A falta de 48 horas para que termine el plazo que la Junta Electoral marca para el registro de coaliciones electorales, Podemos y Sumar todavía no han llegado a un acuerdo. Ambas partes negocian, de manera discreta, para que el anuncio llegue antes del viernes. "Creo que no llegaremos al último minuto y podremos dar buenas noticias en breve", aseguró este miércoles el eurodiputado y recién nombrado portavoz de campaña de Sumar, Ernest Urtasun, que ha querido trasladar un mensaje de "optimismo" frente al "ruido" que se ha generado en las últimas horas.
Un ruido que en Sumar atribuyen, especialmente, al exlíder de Podemos, Pablo Iglesias. El pasado lunes acusó a Más Madrid, Compromís y los comunes de tratar de vetar la presencia de la formación morada, una afirmación que se apresuraron a desmentir representantes de los tres partidos y que también ha negado Urtasun. "Lo quiero decir de manera muy clara y lo han dicho todas las organizaciones: no se está planteando ningún veto", ha afirmado el eurodiputado.
El mensaje de Iglesias va en la línea de lo que sostiene en privado la dirección de Podemos, con Ione Belarra a la cabeza. En la formación están convencidos de que algunos de los potenciales aliados de Díaz quieren ningunearles de cara a la negociación con la vicepresidenta Yolanda Díaz. Sin embargo, tanto Belarra como las número dos y tres de Podemos, Irene Montero y Lilith Verstrynge, evitan pronunciarse sobre el asunto —ya sea a través de los medios de comunicación o en sus redes sociales—para no perjudicar las negociaciones y, en el caso de que haya acuerdo, para tratar de que la convivencia de ese grupo parlamentario sea lo más pacífica posible.
Iglesias asume, por tanto, el rol de poli malo y verbaliza todo aquello que los actuales dirigentes de Podemos no pueden decir públicamente por el coste político y el desgaste que les acarrearía de cara a una futura alianza. "El pensamiento de Podemos y el de Iglesias coinciden, él está en la trinchera mediática, lee lo que está pasando y lo cuenta porque puede. Los demás partidos filtran a los medios e Iglesias habla a los medios", explican fuentes cercanas a la dirección del partido. En ese sentido, aseguran que el exvicepresidente del Gobierno trata de defender a Podemos frente a las "verdades interesadas" de otros partidos.
El silencio de la cúpula frente a la sobrexposición de Iglesias
Desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el adelanto electoral el pasado 29 de mayo, Belarra solo ha hablado públicamente en dos ocasiones. La primera fue ese mismo día, cuando hizo un llamamiento a la unidad en la sede de Podemos. "Estamos trabajando ya para darle a la ciudadanía progresista de este país la noticia que lleva tanto tiempo esperando, para que este espacio se presente unido a las elecciones y salgamos a ganar, no solo a revalidar el Gobierno de coalición, sino a gobernar con más fuerza", aseguró entonces. El silencio informativo ha durado más de una semana y este miércoles ha incidido en la misma idea. "Nosotros queremos cerrar un acuerdo lo antes posible. Podemos ha estado donde ha estado siempre, que es trabajando por la unidad", ha afirmado.
Por su parte, ni Montero ni Verstrynge se han pronunciado públicamente sobre el estado de las negociaciones con Sumar, más allá de publicar algunos tuits el pasado domingo reivindicando el papel de Podemos. Ese perfil bajo forma parte de una medida estrategia por parte de los morados y contrasta con la presencia mediática que sí han tenido otros potenciales aliados de Sumar como la portavoz de Más Madrid, Mónica García, o el de Compromís, Joan Baldoví, que han concedido entrevistas en varios medios en los últimos días.
