Hace 13 años, el 30 de noviembre de 2011, comenzó el "desmantelamiento de los medios públicos" con la desaparición de las delegaciones de la CRTVG en Pontevedra, Ferrol (A Coruña) y Burela (Lugo). Así se destacó en la manifestación en defensa de una CRTVG “plural y al servicio de la ciudadanía”, convocada por el comité de la primera huelga indefinida en el ente público. La marcha recorrió este sábado las calles de Santiago de Compostela en defensa de la independencia, la pluralidad de los medios públicos y de la "producción propia", frente a la externalización de espacios informativos como O Termómetro.
El reemplazo, el pasado mes de septiembre, de A Revista por este nuevo programa realizado en coproducción con dos empresas externas motivó el inicio de una serie de paros intermitentes, que ya suman 25 jornadas de huelga, en una movilización que en las últimas ocho semanas ha logrado impedir la emisión de O Termómetro. Durante este tiempo, el personal en huelga llevó su protesta a Bruselas y denunció la "represión" ejercida por la dirección de la CRTVG y su negativa a buscar una solución negociada.
La denuncia de la externalización de los espacios informativos de producción propia fue el eje central del texto leído al finalizar la marcha. En esta intervención final se señaló que “el nuevo programa, O Termómetro, es una réplica del anterior que se venía haciendo con medios técnicos y humanos propios, con una diferencia: cuesta 16000 euros diarios, 5000 más de lo que costaba cuando era de producción propia”.
Sin embargo, no solo se centraron en el despilfarro de dinero público. “¿Por qué quitarles el control de los contenidos de los programas informativos a las profesionales internas para entregárselo a externas?”, cuestionaba el manifiesto de la marcha, que advertía que la externalización busca “quitarnos de en medio para tener vía libre y barra libre para completar el círculo perfecto de la manipulación total, a todas horas, en todos los formatos: televisión, radio, web, redes sociales, programas, y ahora ya lo último que nos quedaba... los informativos”.
O Termómetro es el emblema de esta externalización, pero solo es un peldaño más dentro del desmantelamiento programado de los medios públicos, que comenzó con el cierre de las delegaciones de Pontevedra, Ferrol y Burela en el año 2011”, se denunció en la marcha, donde se hizo un listado de programas “desaparecidos o externalizados” y de la sustitución del personal de los medios públicos por redactores “con contratos precarios de prácticas o formación”.
De este modo, subrayó una de las intervenciones, “esta huelga no es por O Termómetro, sino por todo lo que los medios públicos dejaron de ser y, pese a todo, deberían ser, porque es nuestra responsabilidad como trabajadoras alertar de que estamos en un gravísimo punto de no retorno que puede acabar definitivamente con lo que todas entendemos por medios públicos”.
También se criticó el anteproyecto de la nueva ley de la CRTVG que, de avanzar, supondrá “un retroceso democrático tan grande que todas las gallegas pagaremos las consecuencias durante años, tal vez de forma irreversible”. El personal movilizado expresó su total rechazo a la norma propuesta por el Gobierno gallego, frente a la cual plantean una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) bajo el lema Liberemos a Galega.
Una propuesta alternativa que buscan llevar al Parlamento “proponiendo justamente los cambios y reformas que consideramos necesarios para democratizar nuestra radiotelevisión pública, para erradicar de ella la manipulación, garantizar la pluralidad, la defensa de la lengua, la cobertura de todo el territorio, la programación infantil y juvenil o la perspectiva feminista”. Se necesitan diez mil firmas para que la ILP llegue al Parlamento para su debate.
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La manifestación de este sábado buscaba “la implicación de la sociedad en la tarea de rescatar la radiotelevisión pública”, y la ciudadanía de Santiago de Compostela acompañó a las trabajadoras y trabajadores de los medios públicos en una jornada marcada por la lluvia. También pretendía romper “el cerco informativo” que “silencia y oculta la existencia de una movilización casi permanente entre el personal de la CRTVG”, en referencia a la decisión de muchos medios de no informar sobre los paros y movilizaciones. “Gracias por estar aquí, por poner el cuerpo un sábado para defender una CRTVG Pública y Plural. Nosotras seguiremos peleando en la difícil trinchera en la que estamos”, se dijo en el texto leído al cierre de la marcha.
Los paros intermitentes continuarán, al menos, hasta el 13 de diciembre, día en que está convocada una huelga de 24 horas, coincidiendo con la emisión del programa número 65 de O Termómetro, el último de los inicialmente contratados.
La manifestación concluyó con un llamamiento a la ciudadanía a apoyar al personal movilizado y a exigir el correcto funcionamiento de los medios públicos: “Asumimos, como trabajadoras públicas, el deber de servir al país, a todo el país, y es esa responsabilidad la que nos lleva a alertar sobre la situación en la que se encuentran los medios públicos e intentar cambiarla. Pero sabemos que no podremos rescatarlos sin vosotros. Solo la ciudadanía, la mayoría de los gallegos y gallegas, puede exigir y lograr liberar la CRTVG y ponerla al servicio del pueblo”.
Hace 13 años, el 30 de noviembre de 2011, comenzó el "desmantelamiento de los medios públicos" con la desaparición de las delegaciones de la CRTVG en Pontevedra, Ferrol (A Coruña) y Burela (Lugo). Así se destacó en la manifestación en defensa de una CRTVG “plural y al servicio de la ciudadanía”, convocada por el comité de la primera huelga indefinida en el ente público. La marcha recorrió este sábado las calles de Santiago de Compostela en defensa de la independencia, la pluralidad de los medios públicos y de la "producción propia", frente a la externalización de espacios informativos como O Termómetro.