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El PP intenta llevar la crispación al Europarlamento con un 'debate preventivo' sobre la ley de amnistía

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del PPE, Manfred Weber, en Bruselas en la reunión del Partido Popular Europeo.

La ley de amnistía llega al Parlamento Europeo antes de debatirse y aprobarse o no en el Congreso. El Partido Popular consiguió que sus colegas del Partido Popular Europeo pusieran este miércoles a debate la ley que permitió al presidente Pedro Sánchez conseguir el apoyo de los nacionalistas catalanes para su investidura y con ellos, además Sumar, PNV, Bildu, BNG y CC, conseguir 179 votos y ser investido.

El debate, más allá de la participación de algunos jefes de filas de los grupos parlamentarios, será español. Los populares han conseguido meter de lleno a su familia política en la bronca por la ley de amnistía mientras Ciudadanos ha movilizado a casi todos los liberales. Entre la ultraderecha una gran parte apoyará las posturas de Vox, aunque hay grupos que rechazan estos debates sobre asuntos nacionales porque los consideran injerencias en la soberanía nacional de los Estados.

La Eurocámara se dividirá así prácticamente en dos, con ultraderecha, populares y la gran mayoría de los liberales por un lado y socialistas, izquierda unitaria y ecologistas por el otro. Los populares cuentan con el apoyo decidido de su jefe de filas, el bávaro Manfred Weber. Su papel es relevante pero está condicionado por las diferencias de fondo en sus filas sobre las relaciones con la extrema derecha y porque todavía parece estar curándose la herida política que supuso ver cómo los gobiernos lo descabalgaban de la carrera por la presidencia de la Comisión Europea para dársela a su compatriota y compañera de partido Úrsula Von der Leyen.

Weber esperaba que una victoria de Alberto Núñez Feijóo el 23 de julio, con suficiencia para gobernar con Vox, hiciera que España cayera en las redes de los populares europeos. Ese chasco no lo compensa que en Polonia vaya a gobernar el popular Donald Tusk, porque este es enemigo político de Weber al rechazar de plano cualquier tipo de colaboración con la extrema derecha, como Weber defiende, donde haga falta con tal de gobernar.

Este martes desde Estrasburgo, Weber, acompañado por la jefa de filas de los populares españoles en el Parlamento Europeo, la exministra Dolors Montserrat, dijo que estaba “preocupada por lo que está pasando en España, donde hay millones de españoles manifestándose pacíficamente y ondeando banderas europeas y españolas en contra del acuerdo político de Pedro Sánchez y los separatistas y contra la ley de amnistía y en defensa del Estado de derecho”.

Weber acusó ayer a Sánchez de no haber aceptado una gran coalición con el Partido Popular (sin aclarar quién hubiera gobernado en ese caso) y haber preferido pactar “con separatistas radicales” y pidió a la Comisión Europea que escuche “a la sociedad civil” y a asociaciones como las de los jueces, que criticaron la ley de amnistía.

Montserrat, por su parte, dijo que el debate de este miércoles busca “hacer sonar la alarma para que la Comisión Europea vigile de cerca lo que está haciendo y va a hacer el Gobierno de Sánchez y que la Comisión esté lista para actuar”. La Comisión Europea recibió la semana pasada el proyecto de ley de amnistía y la próxima semana el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, recibirá al ministro de Justicia y Presidencia Félix Bolaños.

Montserrat exigió a los socialistas europeos que se pongan en contra del Gobierno español “porque la defensa del Estado de derecho está por encima de los intereses partidistas y personales de un presidente de un Gobierno”. Montserrat criticó también que Bolaños asuma a la vez las carteras de Justicia y de Presidencia: “Con este nombramiento se empieza a desdibujar la línea de separación de poderes, ya que todo recae en el mismo ministro”, como si Bolaños fuera parte del Poder Judicial.

Iratxe García, líder de los socialistas europeos y de los españoles en el Parlamento Europeo, contrarrestó en rueda de prensa los argumentos populares. García, después de negar que hubiera tensiones en el grupo socialista europeo al respecto de la ley de amnistía, dijo el problema es que “el Partido Popular no está digiriendo los resultados electorales del 23 de julio cuando hubo una mayoría de españoles que dijeron que querían un Gobierno de progreso, de diálogo, de avance, que pusiera freno a las extremas derechas. Lo fundamental en democracia es asumir los resultados electorales. Algunos creen que lo que no han ganado en España pueden ganarlo aquí”. García asegura que “la ley de amnistía respeta al 100% la Constitución” y que “no hay ninguna amenaza para el Estado de derecho ni en España ni en Europa”.

Ya más seria, casi enfadada, García dijo que no tiene “ningún problema con la verdad” ni con el debate en general, que el problema de los socialistas es “con el uso que el Partido Popular está haciendo de este debate con un único objetivo, que es atacar a los gobiernos progresistas. En democracia se asumen los resultados electorales y se condenan los ataques que estamos sufriendo por parte de movimientos ultras”. García acusó a Weber de ser cómplice de quienes atacan las sedes socialistas y a sus dirigentes por no condenar esos ataques.

Ciudadanos, prácticamente desaparecido del debate político en España pero todavía con peso en el Parlamento Europeo gracias a sus ocho eurodiputados, ve el debate de forma más política. Su secretario general, Adrián Vázquez, explicó a infoLibre que “básicamente el hecho de que haya un debate es una alerta roja, como lo fue la carta del comisario Didier Reynders”. Vázquez, que es además presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo y ha sido el responsable del dossier de la inmunidad parlamentaria de Carles Puigdemont, reconoce que del debate a acciones concretas “queda un trecho”, pero entiende que sirve para que en las instituciones europeas “quede constancia de que es una amnistía interesada y por motivación personal, no política”.

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Vázquez además entiende que por ahora la ley de amnistía “es solo una propuesta” y que habrá que ver si llega a ser ley y, en ese caso, “que se empiece a desmenuzar jurídicamente y a registrar su interpretación por parte del poder judicial. Eso sí que definirá si hay o no próximos pasos tanto de la Comisión Europea como del Parlamento Europeo”.

Idoia Villanueva, eurodiputada y responsable de la Secretaría Internacional de Unidas Podemos explicó a infoLibre que “el PP hace tiempo que demostró que solo respeta la democracia cuando gana. Ya estamos acostumbradas a que manoseen las instituciones europeas para intentar abrir debates nacionales que no existen en Europa”. Villanueva asegura que si el PP “quiere hablar de la ruptura del Estado de derecho en España o de falta de independencia judicial, estaremos encantadas. Podemos empezar hablando de sus 5 años de bloque del CGPJ, de cómo se jactaban de controlar la Sala 2ª del Tribunal Supremo, de cómo usaron fondos públicos para crear una policía política que se encargara de fabricar pruebas falsas, espiar, difamar y perseguir a rivales políticos… la lista es larga”.

Villanueva cree que el debate no tendrá “ninguna consecuencia más allá del ridículo habitual ante el resto de países europeos. La misma Dolors Montserrat ha reconocido este martes en el Parlamento Europeo que este es un debate preventivo. Vamos, que ni ellos confían en que las haya. Es un intento más de utilizar las instituciones para sus fines partidistas, magnificar la preocupación de las instituciones europeas, sembrar mentiras y dejar en muy mal lugar a su país”.

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