La ausencia mediática de la dirección de Podemos no implica que los morados se hayan desdibujado del mapa. Es el propio Iglesias el que está lanzando algunas consignas en los medios y lo hace gracias a los espacios en los que participa: la tertulia semanal en la Cadena Ser, Rac1, la televisión pública TV3, el periódico Ctxt y Canal Red. Este último foro, dirigido por el propio Iglesias, cuenta con varios programas de análisis y debate en los participan miembros de Podemos —como los portavoces nacionales Javier Sánchez Serna o María Teresa Pérez o el diputado Rafael Mayoral— . El exvicepresidente no tiene ningún reparo en hablar sobre las negociaciones con Sumar y aunque suele repetir que la unidad es imprescindible, también reivindica a Podemos como un actor necesario para garantizar el éxito del proyecto de Díaz.
Nadie en Podemos niega que el exvicepresidente del Gobierno sigue teniendo mucha influencia dentro del partido, la formación que lideró desde su nacimiento hasta 2021. La dirección de Belarra cierra filas con esa estrategia y considera que Iglesias es el "único que les defiende" en los medios de comunicación. Él mismo se considera un "activo mediático" del partido y asegura que cumple ese rol a petición de la propia Belarra porque "no hay casi nadie que defienda las ideas de Podemos en las televisiones y en las radios". Por ese motivo, aunque Iglesias siempre defiende que él ya no está atado a los corsés de la política institucional y es libre de decir lo que quiera, sus mensajes siempre se interpretan en clave de partido.
La continuidad de Irene Montero
Iglesias también ha censurado las "presiones" que hay para que Irene Montero esté "fuera" de Sumar y ha pedido no caer en dinámicas de "venganza" y "humillación". Lo cierto es que el perfil de Montero, encargada de la cartera de Igualdad esta legislatura, despierta recelos en algunos de los aliados de Sumar, que piden que se eche a un lado. Así lo trasladó públicamente el número dos de Rita Maestre en el Ayuntamiento de Madrid, Félix López Rey, que incluyó a Belarra en esa exclusión. "Imponer a Irene Montero y Ione Belarra, las Ministras peor valoradas del Gobierno, es un error de Pablo Iglesias que pone en peligro la construcción de una alternativa de progreso. Es tiempo de generosidad y altura de miras. Garzón marcó el camino", señaló.
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Nada se sabe de los siguientes pasos de Montero y hay quien apunta a que podría renunciar para no entorpecer el acuerdo, pero en Podemos también creen que el desgaste de Montero tiene que ver con la acción coordinada de la derecha y la extrema derecha para tratar de ridiculizar su figura y poner en cuestión al ministerio de Igualdad. Por tanto, consideran que si Montero renuncia por el veto de otras fuerzas de izquierdas, eso lanzaría el mensaje de que las presiones de PP y Vox dan resultado.
Aunque desde Sumar aseguran que todavía no se está hablando de nombres concretos y que esa fase llegará a partir del viernes, la lista por Madrid, que previsiblemente encabezará Díaz, se perfila como una de las más complicadas. Es una de las circunscripciones que más escaños reparte y en la que, en 2019, concurrió la titular de Igualdad, Irene Montero, como número dos y el líder del PCE, Enrique Santiago, como tres. También es en la que se presentó Íñigo Errejón con su marca propia. Aunque todas las partes apelan a la "discreción" sobre la presencia de sus máximos representantes, la vicepresidenta segunda deberá encajar ahí a los perfiles independientes.
A día de hoy el peso de cada organización en las listas, el reparto de fondos y el funcionamiento del grupo parlamentario son las tres principales cuestiones polémicas en la negociación. Desde Sumar apelan a la discreción para encajar el puzzle de partidos, aunque también admiten que el tiempo corre en su contra.
A falta de 48 horas para que termine el plazo que la Junta Electoral marca para el registro de coaliciones electorales, Podemos y Sumar todavía no han llegado a un acuerdo. Ambas partes negocian, de manera discreta, para que el anuncio llegue antes del viernes. "Creo que no llegaremos al último minuto y podremos dar buenas noticias en breve", aseguró este miércoles el eurodiputado y recién nombrado portavoz de campaña de Sumar, Ernest Urtasun, que ha querido trasladar un mensaje de "optimismo" frente al "ruido" que se ha generado en las últimas horas.