21D | Elecciones en Cataluña
Borrell, dispuesto a ocupar un puesto simbólico en las candidaturas del PSC
El exministro y expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell está dispuesto a incorporarse a las candidaturas que el PSC presentará a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre siempre y cuando sea ocupando un “puesto simbólico” y no en un lugar con posibilidades de conseguir un escaño en el Parlament de Cataluña. Así lo han confirmado a infoLibre fuentes próximas al propio Borrell poco después de que el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, desvelase este lunes que le había ofrecido, sin éxito, el número tres de la candidatura por Barcelona, que encabezará él mismo como aspirante a la Presidencia de la Generalitat.
A la espera de que el PSC concrete el diseño de sus candidaturas, Borrell mantiene sin cambios una agenda que, en principio, le obligará a desplazarse a América Latina hasta mediados de diciembre.
PSC y PSOE han dedicado en las últimas semanas repetidos y sonoros elogios al compromiso político mostrado por Borrell en contra del intento de las formaciones soberanistas de hacer realidad su proyecto de constituir un Estado catalán independiente, situándose a la cabeza de la las dos grandes movilizaciones convocadas en la ciudad condal por la organización Sociedad Civil Catalana.
Fue precisamente al término de la última, celebrada el domingo 29 de octubre, cuando Iceta intentó convencer a Borrell para que aceptase ocupar el número tres por Barcelona (las candidaturas socialistas son cremallera; los puestos masculinos se van alternando con los puestos femeninos). “Nos fuimos a comer después de la manifestación del domingo y él me dijo: ‘Mira, yo no quiero ser candidato a unas elecciones. Mi vida va por otros derroteros”, relató el líder del PSC en una entrevista en RNE este martes. “Lo que sí me dijo es: ‘Yo quiero ayudarte en la campaña en lo que haga falta, pero figurar en la candidatura no”.
Iceta justificó su oferta en la “relevancia” de Borrell, que se ha convertido en “un símbolo para mucha gente”. Y se mostró pesimista ante la posibilidad de que el exministro estuviese dispuesto a cambiar de opinión: “Él considera que su etapa de político en activo ha quedado ya cerrada. Lo cual no quiere decir que no sea una persona comprometida que aspira a contribuir al debate político y a luchar por las causas que considera justas”, precisó el primer secretario del PSC.
Borrell, añadió Iceta, “está otra vez muy metido en reflexiones de ámbito europeo que es a lo que quiere dedicar su tiempo. Él hubiera sido un magnifico triunfo para nosotros en una lista, pero lo seguirá siendo desde la campaña”.
Es ahí, en la campaña electoral, donde los socialistas catalanes esperan contar con toda su ayuda. Igual que la dirección de Pedro Sánchez. Su portavoz, Óscar Puente, describió el lunes a Borrell como “un activo importantísimo del Partido Socialista y y del PSC”. El PSOE se siente “enormemente orgulloso de su discurso” en las manifestaciones por la unidad de España en Barcelona y de “su coherencia personal”. Por eso, subrayó Puente, “jugará en la campaña el papel que quiera jugar”.
El portavoz del PSOE fue más allá: “No creo que esté interesado en un puesto en una lista. Él está en la defensa de sus convicciones y dispuesto a echar una mano para que el PSC sea la primera fuerza política. Y va a ayudar en todo lo que pueda, como lo hizo en las primarias del PSOE”. Borrell “está en un momento vital de absoluta libertad y así hay que entender su participación y su colaboración con el partido”, concluyó Puente.
Un “partido homogéneo”
En esa línea se expresó, también el lunes, el propio Borrell. El PSC, subrayó en TVE, está en situación de “recoger mucho del voto que se fue a la izquierda”, concretamente, “a Podemos”, porque ha superado sus divisiones internas y constituye actualmente un partido “homogéneo en su interpretación de la relación entre Cataluña y el resto de España”.
El nombre de Borrell no es el único que algunos sectores del partido han puesto encima de la mesa. El de la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, que se significó en contra del referéndum del 1 de octubre pero también fue muy crítica con la violencia policial de ese día, ha sido mencionado por algunos dirigentes. El PSC quiere respetar el trabajo llevado a cabo por sus actuales diputados pero aspira a introducir algunas novedades que contribuyan a empujar sus candidaturas en las singulares elecciones del 21D.
Los socialistas catalanes ya ha puesto en marcha el proceso participativo para elaborar las listas. Las asambleas locales propondrán nombres a las asambleas territoriales del partido que serán las que elaboren las candidaturas. El Consell Nacional del partido tiene previsto aprobarlas definitivamente el 10 de noviembre, justo a tiempo para enviarlas a la Junta Electoral, que abrirá el plazo de presentación el día 12.
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En las elecciones de 2015 el PSC perdió cuatro escaños pero, como las expectativas eran mucho peores y además lograron mantenerse por encima de Catalunya Sí Que es Pot, la marca de Podemos en la comunidad, los 16 escaños conseguidos acabaron siendo percibidos como un buen resultado, a pesar de marcar el porcentaje más bajo de los socialistas en la historia electoral catalana (12,7%).
Esta vez Iceta admite tener una expectativa mucho más alta. Él mismo se ha puesto como objetivo conseguir que el PSC se convierta en la segunda fuerza política de Cataluña, por detrás de ERC, a la que las encuestas pronostican una victoria incontestable, pero por delante de Ciudadanos.
Un optimismo que comparte la dirección del PSOE, convencida de que el protagonismo de Iceta en el intento, finalmente fallido, de buscar un acuerdo entre la Generalitat y el Gobierno que evitase tanto la declaración de independencia como la intervención de la autonomía catalana, acabará teniendo premio.