¿En qué casilla se situaría políticamente? La mayoría de los madrileños se pone en el cinco, del uno al diez. Es decir, el centro izquierda es el lugar elegido por el 19,5%. Y desde ahí hasta la extrema izquierda se suma un 59% de la población. En cambio, en el arco ideológico del centro derecha a la extrema derecha sólo se define el 32,4%. Poco más del 8% no contesta o no sabe.
Así consta en el estudio postelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizado tras las elecciones anticipadas de mayo de 2021. ¿Y en las urnas que pasó? Pues al contrario, los porcentajes se invirtieron al lograr las derechas (PP, Vox y Cs) un 57,43%. Las tres opciones mayoritarias de la izquierda (Más Madrid, PSOE y Podemos) aglutinaron un 41,03%.
El dominio conservador tiene su arranque hegemónico en la Comunidad en las elecciones de 1995, cuando el PP consiguió superar a las izquierdas, después de que estas hubieran tenido la Puerta del Sol durante años con Joaquín Leguina al frente. Alberto Ruiz-Gallardón fue el primer presidente del PP en Madrid y desde entonces los conservadores han amarrado el gobierno autonómico.
A pesar de ese dominio institucional y de continuas victorias, en dos ocasiones la izquierda logró imponerse en las urnas en Madrid. El caso más paradigmático es el de las elecciones de 2003, pero que no se materializó en la Puerta del Sol por el tamayazo, uno de los episodios más oscuros de la democracia española. También en 2015 las izquierdas lograron un mayor porcentaje de papeletas, pero Cristina Cifuentes al final entró en la puerta la Puerta del Sol al quedarse a las puertas del cinco por ciento Izquierda Unida y no obtener asientos en la Asamblea de Madrid.
En las elecciones del próximo mes de mayo las derechas vuelven a salir con todas las de ganar, y por mucho, según los sondeos. Isabel Díaz Ayuso se ha marcado lograr la mayoría absoluta, algo que no es imposible a tenor de las encuestas. Las izquierdas, no obstante, no lo dan todo por perdido y miran especialmente a que Podemos aguante y pueda entrar en la Asamblea.
De la "población flotante" al debate nacional
¿Cuáles son los factores que llevan a las derechas a dominar desde 1995 la Puerta del Sol? El politólogo Pablo Simón responde que hay que fijarse en varios factores. Uno de los primeros que cita es la “población flotante”, ya que hay muchos vecinos en la Comunidad que no están empadronados y que pasan sólo unos años en la región por diversos motivos, como estudios o trabajo. Al hilo indica que la ciudad de Madrid, principal emisor de votos, está principalmente en manos de las derechas y representa una anomalía respecto a las grandes capitales europeas, volcadas hacia la izquierda (como Londres o París). Lo conecta con lo primero en el sentido de que este votante “flotante” suele ser de izquierdas y en Madrid tiende a no censarse.
Simón, profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III, incide en otro aspecto: “El eje periferia-nacionalismo español”. Esto tiene una “raigambre muy fuerte” en Madrid porque es una región que no tiene muy desarrollada su identidad autonómica: “Por tanto, es la que comunidad que más española se siente”. “Lo que implica una enorme contaminación de los debates a nivel nacional, apenas hay uno propio y regional. Los líderes de aquí se dedican casi todo el tiempo a hacer política a nivel nacional. Tiene irradiaciones y proyección al ser magnificado por los medios, que son madrileñocéntricos. Hay menos hueco para hablar de las cosas de aquí”, apostilla.
Al hilo, explica: “Se acaba, por ejemplo, preguntando al alcalde de Madrid sobre Pedro Sánchez. Esto termina haciendo que tengamos la lógica del nacionalismo español, que se ubica más a la derecha y que empuja en esa dirección”.
"Incapacidad de la izquierda de generar perfil propio"
Con otro factor determinante: “También está, evidentemente, la incapacidad de los partidos de izquierda de generar un perfil propio. Además, tiene que ver con la disputa orgánica. Cuantos más años estés en la oposición, más guerras internas y más debilidad. Esto ha terminado pasando mucha factura a las izquierdas”. Lo que se traduce, agrega, en mayor fragilidad “endémica” para plantear “un proyecto alternativo”. “Ha tenido que surgir un partido nuevo, Más Madrid, porque el PSOE, Podemos e IU no han sabido hacerlo”, analiza Simón.
