Ciudadanos intenta librarse del ‘abrazo del oso’ diseñado por el PP

"Hoy hemos dado un primer paso para que haya un Gobierno que pueda gobernar". Así resumió el pasado miércoles el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, su encuentro con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Ese mismo día, a puerta cerrada ante la plana mayor de su partido, aseguró que la reunión de la mañana había ido "razonablemente bien" a pesar de que no había obtenido ningún compromiso de cara a la investidura.

El optimismo pareció instalarse entonces en la sede de la madrileña calle Génova, cuartel general de los conservadores, y en el Palacio de la Moncloa. Y la consigna en el PP pasó a ser cortejar a Ciudadanos para que no se enfriara lo que han considerado como un buen comienzo. Mariano Rajoy y su equipo creen que los 32 escaños de Rivera son la llave que puede conducir al "desbloqueo" porque creen que su hipotético voto afirmativo podría llevar al socialista Pedro Sánchez a moverse de su "no es no".

Sin embargo, entre tanto, Ciudadanos ha intentado librarse de ese abrazo del oso diseñado por el PP para intentar que cale la idea de que Rajoy sí se está esforzando en conseguir apoyos y que ahí está la prueba de la abstención de los de Rivera, a pesar de que este gesto no sirva para desbloquear la situación.

Lo cierto es que desde el pasado miércoles no hay declaración pública de los dirigentes naranjas en la que no se intente aplacar el optimismo del que hacen gala los conservadores señalando "por activa y por pasiva" que "no habrá voto afirmativo" al PP.

Así, los dirigentes de la formación naranja insisten en que en la última semana no se ha producido ninguna novedad. De hecho, en la cita que mantuvieron la semana pasada, los dos líderes acordaron abrir un canal de comunicación permanente, si bien Gutiérrez también aseguró este lunes que Rajoy y Rivera no habían utilizado ese mecanismo en los últimos días. Es decir, que no ha habido conversaciones entre ambos. 

Nueva reunión, el miércoles 

Con la intención de no cambiar su posición aseguran enfrentarse también a la reunión que Rajoy y Rivera mantendrán de nuevo este miércoles, en la que está previsto que aborden cuestiones en torno al techo de gasto y los Presupuestos de 2017, que Rivera solo quiere negociar si Rajoy se asegura su continuidad en La Moncloa. Pero esta predisposición a negociar es en la que se basan los conservadores para, al menos en privado, extender la idea de que si Ciudadanos ha abierto esa vía de diálogo es porque no se va a enquistar en la abstención.

De ahí que en el partido de Rivera se afanen en intentar pinchar ese globo. "En estos momentos el optimismo del PP es mayor del que creo que debería tener. No hay nada nuevo", dijo este lunes en una entrevista en la Cadena Ser el secretario general del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez. En esa misma entrevista, el dirigente naranja instó a Rajoy a decidir cuándo se va a someter al debate de investidura "antes de hablar de ilusiones y compromisos". 

Horas después, en declaraciones ante los medios en la Cámara baja, Gutiérrez volvió a insistir en que Ciudadanos no firmará un pacto de Gobierno con el PP y recalcó que mantendrá su abstención porque un voto afirmativo significaría estar de acuerdo con su proyecto político y su programa de gobierno, así como apoyar "de facto" la posición de líder de Rajoy. Al menos por el momento, la oferta del partido naranja pasa por la abstención y, a partir de la investidura, negociar "punto por punto, ley por ley".

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El PP espera dar "nuevos pasos"

Mientras tanto, los conservadores esperan, tras la reunión del miércoles, poder "anunciar nuevos pasos" hacia la investidura, si bien también mantienen la presión sobre el PSOE insistiendo en que todo pasa por que los socialistas, con su líder, Pedro Sánchez, al frente, opten por una abstención "técnica o no técnica", tal y como dijo este lunes en declaraciones a los medios el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando. 

El PP no descarta que haya otra reunión entre Rajoy y Sánchez, por ahora no prevista, al subrayar la conveniencia de que se entable un "diálogo fluido" para avanzar en esta "larga caminata". En cuanto a la fecha del posible debate de investidura, Hernando consideró que sería "desproporcionado y temerario" concretarla ahora, pero ha precisado que el PP no actuará condicionado por las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre.