Crisis del coronavirus
El 'efecto navidades' incrementó en un 70% la incidencia del virus en las aulas
Un aumento del 70% en el número de contagios. Ese es el resultado que las navidades han tenido en unas aulas que, a pesar de todo, continúan resistiendo al envite del covid-19. No viven de espaldas a la realidad. En ellas está impactando, igual que en el resto de ámbitos, la tercera ola de la pandemia que ha llegado después de las celebraciones navideñas. Se ve claramente en los datos.
En diciembre hubo, según los informes publicados cada viernes por el Ministerio de Sanidad, 1.712 nuevasinfecciones asociadas a centros educativos; en enero, 2.904. Por semanas, como indica el epidemiólogo y médico residente en Salud Pública Javier del Águila, se ve más clara la evolución y el impacto de los encuentros sociales de esas fechas. La última semana, comprendida entre el 29 de enero y este 5 de febrero, los nuevos casos notificados en las escuelas fueron 2.593; la semana anterior, 1.559; la anterior, 424. En los últimos tres meses no ha habido un aumento de casos semanal comparable.
El impacto de la Navidad también se observa en el número de aulas confinadas. Actualmente, según los datos remitidos por las comunidades autónomas al Ministerio de Educación, hay un 1,3% de aulas confinadas, aproximadamente unas 5.800, según el departamento dirigido por Isabel Celaá. Antes de las vacaciones de navidad, en cambio, el número de clases cerradas por el impacto del coronavirus no llegaba a 3.000. El porcentaje en ese momento era del 0,7%.
Responde a la lógica, según explica desde el otro lado del teléfono el epidemiólogo Daniel López-Acuña. "Cuanto más alta sea la incidencia del virus en general, más riesgo habrá de que suban los contagios en los centros educativos, porque quienes acuden a ellos, ya sea para trabajar o estudiar, están sujetos a una probabilidad más alta de contagio que en un escenario de incidencia baja", dice. Coincide con él el también epidemiólogo Fernando Rodríguez Artalejo: "Las escuelas son un reflejo de lo que ocurre fuera de ellas. De hecho, la curva de contagios del país y la de las escuelas son paralelas". Según Sanidad, el 18 de diciembre se registraron 5.771 casos en 24 horas. Este viernes, 11.073. La incidencia ahora se encuentra en 750 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Antes de navidades, en 214.
Pero, ¿qué va antes, el huevo o la gallina? Según ambos expertos, la mayoría de las infecciones se dan de las puertas de los colegios hacia fuera, en los entornos familiares. "Yo creo que es esperable que la transmisión se produzca en los entornos de la familia y de los amigos, allí donde las medidas de protección son menores", indica Rodríguez Artalejo. "Es más probable que los contagios se produzcan de la comunidad al colegio, que la alta incidencia sea la que determine un mayor número de casos observados en colegios", añade López-Acuña. Y lo mismo piensan en Educación, desde donde insisten en que "las escuelas no son un foco de contagio".
El acecho de la variante británica
Hay otro problema añadido: la variante de coronavirus detectada en Reino Unido, una mutación también conocida por los especialistas como VUI-202012/01. No se sabe con exactitud cuántos casos de este tipo de coronavirus hay actualmente en España, pero el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, estimó esta semana que su presencia se sitúa en torno al 10% del total de los contagios que hay ahora mismo en nuestro país. Hay que tener en cuenta, no obstante, que este porcentaje no es más que una media de todo el país, por lo que es probable que en una comunidad autónoma su presencia sea muy escasa y en otra, mucho más alta.
Por ejemplo, según explicó este viernes el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, en algunas zonas de Madrid esta mutación ya supone el 50% de los casos detectados. "Se consolida la presencia de la cepa británica, que en algunos hospitales está presente en el 20% de los casos, llegando al 50% en algunas áreas sanitarias", dijo en rueda de prensa. En concreto, indicó que en el Hospital Gregorio Marañón, Hospital de Alcalá y Fundación Jiménez Díaz la media de cepa británica se sitúa en el 20%; en el Hospital de Móstoles, en un 22,7%; en el Ramón y Cajal en un 14,8%; en La Paz en un 22,7%; y en algunos centro de salud como, por ejemplo, Collado Villalba, asciende al 57%, y en Moralzarzal al 50%.
La variante influye en el país y, según la lógica de los expertos, también, en consecuencia, a los colegios. ¿Por qué? Porque es más contagiosa y, por tanto, hace más rígida la curva de infecciones que debemos doblegar. El pasado 22 de enero, el propio Simón alertó de que esta mutación podría ser la dominante en nuestro país a partir del mes de marzo. "Hemos visto en países de nuestro entorno que en un periodo de entre 6 y 8 semanas la cepa puede acabar teniendo una prevalencia dominante", alertó Salvador Illa la semana pasada, cuando acababa de entregar la cartera de Sanidad a Darias.
