Morata comparte banquillo con la ansiedad: un tercio de los deportistas tiene problemas de salud mental

El capitán de la selección española, Álvaro Morata, a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

"Si no es por Iniesta y Bojan no hubiese jugado esta Eurocopa". El delantero de la selección española Álvaro Morata celebró este domingo la victoria ante Inglaterra con lágrimas en los ojos. Por el triunfo y porque no le ha resultado fácil llegar hasta la final de Berlín (Alemania). No sólo por cuestiones deportivas, sino emocionales. "Sólo puedo darles las gracias", dijo sobre los dos exfutbolistas. "Han pasado momentos como los que he pasado yo y siempre está la luz al final del túnel", añadió. El primero sufrió depresión y el segundo, ansiedad. Se atrevieron hace tiempo a abrir el melón de contarlo, cuando todavía casi nadie lo hacía. Entre ellos y Morata han llegado otros tantos, pero la importancia de hacerlo sigue intacta. Porque el estigma y el tabú, señalan todos los expertos consultados, todavía no se ha roto. Al menos no del todo.

El extremo del Rayo Vallecano Isi Palazón ha sido otro de los que ha confesado estos problemas recientemente. "El profesional con el que estoy trabajando me habló de ansiedad, de depresión, porque una cosa lleva a la otra [...]. Cuando a mí antes me hablaban de ansiedad, como no había pasado por ese trámite o ese bache, pues no le daba la importancia que realmente tiene. Al final lo dejas ahí en un segundo plano y no te das cuenta", confesó en una entrevista en Relevo. Hacía pocas semanas que el base Ricky Rubio había decidido dar un paso al lado para "cuidar", dijo, su salud mental. El mismo día que lo anunció, la gimnasta estadounidense Simone Biles volvía a competir tras dos años de descanso dedicados a "proteger" su mente y acallar los "demonios" de su cabeza. Les ocurrió lo mismo a Alex Abrines, Naomi Osaka o Michael Phelps. Pero lo relevante, en cualquier caso, es que la lista siga creciendo.

Eso significa que cada vez se cuenta más. Y eso, señala el psicólogo Manuel Nevado, "vale más que cualquier campaña de concienciación". Morata escogió un momento en el que todos los focos le apuntaban para hacerlo. Para mostrar, continúa el experto, sus emociones tal y como son. "Es un futbolista que si tiene que llorar, llora, y que si tiene que reír, ríe. Frente a algunos compañeros de equipo que reprimieron sus lágrimas, que él muestre lo que siente en todo momento es muy importante", destaca. Básicamente, contribuye a romper un tabú que sufren —o sufrirán— una de cada cuatro personas en España, según los datos de la Confederación Salud Mental España. "Al compartir sus experiencias personales, los deportistas de élite ayudan a normalizar las conversaciones sobre salud mental y a reducir el estigma asociado a estos problemas. Además, esto pone de relieve la importancia de la salud mental, educando al público sobre los síntomas, las causas y los tratamientos disponibles, y resaltando que la salud mental es tan importante como la salud física", señala Alejo García-Naveira. Coordinador Sección Psicología del Deporte del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y profesor de la Universidad Villanueva.

La hermana de Blanca Fernández Ochoa y presidenta de la Fundación Blanca de apoyo a deportistas, Lola Fernández Ochoa, también va por ahí. "Es muy complicado hablar de salud mental a nivel cotidiano, pues hay que tener en cuenta que cuando se trata de deportistas es peor", lamenta. Por eso desde su organización trabajan para "visibilizar y normalizar" ese debate dentro del deporte de élite. Por eso aplaude a Morata. "Ojalá haya muchos más, igual que muchas más Simone Biles y muchos más Ricky Rubio. Tienen que mostrar esos problemas. Igual que se tiene un esguince de tobillo se puede tener un problema de ansiedad", señala.

En el deporte la probabilidad de sufrir una de las dos cosas está más a la orden del día de lo que pueda parecer. "Los calendarios son muy exigentes, están sometidos a muchísima presión mediática y desconectar es muy complicado para estos deportistas, que además sufren muchísimo el miedo al fracaso", explica desde el otro lado del teléfono Toñi Martos Moreno, que colabora con la Fundación Blanca y tiene más de 20 años de experiencia como psicóloga deportiva en disciplinas como el ateltismo, el pádel o el fútbol. "No somos conscientes de la presión que puede generar fallar un penalti, por ejemplo", destaca Fernández Ochoa.

