Juan José Menéndez, médico, terminó su residencia de Pediatría en el año 2005. Desde entonces y hasta ahora ha trabajado de manera ininterrumpida en el Hospital La Paz, en Madrid. Allí se ha especializado en cuidados intensivos pediátricos. "La medicina de hoy en día te obliga a eso, a dedicarte a aspectos súper concretos de tu especialidad", cuenta. A pesar de ello, de su experiencia, no ha tenido todavía ningún contrato que no sea temporal. "De 2005 a 2015, durante una década, estuve encadenando infinidad de contratos eventuales, renovándolos mensualmente, trimestralmente, semestralmente o, con suerte, anualmente", lamenta. Los últimos siete años han sido personal eventual interino. "Llevo 17 años de temporalidad, sin plaza fija", lamenta.
En casi dos décadas, además, solo ha habido dos oposiciones para su especialidad. "La primera en 2009, cuando mis cuatro años de experiencia no me dieron opción a consolidar mi plaza por la falta de méritos", denuncia. La segunda en 2015, cuando se ofertaron entre 20 y 25 "rídiculas plazas". "Ahí, aunque mi experiencia ya era de 10 años, eso no tenía validez si no obtenía una nota alta", recuerda.
Su historia es la de muchos otros compañeros. "Esto que ocurre en mi especialidad es trasladable a todas. Algunas, incluso, no han tenido oposiciones en 20 años. Hay jefes clínicos y jefes de servicio que, con más de 50 años, siguen teniendo contratos temporales", critica.
Y tiene razón. El caso de Olga Córdoba ha ido casi en paralelo al de Menéndez. Ella es psiquiatra y trabaja, también desde el año 2005, en el Hospital Gregorio Marañón. "Hasta 2015 encadenaba contratos de tres meses y a veces incluso de uno. En 2015 me hicieron interina y así continúo todavía", lamenta.
Laura Salanova, nefróloga en el Hospital de La Princesa, también ha vivido algo parecido. En 2007 terminó su especialidad y dos años después salió la primera oposición. "Era una niña, no tenía nada que hacer", recuerda. Pasó sus primeros ocho años de vida laboral contratada para hacer guardias exclusivamente, pero iba a trabajar todos los días. "Si pasaba cualquier cosa, era solo responsabilidad mía", lamenta. Pasado ese tiempo, consiguió la interinidad. "Y así sigo todavía. Empecé a trabajar con 29 años y ahora tengo 43 y cuatro hijos. Todo este tiempo he sido temporal", denuncia.
Según los datos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), de los 11.974 facultativos del área hospitalaria de Madrid, el 52,2% son temporales. Solo 5.726 son personal fijo. En el servicio de Salanova la situación es mucho peor: la temporalidad alcanza al 80% de sus compañeros. Por eso los médicos han dicho basta y este martes 10 de mayo arrancarán una huelga indifinida para exigir estabilidad en sus empleos. La protesta ha sido convocada por la Plataforma Médicos y FEA No Fijos de Madrid-MUD, SomosUrgencias SomosUNO y el sindicato de médicos Amyts.
El inicio de todo: una ley contra la temporalidad y un "juego muy sucio" de Ayuso
El 28 de diciembre del año 2021 el Gobierno aprobó la ley de medidas urgentes contra la temporalidad en el empleo público, la Ley 20/2021. Meses antes, en marzo, la Unión Europea había dado un tirón de orejas a España precisamente por este asunto. Sin embargo, antes de que la ley entrara en vigor, la Comunidad de Madrid convocó, según relatan los médicos consultados por infoLibre, unas oposiciones para las diferentes especialidades médicas hospitalarias. Eso, y la letra pequeña de la convocatoria, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los médicos. "Hicieron un juego muy sucio", critica Córdoba. Con esas oposiciones impidieron que se cumpliera la estabilización de los puestos que exigía la entrada en vigor de la nueva normativa.
