moción de censura

Iglesias tratará de mostrarse como presidenciable y dejará que Montero sea el azote del PP

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante una entrevista con Efe.

Podemos quiere contrarrestar el relato con el que el PP busca desvirtuar su moción de censura, cuyo debate se celebrará este martes. Si la estrategia de los conservadores se basará en tratar de señalar que la iniciativa del grupo morado no es más que un "numerito" y que su candidato, Pablo Iglesias, únicamente busca el "espectáculo", Podemos tratará de esquivar estas acusaciones presentando un Iglesias con un tono menos áspero y más calmado que en otras ocasiones. Así, quien llevará el peso de las críticas más duras será la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, que además será quien abra el turno de intervenciones del debate.

La tercera moción de censura a nivel estatal desde la reinstauración de la democracia comenzará a debatirse en el Congreso este martes a las 9 de la mañana, la hora decidida por la presidenta de la Cámara, Ana Pastor. La primera en hablar será Montero, que intervendrá en representación del grupo de diputados que suscriben la moción y cuyo discurso no tendrá límite de tiempo. Una vez ella termine será el turno de Iglesias, que subirá a la tribuna como candidato para desgranar -también sin cortapisas temporales- su programa de gobierno. No obstante, entre ambos podría intervenir algún miembro del Gobierno, dado que el Reglamento les permite hacerlo cuando lo deseen.

Según fuentes de Podemos, está previsto que tanto el discurso de Montero como el de Iglesias sean largos: en torno a hora y media el de la portavoz y cerca de las dos horas el del candidato. La idea es que Montero se dedique primero a "la parte destituyente" de la moción, es decir, que su función sea la de crítica al PP y al Gobierno, mientras que la intervención de Iglesias tendrá como objetivo presentar un programa en el que se aborden de manera "ilusionante" los "grandes problemas" de España, según expone un dirigente de Podemos.

En este sentido, el candidato tiene previsto abordar propuestas contra la corrupción, de carácter económico y también para solucionar el problema territorial, un punto que tendrá como protagonista a Cataluña pero que servirá a Iglesias para plantear un nuevo modelo territorial. Según fuentes de la dirección del partido morado, en la parte económica Iglesias planteará algunas de las medidas ya clásicas de Podemos -la subida del salario mínimo, la revalorización de las pensiones, la instauración de un plan de choque contra la pobreza o el establecimiento de un impuesto a la banca-, aunque con una importante novedad: las referencias a Portugal, donde el Gobierno de izquierdas ha puesto en marcha algunas de estas iniciativas.

Un recorrido histórico desde el siglo XIX

Estas fuentes deslizan que Iglesias tiene pensado hilar sus propuestas programáticas a través de un relato en el que la historia de España jugará un papel importante, ya que pretende hacer un recorrido histórico que refleje cómo las élites, a su juicio, llevan desde el asentamiento del Estado liberal en España en el siglo XIX utilizando las instituciones en su beneficio particular. Este repaso servirá a Iglesias, apuntan fuentes de la dirección de Podemos, para exponer su "proyecto de país" y para comparar la situación actual con "el país que puede venir", apuntan varios dirigentes de Podemos.

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La estrategia tiene, además, un segundo pilar: Iglesias tiene decidido utilizar un tono "tranquilo y reflexivo" a la hora de desgranar sus medidas para intentar potenciar su faceta de "hombre de Estado" y alejarse de la imagen combativa que habitualmente muestra en sus intervenciones en Congreso. No obstante, eso no implica, señalan las fuentes consultadas, que no vaya a insistir en lo excepcional de los casos de corrupción que afectan al PP para justificar la presentación de la moción de censura.

Iglesias no tiene previsto ser especialmente incisivo con el PSOE, ya que Unidos Podemos entiende que la jornada del martes debe centrarse en enarbolar una crítica contundente al Gobierno del PP. Fuentes de la dirección del partido morado explican que, en su discurso, Iglesias tiene previsto incluso saludar el cambio de dirección en el PSOE y tender la mano al entendimiento entre los socialistas y Unidos Podemos. Las palabras dedicadas a Ciudadanos serán menos positivas: según estas fuentes, la idea de Iglesias pasa por reflejar que un pacto con el partido naranja es imposible por su apoyo al PP.

Lo que todavía es una incógnita es la duración total del debate, aunque los dos precedentes -las mociones de censura presentadas en 1980 y 1987- invitan a pensar que se alargará hasta el miércoles. Y es que, tras los discursos de Iglesias y Montero y el receso para comer, tendrán media hora para hablar todos los grupos parlamentarios: comenzará el Grupo Mixto y después irán, en este orden, el PNV, ERC, Ciudadanos, Unidos Podemos -en cuyo turno tendrán ocasión de hablar representantes de En Marea, En Comú Podem e IU-, el PSOE y el PP. Además, cualquier miembro del Gobierno puede intervenir cuando lo considere oportuno.

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