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Naciones Unidas exige a España que prohíba el acceso de menores a espectáculos taurinos

Imagen de una corrida de toros.

Francia, Perú, Colombia, México, Portugal, Ecuador y ahora España. Son los países a los que el Comité de Derechos del Niño de la ONU se ha dirigido para alertar sobre la violencia "física y mental" que suponen los festejos taurinos para los niños y adolescentes. La ONU, de hecho, llama al Gobierno de Mariano Rajoy a modificar la legislación con el objetivo de prohibir la participación y asistencia de niños, niñas y adolescentes a los diferentes festejos taurinos que se celebran en el país.

La llamada del organismo internacional parte de un informe presentado por la Fundación Franz Weber (FFW) en febrero de 2017, en el que pone sobre la mesa los efectos de la tauromaquia para los menores. La fundación interpela al Comité para prevenir "sobre la existencia en España de eventos taurinos donde los niños y niñas presencian actos de extrema violencia, así como de escuelas taurinas –más de medio centenar– donde ponen en riesgo su integridad física y mental". La respuesta de la ONU llegó el pasado 22 de enero en forma de una sesión pública en Ginebra entre el Comité y la Delegación del Gobierno de España.

Durante el evento, uno de los miembros del Comité, Gehad Madi, preguntó a la Delegación del Gobierno qué medidas ha impulsado para impedir la participación de niños en espectáculos taurinos. El representante del Ministerio del Interior afirmó, como respuesta, que se trata de una actividad dependiente de la sensibilidad de las comunidades autónomas y que, por otro lado, se encuentra reglada a través del reglamento de espectáculos taurinos "con todas las garantías jurídicas". El representante español también subrayó que la edad mínima para participar en determinadas actividades dentro de las escuelas taurinas es de catorce años y bajo supervisión de un adulto.

La respuesta, no obstante, no convenció al relator. "La tauromaquia supone una extrema violencia para la infancia. Debería prohibirse para todos los niños menores de 18 años. No sólo los niños toreros, sino también aquellos que asisten como espectadores", señaló, para además expresar su preocupación en lo que respecta a la protección de los niños expuestos a dicha violencia. "Esperamos que el Gobierno de España y de sus diferentes comunidades prohíban su participación en actividades taurinas", afirmó miembro del Comité.

Tras la comparecencia pública, el organismo internacional incluyó una instancia en sus observaciones finales dirigidas a España, en la que llama a modificar la legislación y prohibir la participación y asistencia de niños, niñas y adolescentes a los diferentes festejos taurinos. 

Anna Mulá, abogada de la Fundación Franz Webber, explica en conversación con infoLibre que la situación de los menores respecto a las actividades taurinas en territorio español supone una vulneración de la Convención de Derechos del Niño. "Asisten a escuelas taurinas, entrenan con reses vivas, sufren accidentes y riesgo para su salud", detalla Mulá. Recuerda, asimismo, que los niños no sólo "son entrenados y hacen simulaciones de espectáculos taurinos", sino que además "se puede ser profesional taurino a los 16 años y todos los niños pueden asistir siendo menor de edad".

Por ello, e igual que se hizo respecto a otros seis países, "el Comité tomó con mucha preocupación esta información" que finalmente ha valorado de "muy grave". ¿Qué consecuencias tiene esta valoración para España? Anna Mulá resuelve que "es vinculante a efectos jurídicos porque el Estado español ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, el texto sobre el que se sustentan las observaciones finales del Comité". La labor del Comité, de hecho, es precisamente supervisar el cumplimiento de la Convención, de modo que "si España no quiere cumplir, tendría que dejar sin aplicación la ratificación que hizo en 1990".

La abogada destaca que el Gobierno español ya prometió en la misma sesión pública la puesta en marcha de una ley integral contra la violencia hacia la infancia, de modo que entiende necesario incluir en dicha norma un apartado específico dedicado a la tauromaquia. El Comité incluye estas observaciones "en el apartado de violencia contra los niños", por lo que sería "razonable" incorporar la tauromaquia en la ley a la que se comprometió España, valora la letrada. Entiende que debe de ser el Estado, y no las comunidades autónomas, quien se encargue de regular dicha cuestión. Por otro lado, recuerda, Baleares prohibió recientemente la presencia de menores en las plazas de toros como parte de una ley impugnada por el Gobierno central ante el Tribunal Constitucional. El Consejo de Estado consideró, finalmente, que el artículo no podía ser impugnado y que la regulación respecto a los menores entraba dentro de las competencias de la comunidad. A día de hoy ninguna comunidad autónoma excepto la citada Baleares, Cataluña, Canarias y Galicia, regula el acceso de menores como espectadores de las corridas de toros.

"Miles de niños implicados"

El informe elaborado por FFW, al que ha tenido acceso infoLibre, alerta sobre la dimensión del problema. A día de hoy existen un total de 58 escuelas taurinas, de modo que "hay miles de niños implicados", cuya actividad se basa en "torturar y matar" a animales en sus clases prácticas. El documento menciona las imágenes de la escuela taurina de Pedrezuela (Madrid) difundidas en el año 2015, por las que grupos animalistas denunciaron "la extrema crueldad y ensañamiento con el que se trata a los animales" en las escuelas.

El análisis denuncia, por otro lado, la promoción y el apoyo público de las escuelas taurinas. Recuerda que en diciembre de 2013 el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte aprobó el Plan Estratégico Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia (Pentauro), por el que busca reforzar la aptitud y el conocimiento teórico y práctico de los alumnos a través de las escuelas de tauromaquia. El ministerio, de hecho, concedió en 2015 el Premio Nacional de Tauromaquia a la Escuela Taurina Marcial Lalanda (Madrid), galardón que conlleva una dotación de 30.000 euros, por sus "criterios pedagógicos". La asociación animalista critica que las escuelas reciban, en su "gran mayoría", subvenciones públicas "en detrimento de las ayudas sociales". 

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En cuanto a los niños que asisten a los espectáculos taurinos como testigos, FFW hace un recuento de 545 plazas de toros en España con una capacidad total de 1.266.649 espectadores, incluyendo niños. "Además del maltrato y sufrimiento animal, los niños que asisten a eventos taurinos están también sujetos a presenciar imágenes de gran violencia a personas originadas por los accidentes que ocurren durante estos espectáculos", subraya el informe. Entre las secuelas que estos hechos pueden provocar en los niños, la fundación enumera efectos traumáticos, habituación a la violencia, perturbación de los valores o debilitación del sentido moral.

La Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA), advierte de las consecuencias de un espectáculo "donde la violencia y la victimización no sólo son reales, sino que también son aplaudidas y valoradas por adultos que son percibidos como referentes para el menor". Los peritos de la CoPPa, además, recuerdan "el vínculo entre el maltrato animal y la violencia doméstica, el maltrato infantil y de ancianos y otras formas de violencia interpersonal".

Finalmente, el documento incide no sólo en las corridas de toros, sino también en los festejos populares que recorren el país y que son igualmente accesibles para los niños, "en ocasiones incluso siendo inevitable la exposición de los menores a estos dada su celebración en plazas o calles".

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