Pero hay más. El examen de la oposición consta de un tipo test genérico de la especialidad a la que se presente cada facultativo, por lo que perjudica a quienes se han especializado más, como Menéndez. "Para demostrar que soy un buen intensivista pediátrico me van a preguntar cuestiones como el calendario vacunal", explica. "Es unjusto y en el examen tendrán ventaja las personas que acaban de terminar su residencia y tienen más frescos todos los conceptos y conocimientos generales", denuncia.
De la desconvocatoria de las oposiciones al "nunca más"
Así que su primera reivindicación es que se desconvoquen esas oposiciones y que se cumpla la Ley 20/2021, explica Córdoba. Eso implicaría, en primer lugar, una convocatoria especial que tenga en cuenta los méritos y que no se base en ningún examen. A ella optarían los médicos que hayan ocupado de manera ininterrumpida y con contratos temporales una plaza desde antes del 1 de enero de 2016. Es decir: los que llevan más de cinco años trabajando en el mismo puesto sin ser fijos en ningún momento pasarían, automáticamente, a tener plaza fija.
En segundo lugar, también exigen que los facultativos con contratos temporales desde hace más de tres años puedan optar a consolidar su plaza a través de una oposición que respete lo establecido en la normativa y que, por tanto, tenga en cuenta la experiencia, además de la nota de un examen.
Por último, reclaman "que esto no vuelva a ocurrir". "Nuestra tercera reivindicación es que se convoquen oposiciones, al menos, cada dos años, como marca la ley", reclama Menéndez, que explica que el riesgo de lo que está ocurriendo actualmente es que "los equipos que llevan tantos años formándose se acaben destruyendo". "Los médicos que llevamos años trabajando, si no superamos el examen, vamos a tener que abandonar el puesto, lo que va a poner en peligro la calidad de la asistencia y la salud de nuestros pacientes", critica.
¿Qué dice la Consejería de Sanidad?
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La Consejería de Sanidad madrileña, por su parte, se ha comprometido a garantizar la estabilización de los puestos de trabajo. Lo anunció este jueves el Colegio de Médicos de Madrid después de que su presidente, Manuel Martínez-Sellés, se reuniera con el viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Antonio Zapatero, la directora de Recursos Humanos y Relaciones Laborales del Sermas, Raquel Sampedro, y el director general de Hospitales e Infraestructuras, Fernando Prados.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, defendió de hecho este jueves en el Pleno de la Asamblea de Madrid que gracias a los procesos abiertos el personal fijo sanitario pasará a ser más del 82% de la plantilla del Sermas. Por su parte, el interino "se reducirá considerablemente pasando a representar aproximadamente un 10%" y el eventual se reducirá a un 7%. Hay convocadas, especificó, 47 especialidades médicas que supondrán la adquisición de personal estatutario fijo de 4.725 profesionales.
Sin embargo, para los profesionales esto es "muy insuficiente". "De momento, la Consejería solo se ha comprometido a aumentar el número de plazas convocadas en la oposición hasta 1.000, pero la bolsa de empleo de temporales es de más de 5.000. Con eso no basta", sentencia Menéndez. Todos celebran, no obstante, el "primer acercamiento" entre el Colegio de Médicos y el Gobierno regional. Pero la huelga, por ahora, sigue en pie, a pesar de que los servicios mínimos en muchas especialidades se ha establecido, según Salanova, en el 100%. "El ambiente es de muchísimo cabreo", advierte.
Juan José Menéndez, médico, terminó su residencia de Pediatría en el año 2005. Desde entonces y hasta ahora ha trabajado de manera ininterrumpida en el Hospital La Paz, en Madrid. Allí se ha especializado en cuidados intensivos pediátricos. "La medicina de hoy en día te obliga a eso, a dedicarte a aspectos súper concretos de tu especialidad", cuenta. A pesar de ello, de su experiencia, no ha tenido todavía ningún contrato que no sea temporal. "De 2005 a 2015, durante una década, estuve encadenando infinidad de contratos eventuales, renovándolos mensualmente, trimestralmente, semestralmente o, con suerte, anualmente", lamenta. Los últimos siete años han sido personal eventual interino. "Llevo 17 años de temporalidad, sin plaza fija", lamenta.