La IU de Antonio Maíllo, “carretera y manta” para fortalecer la implantación en todos los territorios

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Se acabó la etapa de la Izquierda Unida de Alberto Garzón. La federación abre una nueva página a partir de esta semana. Y el nuevo líder también llega desde el sur y responde al nombre de Antonio Maíllo, uno de los grandes referentes políticos y morales de la formación. Coge las riendas de una organización que debe manejarse entre el perfil propio y la misión de convivir dentro de Sumar, además de formar parte de la coalición progresista en tiempos de avance de la derecha y la ultraderecha.

Maíllo se hará con el liderazgo de IU después de que su candidatura arrasase este martes en las primarias de Izquierda Unida al superar el 53% bajo el lema de “vale la pena luchar”. El futuro coordinador federal venció con mucha holgura a la actual ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, que aglutinó el 23,4%. Por detrás se situaron los aspirantes más críticos con Sumar: Álvaro Aguilera (14,1%) y José Antonio García Rubio (8,3%). Todos se verán las caras este fin de semana en la Asamblea, de la que saldrá el andaluz ya elegido oficialmente como líder.

Ha funcionado como un torpedo la candidatura que ha hecho valer la fuerza de la “vía de la plata” en la federación: el eje Andalucía-Asturias, dos tierras donde IU pervive con vigor en los municipios y en las instituciones. Maíllo llega al puesto más alto arropado en su aventura además por algunas de las grandes referencias de Izquierda Unida como los diputados Enrique Santiago y Toni Valero y la coportavoz federal Amanda Meyer.

Mucho territorio y activismo social

¿Y cómo afronta Maíllo esta etapa? ¿Qué quiere hacer? Fuentes cercanas al nuevo líder ponen como prioridad una Izquierda Unida “muy ligada al territorio: una IU de carretera y manta”. Es decir, una formación muy cercana a los municipios, a la militancia y al tejido social. Es algo que puede parecer obvio, pero que, en cambio, ha sido un déficit en ese espacio de izquierdas como ha sucedido en los casos de Podemos y ahora de Sumar.

Maíllo quiere extender esa experiencia de Andalucía, donde ese espacio logró más de 840 concejales en la crítica cita de las municipales del pasado 28 de mayo y de Asturias, con 123 asientos en los ayuntamientos y formando parte del Gobierno autonómico junto al PSOE. Una Izquierda Unida, busca el nuevo líder, con presencia, con implicación en las actividades sociales, con sedes con actividad. 

Izquierda Unida también se enfrenta a otra pantalla: la definición de su relación con Sumar. Maíllo era durante las primarias el mayor defensor de esa confluencia frente a las otras candidaturas que preferían mayor separación e ir negociando elección tras elección. La idea que defiende el nuevo líder es la de un “frente amplio” sin perder por ello la “identidad” de la formación, comentan las fuentes de su entorno.

Esto no quiere decir que la nueva dirección esté de acuerdo en el proceso de construcción de Sumar. De hecho, en el equipo de Maíllo sostienen que hay “distancias” con los de Yolanda Díaz y reflexionan que debería haber una “reconsideración de la hoja de ruta”. Pero la idea es trabajar de manera conjunta y no se plantean ningún tipo de ruptura. De hecho, ponen como ejemplo la candidatura con la que se presentaron en las pasadas elecciones andaluzas. Además, hay una buena relación entre el nuevo líder de Izquierda Unida y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

Busca una dirección integrada

A pesar de haber arrasado en las primarias, la idea de Maíllo es que haya integración en la nueva etapa y esperan llegar a acuerdo con las otras candidaturas. Intentará la máxima unidad en una federación acostumbrada a luchas cainitas casi desde su formación. Además, el apoyo es total para que Sira Rego siga al frente del Ministerio de Infancia y Juventud: “Es y sigue siendo la ministra de todos”.

La candidatura ganadora ha convocado a una reunión durante estos días a los otros sectores con la idea de que haya una dirección de “integración” a partir de la Asamblea de este fin de semana para que salga una IU “más fuerte y cohesionada”, como explicó el propio Maíllo. Esa disposición es total por parte de la ministra Rego, que lanzó este mensaje tras su derrota: "Era momento de que hablara la militancia y la militancia ya ha hablado. Seguimos con la misma disposición. Ahora mismo creo que la izquierda tiene muchísimas tareas, tenemos mucho en común, de hecho hemos defendido el mismo documento político, por tanto, ahora el reto es seguir trabajando de manera unitaria".

Esa unidad es esencial, entienden en el entorno de Maíllo, en estos momentos para la izquierda. IU marcará perfil propio y hará evidentes sus diferencias en temas como el “belicismo”, pero no va a forzar crisis internas de la coalición ni piensa ser un elemento desestabilizador del Gobierno progresista. “Sabemos cómo trabajar con el PSOE”, indican las fuentes que recuerdan las experiencias en Andalucía y en Asturias.

Las banderas de IU

La próxima dirección tendrá que definir también los asuntos sobre los que centrará su acción, pero las fuentes apuntan a la vivienda como uno de los ejes “clave” para los próximos años. Además, Maíllo también se centrará prioritariamente en los servicios públicos, un asunto de máxima sensibilidad para él que es docente en un centro público de secundaria en Sevilla. “Hoy, como profesor de instituto que soy, me encuentro en huelga. Estoy muy agradecido del apoyo recibido. Agradezco la generosidad de la militancia y el despliegue territorial”, subrayó también tras hacerse pública la votación de las primarias. Pero, además, esta candidatura tiene mucho interés en poner en primera línea los problemas del mundo rural, algo que se ha ido dejando en el campo de la derecha y que está siendo utilizado contra el ámbito progresista. De hecho, será esencial esa raigambre de IU Andalucía, que históricamente ha estado muy vinculada al mundo del campo y del olivo.

Maíllo, que fue coordinador durante seis años de IU Andalucía y se apartó durante un tiempo al sufrir un cáncer de estómago, vuelve a primera línea política por la puerta grande. Se lanza ya a coreografiar esa dirección coral que busca que se sitúe “fuera de palacio”. Su voz sonará con más fuerza que nunca en un espacio que tiene su primer gran test en las europeas del próximo 9 de junio con las fuerzas de derecha y de ultraderecha subidas a una ola.

Se acabó la etapa de la Izquierda Unida de Alberto Garzón. La federación abre una nueva página a partir de esta semana. Y el nuevo líder también llega desde el sur y responde al nombre de Antonio Maíllo, uno de los grandes referentes políticos y morales de la formación. Coge las riendas de una organización que debe manejarse entre el perfil propio y la misión de convivir dentro de Sumar, además de formar parte de la coalición progresista en tiempos de avance de la derecha y la ultraderecha.

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