Quince días después de que tuviera lugar la inundación que ha dejado 216 víctimas mortales en la provincia de Valencia, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, compareció en Les Corts este viernes. Una intervención preparada al detalle en la que evitó reconocer errores propios y trató de eludir cualquier responsabilidad sobre la gestión de la catástrofe apoyándose en un fallo global del "sistema" y desacreditando el trabajo de las agencias estatales como la Aemet o la Confederación Hidrográfica del Júcar. "Se hizo lo mejor que se pudo con la información que se disponía, no contamos con la información suficiente que llegó tarde", sostuvo, al tiempo que señalaba que "los protocolos no funcionaron" y que es necesario "revisarlos".
Mazón realizó su propia cronología de los hechos, plagada de mentiras y medias verdades, en la que se presentó como una víctima de las circunstancias y no como el responsable político pero también legal de lo ocurrido, al ostentar la Generalitat la competencia en Emergencias. Una estrategia que le favorecería de cara a las querellas interpuestas en su contra que le acusan de cometer delito de homicidio imprudente, omisión del deber de socorro y prevaricación omisiva por su gestión. Este mismo viernes el presidente de Iustitia Europa, Luis María Pardo, ha ratificado ante el Tribunal Superior de Justicia valenciano la querella interpuesta por esta organización contra Mazón.
El president de la Generalitat afirmó que mantuvo su agenda pero que era "plenamente consciente de la situación" porque la consellera de Interior y Justicia, Salomé Pradas — a la que evitó citar por su nombre y cuya continuidad queda en el aire—, ya estaba al tanto. El conservador obvió, además, las cinco horas en blanco del martes 29 de octubre. Tras días de mentiras y excusas, la Generalitat reveló que el president mantuvo una comida con la periodista Maribel Vilaplana en un conocido restaurante de València en el que le ofreció la presidencia de À Punt.
El dirigente del Partido Popular evitó explicar por qué no llegó al Cecopi hasta pasadas las 19 horas, cuando varias localidades ya estaban anegadas. “No fue fácil el viaje. El mal tiempo produjo gran densidad de tráfico y alargó el trayecto”, justificó, incidiendo en que "no fue necesario" que nadie le "pusiera al día" ni retrasó "ni por un segundo las tareas" del organismo de emergencias, aunque fuentes citadas por diarios valencianos han revelado que su llegada lo ralentizó todo "porque los técnicos se lo tuvieron que volver a explicar".
Además, el presidente valenciano también afirmó que con la activación del Ejército, que se pidió a las tres de la tarde del 29 de octubre, ya no era necesario reclamar de forma puntual nuevos efectivos. Una consigna que ha sido desmentida de forma reiterada por el Gobierno que ha apuntado que solo se reclamó, al principio de la catástrofe, la intervención de la UME para la comarca de Utiel-Requena, los primeros municipios en inundarse
Tras dos horas de intervención, anunció los primeros cambios en el Consell, con una nueva vicepresidencia para la recuperación y una conselleria de Emergencias e Interior sin concretar cuándo se efectuarán ni a qué personas afectan. Los ceses de Pradas y Nuria Montes son por ahora una incógnita, a falta de que la Generalitat de más detalles en los próximos días. El valenciano también anunció la creación de una comisión de investigación para analizar "con luz y taquígrafos cuantas cuestiones se han planteado". A las puertas de las Cortes Valencianas, una multitud de personas reclamaba una dimisión que Mazón no está dispuesto a aceptar.
Feijóo aseguró que la ciudadanía se sentiría "reconfortada" tras escuchar a Mazón
Apenas unas horas antes de que arrancara el pleno de la Generalitat, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, había advertido de que ya no cabían "más equivocaciones" con la gestión de la dana. En un desayuno organizado por la Confederación de Empresarios de Galicia, afirmaba que "hay que ser exigentes con la reconstrucción en València, porque será un trabajo ingente". El propio Mazón pareció contestarle con su respuesta en el pleno: "Si no soy capaz de liderar la recuperación, no me presentaré a la reelección”, afirmaba, sin concretar quién va a dirimir si ha sabido "liderar" ese proceso, si él o la dirección nacional de su partido. La última palabra a la hora de designar al candidato a las elecciones la tendrá, en todo caso, Génova.
