Eduardo Esteban, gerente de la empresa Transamed, contratada por Encarnación Burgueño, la directora de la empresa Cardio Líder a quien ordenó supuestamente la Comunidad de Madrid suministrar "ayuda urgente" a residencias de ancianos durante el punto álgido de la pandemia del coronavirus, ha asegurado este viernes que dicha ayuda fue "totalmente insuficiente".
Así lo ha indicado durante su comparecencia en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre Residencias y covid-19 entre febrero y junio de 2020, recogida por Europa Press. Según ha explicado Esteban, Burgueño les contrató a finales de marzo "verbalmente" para que su empresa privada de ambulancias pudiera acudir a geriátricos de la región en muy mala situación para "valorar e intervenir" sobre usuarios graves in situ.in situ
El compareciente no ha sabido explicar si la responsable de la Operación Bicho presentó un proyecto a la Comunidad, que fue aprobado para comenzar este servicio, como afirmó en la anterior sesión de esta comisión, "o fue por su padre (que fue director de Hospitales de la Comunidad en una época de Gobierno de Esperanza Aguirre), que ella nombraba tanto y que nos dijo que estaba allí para ayudar".
Transamed contaba, ha detallado el interviniente, con cinco o seis ambulancias de intervención rápida y tres equipos asistenciales compuestos cada uno por un médico y un enfermero, además de los técnicos.
"Yo suministré epis a residencias que no tenían absolutamente nada. Yo suministré medicación de urgencia y rescate. Y también oxigenoterapia. Se nos acabaron las diez botellas de oxígeno. Yo estuve en varias residencias. Nosotros atendimos de urgencias. Y ellos (los de Cardio Líder), estaban en un despacho sentados y nosotros pasándolo canutas en las residencias", se ha quejado.
Esteban ha recalcado que su encargo no fue hacer un estudio de campo, como dijo en la anterior día en la comisión Burgueño, sino una "primera ayuda de urgencia" y valorar "e intervenir" en pacientes graves en los propios centros. "Lo que percatamos es que esto se nos iba mucho de las manos", ha resumido.
Lo que encontraron en residencias
El gerente de Transamed ha detallado que no contaban con test para poder separar a los residentes con covid-19, en muchos centros no había epis ni paracetamol ni morfina en los geriátricos que visitaron. Ante ello, pedían material a Burgueño pero o se los facilitaba tarde o no se los daban, ha apuntado. Por ello, en un momento dado se quedaron sin material y pidieron a Burgueño algún documento de la Comunidad para poder acudir al banco a pedir dinero para seguir comprando epis, "que en ese momento era complicado".
Estos trabajadores encontraron residencias de ancianos sin mascarillas, con empleados en bolsas de basura. "A nosotros nos dijeron que entráramos sin epis para dar aliento. Y no fue solo el primer día, como dijo Encarni Burgueño. Tuvimos que conseguir los epis de Ifema", ha relatado Eduardo Esteban.
"Cuando fuimos a algunas residencias nos dijeron que habían rezado a Dios y pedido ayuda y habéis venido vosotros. Y es que en algunos centros estuvieron hasta casi dos semanas sin que apareciera un médico. En uno de ellos, el más grande, tenían médico pero era de alto riesgo y no aparecía por allí, solo para firmar los certificados de defunción. Lo que yo vi es que allí no apareció nadie", ha detallado.
Quienes sí llegaron fueron los militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que explicaban a los empleados y directores de geriátricos cómo tenían que limpiar y aislar a los enfermos. "Pero nosotros íbamos después y veíamos que no se cumplían esas normas en bastantes sitios. Volvíamos a indicar dónde se tenían que hacer esas cuestiones. Hubo residencias que se cuidaban bien, otras estaban sobrecargadas y otras con trabajadores de la propia residencia durmiendo en el suelo", ha revelado.
