La cúpula de Vox ideó un sistema opaco de financiación orientado a ocultar el nombre de los empresarios donantes utilizando testaferros. Según informa este martes la Cadena Ser, en una reunión en diciembre de 2017, la dirección del partido de Santiago Abascal aleccionó a varios representantes locales sobre cómo debían encauzar las donaciones de empresarios para evitar que su nombre se hiciera público.
En esa reunión, según dirigentes provinciales de Vox consultados por la cadena, el vicepresidente primero de la formación ultra, Víctor González Coello de Portugal, se dirigió a ellos para explicarles un mecanismo consistente en que los empresarios donantes les otorgasen su aportación y que fueran los propios miembros de Vox quienes lo repartiesen entre testaferros —familiares o amigos de los miembros de Vox— para que fueran éstos quienes hiciesen la donación. Con este método se evita que el nombre del empresario aparezca reflejado.
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Tal y como informa la cadena, el expresidente provincial de Vox en Toledo, Daniel Molina, recibió un sobre con 15.000 euros de un empresario: "Un constructor me ofreció un sobre y me dijo que ya sabría yo como meterlo". Molina denunció el movimiento ante la Vicepresidencia provincial y tras hacerlo, dice Molina, desde Madrid la Dirección suspendió toda comunicación con él y unos meses después fue destituido.
La cúpula de Vox ideó un sistema opaco de financiación orientado a ocultar el nombre de los empresarios donantes utilizando testaferros. Según informa este martes la Cadena Ser, en una reunión en diciembre de 2017, la dirección del partido de Santiago Abascal aleccionó a varios representantes locales sobre cómo debían encauzar las donaciones de empresarios para evitar que su nombre se hiciera público.