CRISIS INSTITUCIONAL
El Gobierno y el PP confían en un pacto “en días” sobre el CGPJ pero chocan en el sistema de elección
Los cuatro años del bloqueo del Consejo General del Poder Judicial pueden acabarse "en días". El Gobierno y el Partido Popular siguen negociando con ese objetivo aunque en estos momentos se están buscando vías para poder solventar la principal diferencia: el cambio en el modelo para que sean los jueces los que elijan este organismo en el futuro. Alberto Núñez Feijóo pide que quede un compromiso por escrito para esto, mientras que Pedro Sánchez rechaza esa condición.
La renovación del Poder Judicial marcó todos los actos de este miércoles por la Fiesta Nacional. El desfile militar en la Castellana tuvo la ausencia de Carlos Lesmes, que dimitió el domingo por la noche como presidente del Consejo General del Poder Judicial, y de algunos vocales conservadores del CGPJ, del Supremo y de la Audiencia Nacional al sentirse “despreciados” por el Gobierno al llegar tarde su invitación. Sí acudieron a la recepción posterior ofrecida por los monarcas en el Palacio Real.
Esa recepción fue un hervidero político, con la vuelta de los tradicionales corrillos entre altos dirigentes y periodistas. El tema más comentado fue esa negociación exprés y discreta emprendida por el Gobierno y el Partido Popular tras la reunión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. La última oportunidad, como dicen desde las dos partes.
El presidente del Gobierno explicó en una conversación en el Palacio Real que quería ser cauto porque puede estar cerca el pacto pero que el cambio en el modelo de elección de los jueces no puede ser una condición para ello, por lo que ahora hay que encontrar vías. Para el jefe del Ejecutivo, el PP tiene que tomar una decisión: cumplir o no la Constitución.
Según Sánchez, son conocidas las discrepancias. No obstante, reflexionó, si se quiere un acuerdo, se debe subrayar la voluntad del Gobierno por que se cumpla la Carta Magna. El Ejecutivo ha querido siempre renovar el Consejo, comentó el presidente, que rememoró que se llegó a un acuerdo con la anterior dirección del Partido Popular sobre criterios de idoneidad de los candidatos, por lo que eso nunca ha sido un problema.
Lo que recordó el presidente del Gobierno es que esa reforma que pide el Partido Popular ya ha sido rechazada hasta en dos ocasiones por el Congreso de los Diputados, por lo que no hay una mayoría para ello. Y ha dicho que el Gobierno y el PSOE no van a cambiar en esa posición. Reconoció que es bueno que se reconstruyan consensos básicos, remarcando que siempre que el PSOE ha estado en la oposición se ha llevado a cabo esa renovación.
Feijóo quiere un compromiso para cambiar la ley
Feijóo, que se estrenó como líder de la oposición en este 12-O, reconoció que se puede lograr en días la renovación si se cumplen los criterios de idoneidad y abogó por cambiar la ley, con un compromiso por escrito, para un nuevo sistema de elección, algo que se podría hacer en seis meses, en su opinión.
También estuvo presente en el Palacio Real el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que es el encargado de negociar este pacto con el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons. El dirigente socialista aseguró que “progresa adecuadamente”. En una línea similar, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, comentó que podía ser “en cuestión de días”.
España vive una profunda crisis institucional por la situación en la que se encuentra la Justicia, con el Poder Judicial sin renovar, con un presidente dimitido, y con el órgano de los jueces incumpliendo la ley al no haber nombrado todavía a dos miembros del Tribunal Constitucional (lo debían haber hecho antes del 13 de septiembre). Sánchez convocó a Feijóo para una reunión el lunes, que supone la última oportunidad para intentar el desbloqueo. El Pleno del Poder Judicial se cita este jueves para abordar la era post Lesmes.
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Este intento de negociación se produce a unos días de que Sánchez y Núñez Feijóo vuelvan a protagonizar, el martes que viene, un cara a cara en el Senado. Las relaciones entre los dos son malas desde hace meses, con La Moncloa quejándose de la oposición destructiva de los populares y con Génova 13 denunciando que el presidente se quiere apropiar de todas las instituciones. Los dos tienen en mente, además, que el próximo mes de mayo se celebrarán unas elecciones municipales y autonómicas cruciales, que pueden determinar el clima para las generales de finales del año que viene.
Este 12-O supuso la vuelta a la normalidad del desfile militar, que contó con más de cuatro mil participantes en el Paseo de la Castellana. Pero ese tono festivo no se notó en la la llegada del presidente del Gobierno, que fue abucheado, silbado e increpado por el público, que profirió descalificativos y exigió su dimisión. Otras de las polémicas del día fue que los reyes tuvieron que esperar unos segundos a la llegada del jefe del Ejecutivo, que era el encargado de recibirlos. En su conversación con la prensa, el dirigente socialista sostuvo: “He salido a menos cuarto, cuando me han dicho”. El líder de la oposición se refirió al tema y dijo que no pensaba que fuera “intencionado”.
Al acto asistieron todos los presidentes autonómicos, a excepción de los de Cataluña (Pere Aragonès) y País Vasco (Iñigo Urkullu). Y estuvieron todos los miembros del Gobierno, a excepción de Nadia Calviño, Teresa Ribera y Joan Subirats, por motivos profesionales y personales. Otra de las imágenes que dejó esta Fiesta Nacional fue una conversación distendida entre Núñez Feijóo y Santiago Abascal en la tribuna de invitados.