Inmigración
Los datos desmienten el discurso xenófobo de PP y Vox: de las veinte comunidades más numerosas de inmigrantes residentes en España, sólo una procede de África
Si en algo han competido PP y Vox en las últimas semanas ha sido en copar el discurso en torno a la migración. Las posiciones ideológicas del partido conservador y del partido de extrema derecha dirigido por Santiago Abascal han sido, prácticamente, idénticas. De este modo, representantes de una y otra fuerza política han paseado la misma frase. Primero lo hizo el propio presidente del PP, Pablo Casado, quien afirmó el pasado mes de julio que "España no puede absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa". Apenas un mes más tarde, el alcalde Algeciras, José Ignacio Landaluce, le copiaba el argumento: "Toda África no cabe en Europa". Y ya en diciembre, fue Abascal quien lo manifestó: "No toda África cabe en Europa". Pero lo cierto es que un informe publicado este martes por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y basado en datos oficiales recogidos del Instituto Nacional de Estadística (INE) deja en evidencia este discurso. [El informe se puede consultar en PDF en este enlace]
Según los datos recogidos en el documento, el argumento se basa en una idea que es falsa: España no absorbe toda la población africana. Tal y como revela a través de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en nuestro país había, a 1 de enero de 2018, 20 principales grupos de población inmigrada según su nacionalidad. Procedentes de África sólo hay uno, el marroquí. A su vez, el más numeroso. Procedentes de África subsahariana —región que, según Acnur, comprende todos los países de África que no limitan con el mar Mediterráneo— no hay ninguno. De este modo, los grupos más numerosos según el país extranjero de nacimiento son los procedentes de Marruecos (713.763 personas), Rumanía (595.663), Ecuador (408.652), Colombia (386.142), Reino Unido (288.400), Argentina (261.030), Venezuela (244.973), Francia (207.918), Perú (200.530), Alemania (193.068), República Dominicana (170.500), China (165.941), Bolivia (150.247), Cuba (145.016), Italia (135.275), Bulgaria (116.536), Brasil (115.466), Portugal (104.299), Ucrania (96.784) y Rusia (87.981). Todos estos países, además, coinciden con los mayores grupos de población residente según su nacionalidad extranjera —aunque difieren ligeramente las cifras de personas—.
Principales grupos de población inmigrada según su origen nacional (foto fija a comienzos de 2018).
Pero hay otro aspecto importante: las cifras de población extranjera titular de certificado de registro o autorización de residencia —obtenidas a partir del Observatorio Permanente de la Inmigración (OPI)—. Tal y como explica la organización, "que la cifra de titulares de tarjeta de residencia sea inferior a la de personas residentes sugiere que hay población en situación administrativa irregular; cuando, por el contrario, es superior, sugiere que hay personas que mantienen el permiso español incluso cuando residen en terceros países". Si se observan estos datos, los países a los que pertenecen los grupos de población cambian. Marroquís, por ejemplo, había 773.478 a fecha 31 de diciembre de 2017. ¿Qué significa? Que, a grandes rasgos, la población marroquí está en situación de inmigración regular en España.
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En este punto, cabe destacar que se introduce el grupo procedente de Senegal. Según los datos del OPI, había 61.644. Tal y como confirma la organización, lo que esto significa es que hay senegaleses que mantienen el permiso español pero que, sin embargo, viven en terceros países.
"Lo que venimos a decir con este informe es que es bueno ver las cifras de población porque equilibran las cifras que tenemos de invasión africana", afirma Pep Buades, autor del informe, en conversación con infoLibre. Según el informe, es cierto que hay que atender la entrada irregular de personas extranjeras por vía marítima o por vía terrestre en Ceuta y Melilla. En su mayoría, sí se trata de personas procedentes de países africanos, aunque las cifras, recogidas de Acnur, no son comparables a las de la población inmigrada residente en España. "Las cifras de entradas irregulares no se corresponden con las cifras de población residente", confirma Buades. "Hay entradas irregulares, pero no es para que haya una alarma social", insiste.
"La percepción de la opinión pública depende mucho de las imágenes sobre la inmigración que entra ilegalmente por la Frontera Sur española. Hay una notable correspondencia entre esta percepción y lo que reflejan las cifras de población y de migraciones de los grupos nacionales marroquí y argelino. Lo más llamativo es la escasa importancia de los grupos de población subsaharianos, quizá con la excepción del grupo nacional senegalés", apunta el documento de la organización, que añade que hay "grupos nacionales en los que la población residente supera a la titular de autorización de residencia", lo que sugiere que estas comunidades se sitúan en una situación administrativa irregular. Y esto ocurre, y preocupa, con los venezolanos y colombianos, tal y como sentencia Buades.