En esta radiografía el politólogo se detiene en el “tipo de políticas” que explican este dominio: Madrid se beneficia del efecto capitalidad, lo que le permite tener bases fiscales más bajas. “Puede permitirse recaudar menos”, sintetiza Simón, “y seguir proyectando, con sus problemas, una apuesta por el modelo público-privado”. “Eso permite esquivar políticas impopulares, no hay que hacer ajustes fiscales y te beneficias de la lógica del crecimiento. Te permite aposentar una suerte de coaliciones de apoyos entre sectores rentistas y clases medias”, agrega.
El mapa político madrileño también está dominado por el marco y el relato de las derechas, que han sabido dominar mediáticamente y vender eficazmente su modelo. Como explica Verónica Fumanal, “es un mérito de los gobiernos del PP la construcción de un modelo social y es demérito de la oposición no haber sido capaz de crear narrativas de alternativas”. “Esto es claro cuando en la campaña todos opinan lo mismo de los impuestos”, agrega la experta en comunicación política.
Todos estos factores los ha explotado Isabel Díaz Ayuso, que logró el peor resultado del PP en 2019, aunque logró conservar Sol con los votos de Vox. Pero desde entonces le ha dado la vuelta, logrando doblar su resultado en 2021, aupada especialmente por su oposición al Gobierno de Pedro Sánchez en tiempos pandémicos. Y siempre cuidando al máximo su exposición a los medios, con titulares que han solapado muchas veces su acción de gobierno. En su equipo esperan que el filón de su personalidad sirva para arañar votos a la ultraderecha y lograr la deseada mayoría absoluta el 28M. En su plan tiene subrayado lograr también dominar los ayuntamientos del antaño denominado cinturón rojo.
Simbiosis entre administración y partido, modelo propio de urbanismo
Ramón Mateo, director de Análisis de beBartlet, hace esta fotografía: “Más que efecto Ayuso, ella representa una aspiración de determinados sectores sociales y políticos, representa lo que les gustaría que fuera el PP”. “Significa un producto con más gancho político”, indica. Pero reflexiona que la presidenta creció principalmente por absorber los votos de Ciudadanos, a la vez que sostiene que no se ve tan clara la posibilidad de esa mayoría absoluta que se ha fijado el PP.
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Mateo cita varios factores para explicar la hegemonía en Sol de los populares: “Esto pasa como con el PP en Galicia o el PSOE en Castilla-La Mancha, hay contextos en los que cuando un partido tiene una posición institucional durante mucho tiempo acaba generando una cierta simbiosis con el propio panorama de la comunidad, hasta el punto de que se confunde de alguna manera el partido y la administración, son la opción por defecto, parecen una referencia inamovible”.
“Por otro lado, y no es menor, la responsabilidad de la izquierda madrileña a la hora de construir un proyecto atractivo que conecte con el electorado y que sea una verdadera alternativa", añade.
Y lanza Mateo a continuación: "El PP ha construido un proyecto que trasciende lo ideológico, con una base social muy fuerte. Por ejemplo, el modelo de desarrollo y urbanismo de la Comunidad, ha fomentado el crecimiento de las urbanizaciones de extrarradio y los ‘paus’, con ciudades dormitorio. Urbes dispersas y con poco arraigo comunitario, con dúplex y la necesidad de coger el coche. Acabas concentrando a las clases media y media alta. Y se cede terreno para colegios y hospitales privados. El PP ha creado una cosmovisión social. A la izquierda le ha faltado conectar con una bases que respondiese a su electorado, sin construir un proyecto atractivo”, resume.
¿En qué casilla se situaría políticamente? La mayoría de los madrileños se pone en el cinco, del uno al diez. Es decir, el centro izquierda es el lugar elegido por el 19,5%. Y desde ahí hasta la extrema izquierda se suma un 59% de la población. En cambio, en el arco ideológico del centro derecha a la extrema derecha sólo se define el 32,4%. Poco más del 8% no contesta o no sabe.