La última edición del Informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) revela que España, a pesar de que escala posiciones de forma muy leve en Matemáticas y Ciencias, sigue estando por debajo de la media de los países de la OCDE, es decir, de las economías más desarrolladas del mundo, en los conocimientos y destrezas que mide este informe cada tres años. La situación es, por tanto, de estancamiento. Sin embargo, este documento también evidencia una tendencia preocupante. El sistema educativo español, considerado hasta la fecha muy equitativo, experimenta un avance hacia la desigualdad. De hecho en 2012, los alumnos con un nivel socioeconómico favorecido superaron a los alumnos menos favorecidos en 34 puntos. Se trata de una diferencia superior de seis puntos respecto a la observada en 2003.
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Leve mejora en los resultados. Aunque escalan posiciones, los jóvenes españoles de 15 años –a los que evalúa este informe– tienen competencias educativas que siguen estando por debajo de la media de las de sus semejantes en las economías desarrolladas. Así, en Matemáticas –destreza en la que se centra en esta ocasión el informe– los alumnos tuvieron una media 484 puntos, sólo un punto por encima del resultado logrado en en 2009. La media de la OCDE se sitúa en 494 puntos. Este resultado sitúa a España en el puesto 33 de los países participantes. El rendimiento en Lectura tampoco ha variado sensiblemente desde el año 2000 –ha disminuido de 493 a 488 puntos– por lo que no se considera significativo. En Ciencias, el rendimiento de España se sitúa justo por debajo de la media. Y ha permanecido prácticamente estable desde 2006, pues ha habido una mejora de 488 a 496 puntos.
Menos equidad. El informe revela que la equidad en los resultados educativos ha empeorado entre 2003 y 2012. En 2012, los alumnos con un nivel socioeconómico favorecido superaron a los alumnos menos favorecidos en 34 puntos en Matemáticas. Se trata de una diferencia superior de seis puntos respecto a la observada en 2003. Además, los alumnos españoles "resilientes", es decir, los que tienen buenos resultados pese a su situación de desventaja social también caen del 8 al 6%. Por tanto, la equidad del sistema educativo español, una cualidad ensalzada hasta la fecha, comienza a tambalearse. "Tenemos un problema de equidad, que se ha ido deteriorando con los años", reconoció incluso la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, en la presentación de los datos ante la prensa.
El lastre de los repetidores. Un tercio de los 25.313 alumnos de 15 años que se sometieron a esta prueba en mayo de 2012 declararon haber repetido al menos un curso. Se trata de un incremento de cuatro puntos porcentuales respecto a 2003. En España, según refleja este documento, el coste anual por alumno repetidor se estima en más de 20.000 euros. Este es uno de los factores que contribuyen a empeorar la equidad.
Excelencia. El informe también refleja que los alumnos excelentes son muy escasos en España. Tan solo un 8% alcanza los máximos resultados. En los países de más éxito, como Corea del Sur, Finlandia y Canadá, este tipo de escolares están por encima del 13% del total. Además, el 24% de los escolares de 15 años están rezagados en Matemáticas. Esta proporción es similar a la media de la OCDE y no ha cambiado significativamente desde 2003, cuando fue del 23%.
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Más inversión no es más éxito. Este nuevo informe de la OCDE vuelve a poner de manifiesto que no hay una relación causa-efecto entre inversión y éxito educativo. De hecho, los resultados sólo mejoran ligeramente en dos de las destrezas analizadas –Matemáticas y Ciencias– a pesar de que el gasto educativo ha aumentado un 35% desde 2003.
Autonomías. El informe refleja grandes diferencias entre entre las autonomías. Y la brecha entre las comunidades ricas y las pobres es apreciable a simple vista con dos excepciones: Baleares y Castilla y León. Así, se observa una diferencia de hasta 55 puntos entre Navarra y Extremadura en rendimiento en Matemáticas, lo que equivale a "casi un año y medio de escolarización", según detalló la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio. Así, los alumnos de 15 años de Navarra, Madrid y Castilla y León son los que mejores resultados obtienen en Matemáticas, Lectura y Ciencias, respectivamente, entre las catorce comunidades que han participado con muestra propia en PISA 2012, por encima de las medidas de España y de la OCDE. Canarias, Comunitat Valenciana y Castilla - La Mancha esconden su población a los ojos fiscalizadores de este informe. Murcia y Extremadura se sitúan a la cola, por debajo de las medias citadas. En España, según datos del informe, más del 85% de las diferencias en el rendimiento en Matemáticas es atribuible a diferencias socioeconómicas, frente al 47% de las regiones de Italia, el 16% de Canadá y el 26% en Australia.
Los países asiáticos, a la cabeza. En el informe varias regiones administrativas de China, con Shanghái a la cabeza, se sitúan entre los diez primeros puestos. En segundo lugar se sitúa Singapur, seguido de Hong Kong (China), Taipei (China), Corea del Sur, Macao (China) y Japón, mientras que completan la lista de los diez primeros Liechtenstein, Suiza y Holanda. Finlandia, el paradigma en las últimas ediciones de la excelencia educativa, ha caído hasta el puesto número 12, con 519 puntos.
La última edición del Informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) revela que España, a pesar de que escala posiciones de forma muy leve en Matemáticas y Ciencias, sigue estando por debajo de la media de los países de la OCDE, es decir, de las economías más desarrolladas del mundo, en los conocimientos y destrezas que mide este informe cada tres años. La situación es, por tanto, de estancamiento. Sin embargo, este documento también evidencia una tendencia preocupante. El sistema educativo español, considerado hasta la fecha muy equitativo, experimenta un avance hacia la desigualdad. De hecho en 2012, los alumnos con un nivel socioeconómico favorecido superaron a los alumnos menos favorecidos en 34 puntos. Se trata de una diferencia superior de seis puntos respecto a la observada en 2003.