Belarra defiende que las eléctricas "paguen" el coste de la guerra e insiste en el 'no' de Podemos al envío de armas
Las consecuencias de la crisis no las tiene que pagar la sociedad civil, sino las eléctricas. Esa ha sido la principal reivindicación de la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, tras la reunión del Consejo Ciudadano Estatal de la formación celebrado este viernes. "Las empresas energéticas se han aprovechado, más que nunca durante este 2021 de los altísimos precios del gas", ha lamentado la dirigente morada.
En ese sentido, Belarra ha propuesto poner en marcha de un Plan de Emergencia Energético "que incluya un duro recorte adicional de los beneficios caídos del cielo de las empresas eléctricas" y un recargo del 10% en el impuesto de sociedades a las grandes eléctricas. Otras de las medidas que ha defendido es ayudar a las familias españolas para pagar las facturas de la luz y del gas mediante ayudas. Esto consistiría en un pago puntual de 300 euros del que se beneficiarían 19 millones de familias españolas, similar al que ha desarrollado en Francia, y que los morados cifran en 5.700 millones de euros.
La navarra ha criticado que se estén pagando "energías muy baratas" como la nuclear "al precio de las más caras": "Es como pagar zumo de naranja a precio de champán francés". Belarra ha calificado de "obsceno" que, en plena alza de los precios a niveles récord, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, haya ganado durante todo 2021 un 8% más que el año anterior.
Belarra ha reclamado que se desconecte el precio del gas de la fijación de precios en el mercado mayorista eléctrico y ha reclamado que debe haber un "duro recorte" a estos "beneficios caídos del cielo", que el Ejecutivo "ya intentó recortar una vez" pero que estas empresas utilizaron "un agujero en la regulación para seguir ganado aún más": "No puede volver a pasar, esta vez no podemos fallar", ha mantenido.
La líder de Podemos ha reiterado su apuesta por la vía diplomática para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania y ha planteado planteado estas medidas económicas dentro de un escudo social y verde para "proteger a la gente" y "acelerar" las transformaciones "profundas" que el país necesita: "No es tiempo de parches ni de volver a pedir a la gente que posponga sus urgencias, es tiempo de abordar los problemas desde la raíz".
"El camino difícil de la paz"
La secretaria general de Podemos ha reivindicado que la apuesta de su partido por la paz y contra el envío de armas es el "camino difícil", la vía "correcta", la "medida más eficaz": "Desde aquí quiero agradecer a la militancia de Podemos, pero también a la de Izquierda Unida, del Partido Comunista de España y de Alianza Verde el haber defendido lo que pensamos que es ético y justo, aunque se nos criminalice e infantilice por ello", ha defendido.
Díaz se reunirá todas las semanas con los ministros de Unidas Podemos tras el desencuentro por Ucrania
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El envío de armas de España a Ucrania para combatir la invasión rusa derivó en un choque frontal entre la parte socialista, liderada por Pedro Sánchez, y los morados, que capitaneó Belarra. Sin embargo, no hubo unanimidad de posiciones dentro de Unidas Podemos. Mientras la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cerraba filas con Sánchez respecto al envío de armas, Belarra y la ministra de Igualdad, Irene Montero, criticaron sin ambages la decisión.
Para intentar calmar las aguas de su propio espacio, Yolanda Díaz convocó a una reunión a todos los ministros de Unidas Podemos en la sede de su ministerio el pasado lunes por la tarde y se comprometió a mantener reuniones semanales entre los miembros del equipo de Gobierno, como ya adelantó infoLibre.
Belarra también ha lamentado que Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) no estén poniendo todo el esfuerzo en las vías diplomáticas para buscar una solución a la guerra entre Rusia y Ucrania. "Recordemos que las guerras son siempre un gran negocio armamentístico, y detrás de cada una de ellas hay fuertes intereses económicos y geopolíticos muy poco confesables", ha zanjado.