarifa del agua" a todos los madrileños, de "aumentar el gasto público" y de "subvencionar" a medios de comunicación, lo que le llevó a la visita de Milei. "Como se entere de que ha aumentado el gasto público en 4.000 millones de euros, un 20%, y que paga a medios subvenciones va a entrar en Sol con una motosierra", señaló la portavoz ultraderechista.
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Sobre el encuentro del viernes, fuentes de la Comunidad de Madrid señalan que fue el presidente argentino el que pidió reunirse con Ayuso y minimizan la condecoración, que afirman se le dan a todos los mandatarios que acuden a la Puerta del Sol. Se trata del mismo argumento esgrimido por el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, en Todo es Mentira (Cuatro),que en un primer momento lo circunscribió a un reconocimiento “entre pueblos hermanos” si bien después admitió que había coincidencia ideológica con Milei y que el Gobierno de Madrid no entregaría ese galardón a otros líderes latinoamericanos como Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.
Para el ministerio de Exteriores, sin embargo, el hecho de que Ayuso reciba al presidente argentino supone una “profunda deslealtad hacia las instituciones españolas” al ir en contra de la Ley de la Acción y del Servicio Exterior, aprobada durante el mandato de Mariano Rajoy en el año 2024. Fluentes diplomáticas inciden en que debería haber informado al departamento de José Manuel Albares de su encuentro con un mandatario extranjero, "tal y como obliga dicha Ley”. Y añaden: "Esperamos que durante su visita a nuestro país señor Milei esté a la altura del pueblo argentino y respete a las instituciones españolas, como jefe de Estado que es. No lo hizo en su anterior visita”, cuando llamó “corrupta” a la mujer de Sánchez, Begoña Gómez.
En el entorno de la presidenta madrileña alegan, por su parte, que el Gobierno no puso inconvenientes ni trasladó queja alguna cuando Ayuso recibió a otros galardonados como el opositor venezolano Juan Guaidó o el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. “El problema lo tienen porque es Milei”, señalan en conversación con infoLibre. Así, consideran que el Ejecutivo de Pedro Sánchez solo quiere “generar polémica” y consideran que no están incumpliendo con la ley de acción exterior: "Es solo una visita institucional de cortesía a la presidenta regional. Además, no se firma ningún tratado ni acuerdo", añaden. Estas fuentes señalan que no se ha invitado a ningún portavoz ni autoridad a la entrega, únicamente a los miembros del Consejo de Gobierno. La entrega del galardón tendrá lugar en la Real Casa de Correos, sede del gobierno regional, a las 19 horas y desde allí se producirá una declaración de ambos, sin preguntas.
Es inusual que un mandatario extranjero visite un país y no demande una audiencia con su máxima autoridad, que en el caso de España es el presidente del Gobierno. Y lo es todavía más —de hecho, según el ministerio de Exteriores es la primera vez en la historia que ocurre—, que ese mismo mandatario demande en su lugar una audiencia con el rey. Pero cuando se trata del presidente argentino, Javier Milei, la excepción es la norma. Tras la crisis diplomática desatada hace un mes, el líder ultraderechista vuelve a suelo español con la excusa de recoger un galardón que le otorga el Instituto Juan de Mariana en Madrid.