Feijóo había pedido estar "atentos" a la comparecencia ya que, a su juicio, sus explicaciones ayudarían a la ciudadanía a sentirse "parcialmente reconfortada con la clase política". Sin embargo, tras la comparecencia de Mazón, fuentes de Génova evitaban dar su valoración sobre el discurso del valenciano y únicamente destacaban que es "el único que ha dado la cara desde el momento de la tragedia y que está dando explicaciones", aunque el miércoles compareció el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, a petición propia en el Congreso.
Lo cierto es que el PP no ha acabado de encontrar su estrategia con Mazón. Las mentiras, los cambios de versión y la falta de previsión le han pasado factura y mientras algunos dirigentes como el portavoz nacional del partido, Borja Sémper, han evitado respaldarlo, el propio Feijóo sí lo ha acabado defendiendo, aunque sin mucho entusiasmo. En Génova inciden en que el líder del Partido Popular no puede ejecutar la dimisión de un presidente autonómico, pero el futuro del presidente valenciano no parece alentador, aunque deje pasar el tiempo como pretende hacer.
Las fuentes consultadas en la formación advierten, con todo, de que buscar una nueva cara tampoco es sencillo. Una de las grandes favoritas es la alcaldesa de València, María José Catalá, una figura con apoyos en el partido y que estos días ha mantenido un perfil bajo para evitar que se la relacione con Mazón. Sin embargo, ese cambio tampoco se ejecutaría a corto plazo. Antes Mazón deberá hacerse cargo de la "recuperación" de València tras la dana.
El PSOE propone al PP que destituya a Mazón y nombre a un presidente técnico “de transición”
La intervención de Mazón se saldó con duros reproches por parte de la oposición. Tras finalizar la comparecencia inicial, la secretaria general del PSPV-PSOE y ministra de Ciencia, Diana Morant, pidió al PP la destitución del valenciano como presidente de la Generalitat y apoyó la elección de otra persona de entre las filas conservadoras de perfil técnico, para lo cual ofreció el apoyo de los 31 diputados socialistas de las Cortes a cambio de que se convoquen elecciones en el año 2025. Una petición que la dirección nacional del PP ha decidido ignorar por el momento.
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Esa fue también la consigna durante el turno de intervención en el Parlamento valenciano del portavoz socialista, José Muñoz. "Tendrán los votos del PSOE, sin contraprestaciones", aseguró, pero con tres condiciones: que se trate de un perfil técnico, que su gestión de la recuperación sea "un proceso abierto con todos los grupos excepto Vox", y que después se convoquen elecciones. El socialista también recriminó a Mazón su falta de asunción de responsabilidades. "No falló todo. Falló usted, señor Mazón. Lo primero que nos dice un protocolo es que las personas con capacidad de decidir tienen que estar en su puesto. Y usted no estaba en su puesto", señaló.
Por su parte, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, espetó directamente a Mazón que su intervención había sido escrita "por sus abogados, y no por sus asesores", ante las querellas que se le avecinan. "No descansaremos hasta que responda por su incompetencia y sus mentira", afirmó el dirigente valencianista. "¿Usted puede dormir por las noches? ¿Se puede mirar al espejo? ¿Podría mirar a la cara a una persona que ha perdido a un familiar? Para mí ya ha dejado de ser nuestro presidente. Un presidente que abandona a su pueblo no merece serlo".
Vox, aliado de Mazón en la Comunitat Valenciana hasta el pasado mes de julio, también se mostró duro con el presidente valenciano. Su portavoz, José María Llanos, acusó de "negligencia" y de falta de organización a todo el Consell. "Ustedes se ponen de ejemplo de gestión. ¿Dónde está la gestión?", inquirió. No obstante, la intervención del ultraderechista se dirigió, sobre todo, al Gobierno central, al que acusó de haber “omitido el deber de socorro" a los valencianos-
Quince días después de que tuviera lugar la inundación que ha dejado 216 víctimas mortales en la provincia de Valencia, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, compareció en Les Corts este viernes. Una intervención preparada al detalle en la que evitó reconocer errores propios y trató de eludir cualquier responsabilidad sobre la gestión de la catástrofe apoyándose en un fallo global del "sistema" y desacreditando el trabajo de las agencias estatales como la Aemet o la Confederación Hidrográfica del Júcar. "Se hizo lo mejor que se pudo con la información que se disponía, no contamos con la información suficiente que llegó tarde", sostuvo, al tiempo que señalaba que "los protocolos no funcionaron" y que es necesario "revisarlos".