En la mañana de este martes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anunció en rueda de prensa la dimisión del presidente del PP de Navarra. Señaló que se debía a "asuntos personales". Sin embargo, poco después de este anuncio salió a la luz una carta remitida por Martín de Marcos a los afiliados en la denunciaba haber sentido "falta de apoyo, falta de confianza e incluso ignorancia" por parte de la dirección nacional del partido hacia la dirección regional.
Martín de Marcos informa en la citada misiva, a la ha tenido acceso Europa Press, de que presentó su renuncia a Mariano Rajoy el pasado día 23 de julio, una decisión, expone, que no es "ni fácil ni agradable". Relata el hasta ahora presidente del PPN que "no han sido pocas las ocasiones que a lo largo de este año" ha intentado ser recibido, o "al menos hablar con la secretaria general para informarle de la situación del partido en Navarra" y "no lo he conseguido".
Según añade en el texto dirigido a los afiliados conservadores, no haber tomado la decisión de dimitir habría sido engañarse a sí mismo, engañar a los militantes y los potenciales votantes, "como si aquí no pasase nada". "Más que discrepancia, mi gran decepción no es con lo fundamental del proyecto, de los principios y valores del PP, sino con determinados dirigentes y personas del mismo", asevera en la carta.
La sorpresiva dimisión de Enrique Martín de Marcos como presidente del PP de Navarra representa otro hito más en el difícil camino que han tenido que afrontar los conservadores para su refundación en la Comunidad foral tras la ruptura con UPN en el año 2008. Desde esa ruptura, el PPN se ha enfrentado a unas elecciones forales en 2011 que le situaron como quinta fuerza del Parlamento de Navarra, con cuatro escaños de los 50 del arco parlamentario, lejos de los 19 que ostenta UPN, primer partido de la Comunidad. En Pamplona, la formación regionalista obtuvo 11 ediles en las elecciones municipales, mientras que el PPN se tuvo que conformar con dos. En los comicios europeos de 2009 y 2014, a los que no concurrió UPN, el PP fue la primera fuerza en Navarra, al recibir gran parte del tradicional voto regionalista.
La ruptura entre UPN y PP se consumó en 2008, cuando regionalistas y conservadores escenificaron su división en el voto de los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno del PSOE. Mientras el PP presentó una enmienda a la totalidad de las cuentas, UPN decidió abstenerse. Tras ello, el PPN se refundó en Navarra bajo la Presidencia de Santiago Cervera, con la misión de expandir la organización conservador en la Comunidad foral. Cervera fue elegido parlamentario foral en 2011, pero apenas unos meses después abandonó la política navarra para ir en las listas del PP a las elecciones generales y ya en la primavera de 2012 dejó la presidencia del partido en Navarra.
Cervera volvió a la actualidad de la Comunidad foral cuando en diciembre de 2012 decidió renunciar a la política tras ser detenido e imputado por un presunto chantaje al expresidente de Caja Navarra José Antonio Asiáin.
Como sucesor de Cervera, Enrique Martín de Marcos ha tenido que lidiar con un partido que no consigue levantar el vuelo en Navarra y en el que conviven dos sentimientos: por un lado, el de quienes apuestan por unas buenas relaciones con UPN, y por otro lado, el de quienes quieren diferenciarse con claridad de los regionalistas.
En este contexto, la comisión gestora del PPN nombrada por Génova, y que dirigirá el eurodiputado Pablo Zalba, afronta una situación compleja, teniendo que buscar el orden interno con la convocatoria de un congreso para elegir nuevo presidente y cuando queda menos de un año para volver a enfrentarse a unas elecciones forales y municipales.
En la mañana de este martes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anunció en rueda de prensa la dimisión del presidente del PP de Navarra. Señaló que se debía a "asuntos personales". Sin embargo, poco después de este anuncio salió a la luz una carta remitida por Martín de Marcos a los afiliados en la denunciaba haber sentido "falta de apoyo, falta de confianza e incluso ignorancia" por parte de la dirección nacional del partido hacia la dirección regional.