Partido Popular

El libro del líder del PP catalán rompe la tregua con Feijóo tras sus críticas a la "trituradora" Génova

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo  y el líder del PP de Cataluña, Alejandro Fernández.

El presidente del Partido Popular catalán, Alejandro Fernández, se desplazó el lunes a Madrid para hablar de su nuevo libro A Calzón Quitao (Esfera de los Libros), que ha levantado polvareda en la dirección del PP, la gran ausente del evento. Ni Alberto Núñez Feijóo ni ninguno de sus estrechos colaboradores aparecieron por el Círculo de Bellas Artes, donde se celebró la presentación. Un plantón que se explica, en buena medida, en el propio libro. Fernández afirma que Génova es "una auténtica trituradora humana de líderes" —del PP vasco y catalán —y que la dirección nacional "lo impone todo", las "candidaturas", los "mensajes" y el "proyecto" .

También, según parece, la asistencia a los eventos de líderes de su propio partido. En conversación con infoLibre, el líder del PP catalán le quita hierro al desplante y afirma que él defiende "la libertad" para no acudir a los sitios. "Creo en la libertad de verdad y nadie está obligado a leer mi libro o venir a la presentación. No hay ningún problema", señala, si bien reconoce que su libro ha generado "impacto" dentro de sus propias filas. Con todo, Fernández insiste en que el "compromiso" con su partido y su presidente es "indiscutible".

Tampoco se dejó ver la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de viaje en Ecuador —coincidiendo con la declaración ante el juez de su pareja— ni nadie de la primera fila del PP madrileño, pese a estar anunciada la presencia del portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache. Sí le acompañó, en cambio, la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, el exlíder del PP catalán y fundador de Vox Alejo Vidal-Quadras, y la portavoz adjunta en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, autora del prólogo del libro de Fernández y presentadora, que se apresuró a aclarar que el libro no va "contra el PP" ni "contra Feijóo", sino que está escrito "para el PP" y para que el actual jefe de la oposición sea presidente del Gobierno "cuanto antes".

El dirigente catalán también quiso aclarar que su crítica no está dirigida a la actual dirección nacional, sino que describe cómo ha funcionado su partido en las últimas décadas con "auténticas escabechinas" no solo "a nivel político sino moral". "Yo no pido autonomía para desmarcarme del PP. Pido autonomía para poder ser el PP, naturalmente, sin giros estratégicos", señaló Fernández en su presentación, si bien lanzó algún recado a Feijóo al subrayar que, en la actualidad, "hay fallos estructurales" en el proyecto político que el gallego encabeza.

"Llevo en el alambre desde que fui elegido presidente del PP de Cataluña"

Fernández es consciente del "precario equilibrio" en el que se encuentra y que describe de este modo en A Calzón Quitao' "Llevo bailando breakdance en el alambre desde que fui elegido presidente del PP de Cataluña en primarias. Desde el primer día, incluso antes de los malos resultados, y ahí sigo, en precario equilibrio en el momento de escribir estas líneas aunque los resultados sean mucho mejores", escribe. Y es que aunque el líder del PP catalán firmó una suerte de tregua con Génova tras los resultados de las autonómicas del pasado año, en las que salió reforzado al quintuplicar el resultado obtenido tres años antes, Génova mantiene sus recelos sobre el político catalán, al que Feijóo no quería como candidato.

Sin embargo, el adelanto electoral en Cataluña precipitó su elección ya que el líder del PP quería evitar la imagen de división y el ruido interno, una de las obsesiones de Feijóo desde que llegó a Madrid. El plan de la cúpula antes de las elecciones era situar como líder del partido a la actual portavoz en Bruselas, Dolors Montserrat, pero tras el buen resultado cosechado por Fernández, Génova firmó una paz temporal con un Fernández instalado en la dirección de manera interina desde 2022. En estos meses, sin embargo, Fernández no ha disimulado su oposición a cualquier acercamiento por parte de la dirección nacional con Carles Puigdemont, al que han definido en múltiples ocasiones como un "prófugo de la justicia" e incluso "terrorista".

La dirección nacional del PP no tiene ninguna prisa para celebrar el congreso del PP de Cataluña, pese a que se trata del único que sigue pendiente desde que Feijóo llegó hace casi tres años a la presidencia del partido. En el entorno del presidente conservador han evitado confirmar a Fernández como el próximo líder y el catalán tampoco ha desvelado si dará esa batalla. Aunque en un primer momento Génova apuntó a que se abordaría tras las europeas, hace escasas semanas fuentes de la secretaria de organización descartaron que se vaya a celebrar este 2025 y situaron como el horizonte más probable el año 2026.

El número dos del PP catalán asegura que "no aporta nada" hacer públicas las discrepancias

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A todo ello le suma que el libro de Fernández no solo incomoda en Madrid. El lunes, el número dos del PP catalán, Santi Rodríguez, lanzó un dardo a su jefe de filas al señalar que "los debates internos deben realizarse en los órganos internos, y allí se resuelven las divergencias que pueden haber": "Respetamos lo que puedan pensar las personas que forman parte del proyecto", dijo, pero incidió en que "sacar los debates de los órganos internos del partido no aporta nada". Unas declaraciones que Fernández evita, por su parte, comentar.

Preguntado por las palabras de Fernández en las que critica la "tutela" constante por parte de Génova y la "sumisión" a sus postulados, el número dos del PP catalán insistió en que no le "correspondía" ni a él ni al partido posicionarse sobre las ideas que se reflejan en el ensayo. Sí remarcó que hay "debates necesarios" dentro de la formación y que deben "resolverse las divergencias que pueda haber". En el libro Fernández sostiene que en los "cuadros medios del partido" ha calado la idea de que lo esencial es ser "felpudos" de la dirección nacional y denuncia la falta de autonomía de las agrupaciones territoriales.

"Todos tenemos nuestras ideas y nuestros diagnósticos de cómo han funcionado las cosas a lo largo de los años", señaló Rodríguez, que sin embargo pidió al líder del PP catalán no exponerlos de manera pública "a través de los medios de comunicación": "No veo oportuno plantear este debate", zanjó.

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