Dentro y fuera de los estadios

En España, la última encuesta de salud del Ministerio de Sanidad cifró en un 6,7% el porcentaje de españoles y españolas que sufrían ansiedad. Pero la cifra, de 2017 aunque publicada en 2020, ha sido incrementada no pocas veces. Pasó por ejemplo en 2022, cuando el Informe del Sistema Nacional de Salud —también publicado por el Ministerio—, reveló que los centros de atención primaria diagnosticaron en 2021 127 casos por cada 1.000 habitantes, una cifra un 33,7% más elevada que dos años antes. Con este escenario global y estos números, claro, los deportistas de élite no se salvan. Y hay cada vez más datos que lo corroboran.

El Comité Olímpico Internacional (COI) publicó en 2021el Kit de herramientas de salud mental para atletas de élite, un documento que detalló que el 33,6% de los atletas de élite y el 26,4% de los exatletas declaraba tener síntomas de ansiedad o depresión. Además, la mitad (el 49%) de los que en ese momento se encontraban en activo aseguraban que tenían problemas relacionados con el sueño y el 25,8% un "consumo peligroso de alcohol". De ahí la importancia de que grandes figuras del deporte lo cuenten. Porque no son casos aislados. Y menos en mujeres, puesto que el 26% de ellas sufren estos trastornos, mientras que en el caso de sus compañeros la prevalencia es en cambio del 10,2%.

Fernández Ochoa lo corrobora. El teléfono frente al que se sientan profesionales de su Fundación las 24 horas y los 365 días del año —900 494 279— se descuelga, sobre todo, para atenderlas a ellas. "De cada diez llamadas, nueve son de mujeres", lamenta. Por eso insiste en figuras como las de Morata. Porque ahora, a la luz de los datos, parecen ser sólo sus compañeras las que tienen la "valentía" de contar estos problemas. Es más, hasta ahora el único gran estudio sobre salud mental en el fútbol se enmarca, únicamente, en la categoría femenina del deporte. Lo llevó a cabo el sindicato Futpro y se publicó el pasado mes de mayo con un dato esclarecedor: el 78% de las jugadoras habían sufrido síntomas de depresión, ansiedad o estrés. Y otro más grave: el 60% de ellas afirmó no haber encontrado apoyo en su club.

La conciencia, también en quien escucha

Precisamente ahí pone el foco Fernández Ochoa. Y también Martos Moreno. El foco de la concienciación, incide la experta, no sólo está en quien necesita ayuda, sino en quien puede y debe ofrecerla. Y ahí entra, dice, todo el staff del club en cuestión, es decir, todo el cuerpo técnico. Pero para eso hace falta que figuras como la de ella se extiendan, porque hasta ahora, aunque ha habido avances, dice, no han sido suficientes.

"Es verdad que hemos pasado de un panorama en el que los deportistas no podían hablar por vergüenza a mostrarse débiles a uno en el que se pueden expresar estos problemas. Eso está fenomenal, pero no quiere decir ni mucho menos que tengamos los recursos y el apoyo necesario que el deportista requiere", critica la experta, que cree no obstante que estamos "en el proceso". "Cada día hay más información y la figura de los psicólogos están más extendidas en los clubes de base. Tiene por ejemplo el Villareal, el Sevilla, el Barça, el Real Madrid o el Betis, y con el entrenador Luis Enrique siempre ha viajado uno. Las cosas se mueven, pero el camino todavía es largo", señala.

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García-Naveira da algunas ideas para avanzar en él. Por ejemplo, propone que se implementen "programas integrales de apoyo psicológico y asesoramiento para todos los niveles de deportistas" y, como dice Martos, se ofrezca formación en este terreno a entrenadores, directivos y atletas para reconocer y abordar problemas a tiempo. Pero también es necesario "establecer políticas claras que prioricen el bienestar mental de los atletas, incluyendo períodos de descanso adecuados y manejo del estrés" y asegurar "que los atletas tengan acceso a recursos y servicios de salud mental, incluyendo profesionales cualificados y apoyo continuo".

Los Juegos Olímpicos que darán comienzo en París el próximo 26 de julio pretenderán ser un punto de inflexión en este sentido. Será por ejemplo la segunda vez que esté en marcha la Herramienta de Evaluación de la Salud Mental en el Deporte (SMHAT-1), que consiste básicamente en una serie de pasos para evaluar el bienestar —o malestar— del deportista. Consiste básicamente en un cuestionario base que determina qué personas necesitan completar otras encuestas específicas para determinar si sufren de ansiedad, depresión, sueño, abuso de sustancias o trastornos alimentarios.

La ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castéra, y la secretaria de Estado para Asuntos Digitales, Marina Ferrari, han anunciado que implementarán también un sistema de inteligencia artificial para proteger a los deportistas del acoso en las redes sociales, "el peor enemigo para la salud mental", según Fernández Ochoa.

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