La izquierda, primera opción política entre los jóvenes y dique contra el avance de la ultraderecha
1. El PP ganó las elecciones pero el PSOE ganó la campaña y recupera terreno
El PP ha sabido modular sus expectativas y ha sacado partido de una victoria menos pírrica de lo que se preveía. Ha ganado la batalla del relato mientras Sánchez se lo jugó todo, y hasta el último día, a una remontada que se quedó en las puertas. Tuvo que conformarse con el “resistir también es vencer” que fue el mensaje más repetido por los socialistas en los días posteriores.
Hasta ahí lo ya sabido, aunque no está de más recordar cómo estaban las cosas hace solo 3 meses, en primavera, con un PP disparado y un PSOE con su votante desmovilizado. 15 puntos separaban a los electores de una y otra formación en fidelidad de voto (82% PP, 67% PSOE) según el barómetro de abril. Una brecha considerable.
Según el postelectoral del Parlamento Europeo publicado este martes, el PSOE logró empatar con el PP en fidelidad y, sobre todo, suturar la fuga de votos hacia los populares que llegó a estar en el 9% según algunas encuestadoras y que se quedó en un 2% según este último CIS.
La inercia se mantiene y tanto el barómetro de junio (con campo antes de las elecciones) como las encuestas realizadas con posterioridad (40dB o Sigma Dos) nos hablan de un acortamiento de la distancia entre las dos grandes formaciones. El PSOE recupera terreno y el PP no saca réditos de su victoria.
2. Sumar, una debacle anunciada, Podemos renace pero siguen las dificultades por la izquierda
Ya lo adelantamos en nuestros análisis preelectorales donde pronosticábamos una caída importante de la formación liderada por Yolanda Díaz.
Según el estudio del CIS que se acaba de publicar un 21% de los votantes de Sumar se decantó por el PSOE en las europeas y otro 24% fue a Podemos. Unos números muy similares a los que anunciamos en nuestro artículo del día después. Es una fuga de voto difícilmente asumible que, además, se mantiene de cara a unas hipotéticas elecciones generales, dejando la fidelidad de esta formación a día de hoy en un exiguo 35%.
Podemos se beneficia de una buena campaña en europeas en las que se ha revitalizado volviendo a los orígenes y se aprovecha de un contexto internacional cada vez más polarizado. Tanto el CIS como el resto de encuestadoras le dan presencia en el Congreso. Bien pueden decir “hemos vuelto” cuando hace pocos meses estaban fuera del foco.
Además los recientes resultados en Francia (la victoria del Frente Popular) son un espaldarazo para los de Irene Montero y sobre todo para buscar algún tipo de reagrupamiento de cara a un problema que es sabido: la división está lastrando las opciones de las dos formaciones y, a día de hoy, no dan los números para reeditar un gobierno de progreso.
3. Alvise muerde también por el centro
Hombre, 35 años, vive en un municipio pequeño en cualquier rincón de España, votó a Vox en las últimas generales de julio del 2023 (uno de cada cuatro) y también en las últimas europeas de 2019. Tiene estudios secundarios y trabaja en el sector servicios. Esto es lo previsible respecto al perfil del votante de Se Acabó La Fiesta, el partido de Alvise que:
- Es con diferencia la formación que presenta un mayor desequilibrio de voto entre sexos: prácticamente 3 de cada 4 votantes de Alvise son hombres.
- Destaca por un voto joven, hasta los 45 años, con un pico entre los 25 y los 34 que es la generación más pesimista, la menos satisfecha con su situación económica, y la que más considera que ha bajado en clase social y que no dispone de las mismas oportunidades que sus padres, según el reciente estudio del CIS sobre desigualdades y tendencias sociales publicado en junio. Es decir, desafección en estado puro.
Lo sorprendente es cuando profundizamos en su posicionamiento ideológico, menos escorado a la derecha de lo previsible: bastante menos que el de los votantes de Vox y también menos que los votantes del PP.
SALF fue la tercera fuerza política en el segmento que se autoposiciona en el 5 ideológico con un 10% de voto, no a mucha distancia del bipartidismo y más que duplicando los resultados de Vox en este segmento central. Repetimos por si no ha quedado claro, no es que un 10% de los votantes de esta formación se autoubiquen en el 5 sino que un 10% de los autoubicados en el 5 (que es donde más españoles se sitúan) votaron por Alvise. Un dato relevador.
El fenómeno de Alvise es grave para Vox que pierde hoy un 18% de sus votantes de generales hacia esta formación (más de 550.000 votos). Pero también el PP debería estar preocupado, no tanto por su actual fuga de votantes (155.000) si no por la división del espacio de la derecha, algo que ocurre además sin ser capaz de desgastar a la formación de Santiago Abascal: el saldo entre ambos partidos (votos ganados menos votos perdidos) se mantiene equilibrado. Es decir, el PP no gana por la derecha y sí pierde por el centro, donde ha pasado de un 27% de voto en el barómetro de abril a un 19% en junio.
4. El voto joven no es bipartidista, el malestar tampoco, y se abre paso
Más de 580.000 personas han votado por correo en estas elecciones europeas, el doble que en 2014
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En las recientes elecciones europeas, el partido de Alvise se convirtió en la segunda opción de voto entre los más jóvenes (18 y 24 años), solo por detrás el PSOE, el partido más votado con diferencia, y por delante del PP. Pero es que sumados Sumar y Podemos alcanzarían un 13,2% de los votos en esta franja, y le arrebatarían a Alvise la segunda posición. Dos conclusiones:
- La brecha generacional está servida y el bipartidismo pierde fuerza con menos de un 25% de votos entre los jóvenes y en la franja siguiente entre 25 y 34 años (la mitad de lo que consiguen PP y PSOE en mayores de 55 años).
- La izquierda en su conjunto (PSOE+Sumar+Podemos) se convierte en la primera fuerza política de los jóvenes, acaparando el 30% de los votos de un segmento que es además con diferencia el menos movilizado (el más abstencionista) y convirtiéndose en el principal contrapeso al crecimiento de los populismos de derecha siempre que 1) prevalezca la unidad y 2) se dé respuesta a los problemas.
A este respecto, la radiografía social que se refleja en los últimos estudios del CIS es de malestar con un crecimiento importante de las problemáticas relacionadas con el incremento de las desigualdades, la fractura entre ricos y pobres, y el problema del imposible acceso a una vivienda que afecta especialmente a los jóvenes y a la franja de edad intermedia.
Francisco Sande es responsable de investigación social en Logoslab.