Cada vez más jóvenes y más deprimidos: uno de cada tres profesores en España se siente maltratado
1 de cada 3 profesores se siente deprimido. Así lo reflejan los datos del I Estudio Nacional sobre el Estado de Ánimo de los Docentes. 3.800 profesores han participado en la encuesta que revela cifras de empeoramiento de la salud mental de los claustros. El 80% del profesorado está preocupado por su estado anímico y cree que tiene una influencia considerable en su desempeño en el aula.
Los profesores más jóvenes son los que peor estado de salud mental presentan. El 40% de los docentes con menos de 15 años en su labor muestran síntomas de depresión. El "preocupante" estado anímico del profesorado llega a tener consecuencias directas: el 13% de los docentes confiesa que presenta intenciones de conducta autolesivas. En concreto, la encuesta pregunta a los profesores si tienen "pensamientos de que estaría mejor muerto(a) o de lastimarse". El estado de los claustros preocupa aún más cuando solo el 1 de cada 4 profesores no presenta ningún síntoma de depresión. El empeoramiento se agrava en los centros públicos frente a los privados: un 3% más en los casos severos.
"La situación de los institutos ha cambiado", afirma Silvia Álava, Doctora en Psicología Clínica y de la Salud. La falta de recursos se traduce en el empeoramiento de la salud mental del profesorado: "Nunca ha habido tantos casos de alumnos complicados, ni tanta burocracia y cada vez la formación es más insuficiente", afirma. A los profesores se les carga cada vez más de tareas ajenas a la docencia, en este sentido Álava señala: "En vez de pensar ¿qué más les puedo pedir hacer?, es el momento de cuidar su salud mental".
Álava insiste en que los problemas derivados de la depresión leve van a suponer un problema, especialmente cuando a estos casos no se les presta la debida atención y se emplea la estrategia de "dejarlo pasar". Son los profesores de secundaria y bachillerato los que tienen mayor riesgo de tener síntomas de depresión leve.
En cuanto a la percepción que tienen los profesionales, las mujeres consideran que influyen más en el futuro del alumnado. Por el contrario, los hombres sienten que su labor docente no les permite crecer profesionalmente.
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Los docentes advierten de la importancia que el alumnado da a las redes sociales. Además, revela el informe, solo 1 de cada 10 profesores considera que los padres están capacitados para educar a sus hijos en casa. Leo Farache, director de Educar es Todo y co-creador del estudio señala la necesidad de "revolucionar la relación entre familias y docentes" para transformar la educación. Farache destaca que el 80% de los profesores se dedican a la labor educativa por vocación, por lo que los padres "deben ofrecer lo mejor de ellos a quienes decidieron [...] educar con la paciencia que muchas veces ellos no tienen". Para los docentes es más importante el reconocimiento social que el salario: un 21% más. 6 de cada 10 cree que la sociedad no les reconoce suficientemente su trabajo.
Julián Roa, decano de de Ciencias de la Salud y Educación de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) ha dirigido este análisis y señala el desgaste de los docentes: "un colectivo sometido a múltiples presiones y con un estado de ánimo deteriorado". Roa y Víctor Núñez, co-creador del estudio, coinciden en que los cambios legislativos erosionan la calidad de la enseñanza. El 90% de los profesores encuestados consideran que simplificar los procesos burocráticos y las normas reguladoras es esencial para mantener su motivación.
El estudio revela que más de la mitad de los docentes sienten que su labor está menospreciada por la sociedad y carece del reconocimiento que merece. La insatisfacción se traduce en profesores desmotivados: 8 de cada 10 profesores cambiarían de colegio. Las soluciones que desde UDIMA proponen pasan por suplir en primer lugar la carencia de formación que sienten los profesores, simplificar la carga burocrática a la que están sometidos y abordar la mejora de las condiciones laborales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ya prepara su propia investigación para seguir ahondando en la situación de los centros educativos.
