Elecciones 26-J
¿Qué proponen los partidos sobre el gasto militar?
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró este lunes que la idea de aumentar el gasto militar es "acertada". Sánchez recordó, en el transcurso de un desayuno informativo en Madrid, que la OTAN "está pidiendo aumentar" las contribución que los países miembro hacen a sus respectivos ministerios de Defensa, y aunque subrayó que si llega a la Moncloa su prioridad de gasto será la "política social", prometió "fortalecer el Ejército" siempre que las "restricciones presupuestarias" lo permitan para, entre otras cuestiones, luchar contra el terrorismo internacional.
No es la primera reflexión en ese sentido que en los últimos días se realiza desde las filas socialistas. El pasado viernes, el exministro Josep Borrell –ahora asesor de Sánchez en materia de política exterior y de la Unión Europea– afirmó que, si él fuera candidato y quisiera comprometerse "honestamente" con los ciudadanos, "les propondría un aumento del gasto militar", porque "no se puede estar al paraguas de Estados Unidos" en cuestiones de seguridad. Borrell defendió un "esfuerzo mayor" en este capítulo y apostó por llegar al 2% del PIB que propone la OTAN.
Ambas declaraciones contrastan con otras intervenciones de Pedro Sánchez en el pasado. En octubre de 2014, en una entrevista con respuestas breves en El Mundo, aseguró que "sobre el Ministerio de Defensa" y que "falta más presupuesto contra la pobreza, la violencia de género...", si bien es cierto que posteriormente matizó esas palabras y que su número dos, César Luena, aclaró apenas 24 horas después que "cuando Pedro Sánchez sea presidente seguirá haciendo Ministerio de Defensa", al tiempo que subrayó el "respeto y admiración a la tarea de las fuerzas armadas".
Por debajo de la media
En la actualidad, y según los datos de Eurostat de 2014 –últimos publicados hasta la fecha–, España está por debajo de la media europea en lo que a gasto en Defensa se refiere. En ese ejercicio desembolsó en esa partida el 0,9% de su PIB, casi un 50% menos que la media comunitaria, que se situó en el 1,3% del PIB. La tabla de la UE a 28 la lideraron Grecia (2,7%), Reino Unido (2,2%) y Francia (1,7%). Los tres países que menos gastaron, en cambio, fueron Luxemburgo (0,3%), Irlanda (0,4%) y Hungría (0,6%).
Si se analizan únicamente las cifras de los Presupuestos Generales del Estado y la ejecución presupuestaria del Ministerio de Defensa –hay partidas que se contabilizan como gasto en Defensa en las cuentas de otros departamentos–, el gasto real en 2015 fue del 0,75% del PIB, el segundo más bajo de los últimos 14 años –en 2014 fue del 0,74% del PIB–. De hecho, el desembolso en esta partida se ha ido reduciendo progresivamente a lo largo de la serie histórica. Aun así, cabe destacar la importante desviación entre el gasto presupuestado –inferior a las cifras mencionadas– y el real.
El Ministerio de Defensa gastó en 2015 un total de 8.102 millones de euros –aunque su presupuesto inicial era de 5.767 millones–. El grueso de esa desviación corresponde a ampliaciones de créditos presupuestarios destinadas a pagar los Programas Especiales de Armamentos (PEAS). Incrementar el gasto hasta la media comunitaria en términos de gasto sobre PIB habría supuesto que el gasto habría sido de 14.055 millones de euros. Si se quisiera alcanzar el objetivo del 2% del PIB que marca la OTAN, el gasto en Defensa de España en 2015 debería haber sido de 21.623 millones.
Sólo IU propone reducir el gasto
La idea de aumentar este gasto no es exclusiva del PSOE. De las cinco principales candidaturas que se presentaron a nivel nacional en las generales del 20 de diciembre, sólo IU-Unidad Popular propuso abiertamente disminuir el gasto en Defensa, mientras que PP y Ciudadanos apostaron por elevarlo progresivamente para hacerlo converger con la media europea o los objetivos que marca la OTAN, los socialistas pidieron asegurar la "estabilidad" en el gasto, y Podemos evitó concretar su posición en este aspecto.
Los conservadores incluyeron en su programa el compromiso de continuar "en la senda de convergencia con los objetivos presupuestarios definidos para todos los miembros de la OTAN en la cumbre de Newport (Gales)", cuando la alianza decidió fijarse como meta alcanzar el 2% de gasto en Defensa en una década. El PP también apostó por promover una "Ley de Estabilidad Financiera en materia de Defensa" para implantar "un sistema de financiación y de gasto de defensa estable y permanente a largo plazo que proporcione planificación y estabilidad a la defensa nacional".
En una línea similar, el programa de Ciudadanos para las elecciones generales contemplaba como necesaria "la consecución de un horizonte de estabilidad en la asignación presupuestaria acorde con los objetivos asignados" en la Directiva de Defensa Nacional y de "nuestros compromisos internacionales". La formación de Albert Rivera proponía igualmente alcanzar "en esta legislatura, siempre que el contexto económico lo permita, los objetivos a los que España se ha comprometidos son sus socios y aliados, avanzando paulatinamente hasta la media del % del PIB destinado a Defensa en los países europeos de nuestro entorno".
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El programa del PSOE pidió "optimizar las inversiones y activos ya disponibles" y "impulsar la puesta en común y el uso compartido de las capacidades militares" en Europa "para ahorrar recursos y evitar duplicidades", pero también "aprobar una Ley de Programación Presupuestaria Plurianual de la Defensa Nacional hasta 2020 que asegure su estabilidad financiera dentro de nuestras disponibilidades económicas, y permita recuperar las capacidad militares necesarias para el cumplimiento de las misiones que tiene encomendadas las Fuerzas Armadas".
Podemos únicamente propuso constituir "un grupo de expertos junto al que podrá participar la sociedad civil con el fin de presentar propuestas para estudiar un diseño de las Fuerzas Armadas más acorde a las necesidades de España". IU, de forma más concisa, apostó por "reducir el gasto militar", al igual que Unidad Popular –la candidatura que encabezó Alberto Garzón–, que incluyó en su programa una propuesta de "disminución real de los gastos de Defensa", así como una "auditoría del gasto militar" y verificar si España vende armas que puedan acabar en manos de organizaciones terroristas.
Finalmente, en el documento programático suscrito por Podemos e IU –que el 26 de junio concurrirán en coalición bajo la marca Unidos Podemos–, se propone que en 2019 el gasto en Defensa no supere el 0,8% del PIB.