Por eso "la variante británica supone un riesgo incrementado en colegios", señala López-Acuña. "Se sabe que la variante es más contagiosa, por lo que acelera las infecciones en las interacciones de personas. Eso da un riesgo incrementado", añade. "Es cierto que es más transmisible, así que es lógico que, con las mismas medidas de protección, se incrementen los casos. Si queremos que no ocurra, por tanto, habrá que reducir las medidas", añade Rodríguez Artalejo, que indica, en sintonía con López-Acuña, que por ahora se desconoce si esta mutación del coronavirus afectará más o menos a los más jóvenes, hasta ahora transmisores como los adultos pero con un nulo o muy leve desarrollo de la enfermedad.
La respuesta: ¿volver a casa?
Rodríguez Artalejo tiene claro que la solución es redoblar las medidas de protección. Pero, ¿será necesario volver a la educación onlineonline? Él no cree eso. "Si se ventila bien, si todo el mundo usa mascarilla, si se mantiene la distancia... Mientras no haya evidencia de un aumento de brotes de esta variable, no es necesario", indica. López-Acuña se muestra de acuerdo. "Ha cambiado la dinámica epidemiológica que tenemos en la comunidad de fuera de los colegios y eso puede incrementar el riesgo", dice. Pero no hay que tomar una decisión tan radical de manera tan temprana. "Si tuviésemos una intensificación habría que plantear un cierre de escuelas", afirma. Pero es la última alternativa, según indican los sindicatos y fuentes del Ministerio de Educación, que indican a infoLibre que "es importante mantener la escuela abierta".
No hacerlo tiene un gran impacto en los más pequeños. Sobre todo en el terreno académico. Sonia García, maestra de Infantil y Primaria en un colegio de Madrid y miembro del sindicato de profesores Anpe, lo sabe bien. Según explica desde el otro lado del teléfono, los más pequeños ya perdieron un tiempo sagrado en el último trimestre del anterior curso, interrumpido de golpe por la llegada del coronavirus. Ahora, las medidas de seguridad también les roban minutos muy valiosos. "Se ha reducido el tiempo que tienen los niños para estar aprendiendo porque hay que encajar en él todo lo que conllevan las medidas higiénico sanitarias. Entrar por turnos, lavarse las manos… Todo eso quita tiempo efectivo de clase", lamenta. Por no hablar, dice, de cuando el covid-19 ha obligado a los alumnos a confinarse otra vez y a volver a la educación online. "Todo esto está afectando al conocimiento de los alumnos", afirma.
Muchas veces, critica, el confinamiento de un aula obliga a maestros como ella a dividir su tiempo en atender presencialmente a las clases que continúan abiertas y digitalmente a las que han sido enviadas a casa. Y eso se hace mejor o peor dependiendo "de la voluntad y la vocación del docente". "Son situaciones que no son fáciles y por eso estamos reclamando unos protocolos nuevos que recojan todo esto", explica. Más que nada para que los alumnos más desfavorecidos no sigan perdiendo, puesto que muchos, lamenta, no han podido recuperar todo lo que dejaron de aprender a finales del curso 2019-2020. "Seguramente muchos alumnos han podido recuperar lo perdido, pero otros no por los medios. Recuerdo que muchos compañeros pasaron semanas hasta tener el contacto de algunos padres", dice. En este sentido, una encuesta realizada por Save the Children entre 2.290 familias españolas reveló que el 32% no cuenta con ningún equipo en funcionamiento —ni ordenador, ni portátil, ni tablet— y un 23% reconoció no disponer de los medios de conectividad adecuados para poder facilitar el acceso de los alumnos a los recursos ofrecidos por parte de las escuelas.
Los brotes en colegios apenas descienden en la última semana, mientras en el resto de ámbitos bajan un 27%
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Desde CCOO y UGT también señalan que si la situación de los colegios no es la hecatombe que se esperaba es gracias a la comunidad educativa. "El primer trimestre fue ejemplar por parte de los profesores, los equipos directivos y los alumnos, que nos dicen que se están portando como nunca y que son respetuosos y escrupolosos con las medidas de seguridad como los que más", celebra Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO. "Si ha funcionado la vuelta al cole es porque la comunidad educativa se ha implicado muchísimo", añade Maribel Loranca, responsable de Enseñanza de FeSP-UGT.
Ninguno de ellos quiere que las aulas vuelvan a los domicilios, puesto que eso, ya se demostró, aumenta las desigualdades entre los alumnos. Lo que piden por tanto es que los protocolos se actualicen, al igual que se hace con las medidas que semanalmente van aplicando los gobiernos autonómicos. "Hasta ahora, los centros educativos no han sido un lugar de contagio comunitario, pero no sé si ahora podemos seguir afirmando lo mismo, así que pedimos que se reúnan las autoridades para que se establezcan umbrales claros a partir de los cuales habría que volver a una educación online", dice García. "Nosotros estamos pidiendo que se revisen y actualicen los protocolos a la situación, además de que se incluya al personal docente dentro de los grupos cuatro y cinco de vacunación, que ahora están en el noveno. Es un personal esencial y prioritario", añade Loranca, que recuerda que desde UGT han pedido cerrar las aulas en Andalucía, Murcia y la Comunitat Valenciana.
"Es la ultimísima medida que hay que tomar", añade. También por el impacto emocional que eso tiene en los pequeños. Y por la complicación que supone para los docentes. "Estados agotados, estresados y quemados", sentencia García.