Eduardo Esteban y sus equipos encontraron igualmente en el centenar de residencias a las que acudieron en las dos semanas en los que estuvo en marcha la llamada Operación Bicho enfermos muy graves "sin estabilizar" y que no podían ser enviados a hospitales por los protocolos vigentes en esa época que el compareciente ha asegurado que no vio pero que sabía que existían porque "se lo comentó varias veces Encarni".
De hecho, ha aseverado que solo derivaron a un paciente residente a los hospitales cuando ellos hubieran trasladado a muchísmos más. Por tanto, considera que la atención con el material y equipo humano que tenían era "insuficiente" para tantos geriátricos que hay en la región.
"Podíamos haber salvado a más gente si hubiéramos tenido más medios y tiempo. Vimos morir a personas sin sedación y hay personas que murieron sin condiciones dignas. Vimos también cadáveres sin retirar. Los que nosotros vimos morir, sufrieron", ha remarcado el interviniente.
Una factura de 16.000 euros sin pagar
Todo ello generó, según Eduardo Esteban, una factura de 16.000 euros, aunque cree que en realidad fue más, pero que Transamed no ha cobrado nada. "No nos tenemos que enriquecer por esto, lo hicimos más por interés personal. Nos metimos de lleno en terreno personal. Lo pasamos bastante mal dentro de las residencias, pero hicimos lo que buenamente pudimos", ha subrayado.
Y ha responsabilizado de la falta de pago a Encarnación Burgueño, que fue quien les contrató. Por esta deuda y por otras, el gerente de Transamed ha asegurado que una de sus dos empresas se encuentra en concurso de acreedores y los trabajadores que actuaron en la Operación Bicho tampoco han cobrado nada.
Además, Esteban ha relatado que tras dar a conocer lo ocurrido fue despedido "fulminantemente" de su trabajo como técnico de Emergencias del Summa-112. Por todo ello, ha contado que ha demandado a Cardio Líder por impago y también plantea demandarles por "robo" porque les dejaron un médico "y no se lo han devuelto". "A mí me han arruinado", ha exclamado.
Además, el compareciente ha denunciado que ha sufrido acoso y amenazas por parte de un empresario y de otras personas anónimas tras aparecer en prensa. "Todo el mundo nos ha dado la espalda, no nos ha agradecido nada. Parecemos apestados, cuando hemos hecho lo posible para ayudar a los mayores", ha sostenido.
Igualmente, se ha quejado que no le han contratado ya más sus ambulancias "en plena pandemia". "Hemos visto cómo pacientes covid les trasladaban en autobuses de Alsa mientras nosotros hemos intentado ceder nuestros recursos y no nos han dejado", ha contado.
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De hecho, Esteban ha manifestado que ofrecieron sus uvis móviles al Summa y Castilla y León. Y, a preguntas de los diputados de la oposición, ha respondido que le pareció "muy extraño" que el Ayuntamiento ofreciera ayuda del Samur a residencias de Segovia y Soria en plena pandemia "cuando Ifema estaba sobrecargado y pacientes sin asistencia". "Fue vestir un santo para desvestir a otro", ha afeado.
Por otro lado, el compareciente ha indicado que no sabía que Burgueño no tenía ningún contrato oficial con la Administración regional, como dijo ella en comisión. "Por eso le pido los contratos o algo para certificar ese gasto. El gasto de material era enorme. Es una labor personal casi más que otra cosas. Me volqué hasta que vi que no tenía más medios para atender a esos pacientes", ha señalado.
Por último, en gerente de Transamed ha subrayado que hizo contratos "de larga duración" a los médicos que tenía contratados, frente a las acusaciones de que no les dio de alta en la Seguridad Social. Y, a preguntas de diputados, ha aseverado que no vieron diferencia en la situación y número de fallecidos por titularidad pública, privada o concertada de los centros residenciales.
Eduardo Esteban, gerente de la empresa Transamed, contratada por Encarnación Burgueño, la directora de la empresa Cardio Líder a quien ordenó supuestamente la Comunidad de Madrid suministrar "ayuda urgente" a residencias de ancianos durante el punto álgido de la pandemia del coronavirus, ha asegurado este viernes que dicha ayuda fue "totalmente insuficiente".