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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Feijóo y Moreno se quedan solos con Vox: Bruselas y Moncloa se mueven para pararles los pies por Doñana

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La Comisión Europea estudiará “el uso de todos los medios a su alcance”. Este lenguaje no es habitual en Bruselas de cara a proyectos legislativos regionales. Las consideraciones suelen ser más vagas y difusas. Pero Doñana es un tema especialmente sensible en la Unión Europea y lo ha querido dejar escrito muy claro y blanco sobre negro Virginijus Sinkevičius, actual comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca.

Este jueves se conoció la respuesta del comisario ante preguntas de eurodiputados socialistas españoles sobre la proposición de ley iniciada en el Parlamento andaluz por el PP y Vox para regularizar regadíos en el entorno del parque nacional de Doñana, ahora en pleno epicentro de la batalla política a poco más de un mes de las elecciones municipales del 28M.

Y en Bruselas están muy atentos a lo que está pasando y muestran claramente ya su negativa a esa ley autonómica, como llevan advirtiendo varias veces desde las últimas semanas. “La Comisión está al corriente del proyecto de ley presentado”, explicitó el comisario, a la vez que advirtió de que, si se aprueba en los términos planteados ahora en el Parlamento andaluz, se podría “infringir el derecho de la UE aplicable en materia de la Unión Europea”.

Llegada esa aprobación (que ahora se tramita vía de urgencia en Sevilla), la UE estudiaría todos los medios a su alcance. El proceso, como es habitual, pasa primero por una advertencia al país miembro y la petición de cambiar los aspectos que se consideran contrarios al derecho europeo. En caso de que no se modificara, llegaría el turno del Tribunal de Justicia de la UE. Un fallo en contra de la norma haría que la Comisión exigiera de nuevo el cambio o derogación. Al final de todo esto podría derivar incluso en multas millonarias para el país.

Feijóo desoye a Bruselas

Pero esta advertencia de Bruselas no tiene por ahora ningún efecto en el Partido Popular. De hecho, este jueves Alberto Núñez Feijóo se trasladó a Huelva. A 2.119 kilómetros de la capital europea, volvió a alinearse con Juanma Moreno, el barón del partido con más ascendente ahora mismo. Nada de arrepentimiento ni de abrir la puerta para presionar al malagueño para que desista de su propósito. La culpa de todo para él la tiene Pedro Sánchez. 

Feijóo desoye, por tanto, las peticiones del Gobierno central (Pedro Sánchez viajó hasta Doñana este jueves), de la UE y de la comunidad científica, que tratan de parar la proposición de ley del PP en alianza con la ultraderecha. El presidente de los populares obvió esa presión durante un acto de precampaña en Huelva y acusó a Sánchez de “manosear Doñana”. Sus mensajes están pensados principalmente hacia los regantes y las familias que viven del campo en esa provincia: “Sánchez ha incumplido con Doñana, con los agricultores, ganaderos y con Huelva”. Con otro argumento de manual de Génova 13: “No es coherente venir en Falcon”.

Detrás de las palabras de Feijóo está también una intención electoral. Huelva, como dicen en el PSOE, ha sido uno de sus grandes “bastiones”, una provincia en la que logran uno de los porcentajes de voto más altos de toda España. Además, dominan la Diputación y la capital. Es cuna de dirigentes con mucho peso en el PSOE-A como Mario Jiménez o María Márquez, que está en la dirección Federal y muchos en el partido la sitúan como una de las caras del futuro. Pero el PP de Juanma Moreno quiere consolidar, en cambio, los resultados que logró en las autonómicas (con más del 42%).

Sánchez presiona a Andalucía

En el Gobierno ven como una auténtica “barbaridad” el paso dado por el PP en Doñana y lamenta que sea por razones electorales, señalan en Moncloa y en Transición Ecológica. El Ejecutivo central piensa dar la batalla y está convencido de que se parará el plan del PP y de Vox. Fuentes gubernamentales insisten en que la ley será llevada al Tribunal Constitucional, con la consecuente suspensión temporal. Por el momento no puede mover ficha en los tribunales porque la ley no está aprobada.

Creen en el Gobierno, asimismo, que la única salida que hay es que el PP desista durante este tiempo de aprobar la ley. La vicepresidenta Teresa Ribera no planea reunirse con Juanma Moreno hasta que no cambie de opinión y dé una vuelta a sus planes. La indignación es total en el Gobierno de coalición por una posible ley que va contra las sentencias de la Unión Europea, en unos tiempos donde hay una enorme preocupación, además, por la sequía que está azotando al país en pleno mes de abril. Fuentes gubernamentales avisan de que la aprobación de esta ley podría conllevar hasta multas coercitivas para España y riesgo de pérdida de fondos europeos.

El presidente Sánchez se desplazó este mismo jueves al parque nacional de Doñana para hablar con los trabajadores y presionar al PP para que no siga con la tramitación en el Parlamento andaluz. En una comparecencia ante los medios, el jefe del Ejecutivo exigió a los populares que “rectifiquen” y que vuelvan a la “legalidad europea”. Se mostró alineado con la Unión Europea y recordó que se ha conocido “de nuevo un posicionamiento rotundo y tajante”.

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El PP de Feijóo vuelve a abrazar un tema que le distancia de las posturas de Bruselas, algo ya habitual en la época de Pablo Casado. Hace apenas unas semanas la Comisión Europea daba el visto bueno al sistema de pensiones ideado por José Luis Escrivá, pero el líder popular no deja de criticarlo y de ensalzar la vía francesa (recortes y manifestaciones en las calles). Los populares también han desplegado una ofensiva contra la gestión de los fondos europeos por parte de La Moncloa, mientras España es líder en los desembolsos y es felicitada por la Comisión, empezando por la conservadora y presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen. También este jueves, la Comisión Europea, a través de una respuesta del comisario Paolo Gentilioni, tumbó la críticas del PP sobre los fondos y dijo que España cumplía de manera "oportuna".

El paso dado en el Parlamento andaluz también ha supuesto un giro de Moreno Bonilla, que se había presentado como un dirigente moderado y que incluso vendió cuando accedió al Palacio de San Telmo su “revolución verde para convertir a Andalucía en un referente mundial de la lucha contra el cambio climático”. Un político que conectaba en directo con los programas visiblemente indignado con los incendios como el de Sierra Bermeja: “Daremos con los autores, que no duerman tranquilos”. Ahora su mensaje cambia totalmente, intentando la regularización de regadíos en un acuífero sobreexplotado. El líder del PP-A se ha visto también arrinconado por la presión de Vox y su crecimiento en el Condado de Huelva.

Ahora el malagueño trata de contrarrestar las críticas de la oposición envolviéndose en un discurso de corte andalucista: “Nadie va a venir desde un ático del Paseo de la Castellana a decirnos lo que podemos y no podemos hacer. No voy a tolerar la actitud displicente con el Gobierno andaluz, con los andaluces, de subordinación y subyugación”. A última hora del jueves, Moreno y Feijóo estuvieron juntos en un acto electoral en Mariena del Alcor (Sevilla), con el líder de la Junta insistiendo en ese estilo: "El Gobierno de Pedro Sánchez no nos va a dar ni agua, lo tengo absolutamente asegurado".

La Comisión Europea estudiará “el uso de todos los medios a su alcance”. Este lenguaje no es habitual en Bruselas de cara a proyectos legislativos regionales. Las consideraciones suelen ser más vagas y difusas. Pero Doñana es un tema especialmente sensible en la Unión Europea y lo ha querido dejar escrito muy claro y blanco sobre negro Virginijus Sinkevičius, actual comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca.

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