Nervios hasta el último momento. Y muchas negociaciones. Objetivo: una mayoría progresista en la Mesa del Congreso. Pero el independentismo, como dijo Carles Puigdemont, quería "hechos comprobables".
Sobre la mesa había una condición imprescindible para el independentismo: potenciar el uso de las lenguas cooficiales en la Unión Europa, una reivindicación histórica de nacionalistas y soberanistas.
Y este jueves, a poco de que empezara, la votación en el Congreso el Gobierno movió una ficha esencial para desatascar la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, salía una petición firmada por el titular en funciones, José Manuel Albares.
El titular de Exteriores remitía a primera hora de la mañana una carta dirigida a la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, con copia a la secretaria general del Consejo, Thérèse Blanchet.
En la misiva, el ministro en funciones explica la decisión del Gobierno español de solicitar la "inclusión del catalán, el euskera y el gallego" en el régimen lingüístico de la Unión Europea. Para ello se pide modificar el actual reglamento comunitario.
"El inicio del procedimiento"
"Se agradecería el inicio de los procedimiento de modificación previstos en el Consejo, así como la inclusión del asunto en el orden del día del próximo Consejo de Asuntos Generales del 19 de septiembre de 2023", especifica la carta.
Armengol, investida presidenta del Congreso por mayoría absoluta con los votos de Junts
Además, solicita Albares la remisión de información "puntual sobre la evolución del asunto".
La carta ha sido esencial para lograr el apoyo de Junts. El propio Carles Puigdemont lo reconoció en Twitter, "Es un hecho, no una promesa, que nunca había querido darse", resumió el expresidente de la Generalitat.
Esta era una de las condiciones exigidas por Junts para dar sus votos para la Mesa del Congreso. Además, el pacto incluye la creación de una comisión de investigación sobre los atentados en Cataluña del 17 de agosto de 2017 y el uso también del catalán en el Congreso.
Nervios hasta el último momento. Y muchas negociaciones. Objetivo: una mayoría progresista en la Mesa del Congreso. Pero el independentismo, como dijo Carles Puigdemont, quería "hechos comprobables".