LA NUEVA LEGISLATURA
El PSOE y Sumar diseñan una legislatura social y esperan que su pacto atraiga “en cascada” a los socios
“Este es el corazón de la legislatura”. Es la expresión que sale de La Moncloa mirando a los 48 folios y las 230 medidas que forman ese acuerdo cerrado por el PSOE y por Sumar para reeditar la coalición. Una hoja de ruta hecha con vocación de cuatro años y que ha sido trabajada minuciosamente por las dos partes desde la noche de las elecciones.
Se trata de la segunda parte de la coalición, a la espera de lograr los votos para la investidura. Pero pone todas las bases para la acción de Gobierno que quieren desplegar Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Con un hilo principal: medidas para mejorar la vida cotidiana de las personas, que se palpen en la calle, con mucha vocación social, guiadas por la ciencia y que sobrepasen también el corto plazo.
El PSOE y Sumar se habían puesto todo el mes de octubre como fecha para lograr el acuerdo, pero en los últimos días había prisa por cerrar. Ya está sobre le mesa y rubricado por Sánchez y Díaz. Queda la fase más compleja de la negociación: que se sumen al proyecto como socios parlamentarios ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG. Pero fuentes del entorno del presidente comentan que el paso dado puede servir para un efecto “cascada” y que anime al resto a acercarse a esa investidura. ¿Fecha? No quieren concretar ninguna entre los socios de coalición para no presionar especialmente a Junts, aunque a muchos socialistas, por ejemplo, les gustaría que el secretario general llegara ya investido antes de la cumbre socialdemócrata europea que se celebrará en Málaga los días 10 y 11 de noviembre.
Detrás del acuerdo
El presidente en funciones y la líder de Sumar ya funcionaron como tándem en la campaña electoral, se presentaron como ese tique frente al binomio Alberto Núñez-Feijóo-Santiago Abascal. Sus equipos se pusieron a trabajar desde las pasadas elecciones, conscientes de que será una legislatura muy difícil para aunar votos en cada norma. Por lo tanto, tenían que conjugar la idea de un periodo no tan prolífico en leyes como los últimos cuatro años, pero que fuera igual o más ambicioso.
La negociación ha tenido dos capitanes: la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por parte del PSOE, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, en el lado de Sumar
Se habían intercambiado muchas ideas y papeles. De ida y vuelta. Con dos capitanes principalmente: la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, por parte del PSOE, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, en el lado de Sumar. Había conexión entre los equipos y una filosofía compartida. Siempre con discreción y con la postura de hablar de posibles ministerios, pero no incluirlos en el documento. Hasta que no haya investidura ese extremo no se concretará.
Durante el pasado fin de semana se dio forma al texto casi completo. Había que meterle un acelerón si se quería cerrar antes de que Sánchez y Díaz iniciaran sus viajes a citas a Bruselas agendadas a partir del martes por la tarde. El lunes el presidente del Gobierno se citaba con la vicepresidenta segunda en funciones en el Palacio de La Moncloa. Ahí se selló el pacto, como explican fuentes conocedoras. Pero quedaba por cerrar técnicamente el que fue el gran escollo de las conversaciones: la reducción de la jornada laboral sin que suponga disminuir el salario.
Fue una tarde de lunes muy intensa. Todos los periodistas esperaban ya el cierre del acuerdo, pero no llegaba. ¿Qué pasó en esas horas? Los equipos buscaban una solución satisfactoria para las dos partes. A punto de la medianoche llegaba el ok definitivo y lo sellaban telefónicamente María Jesús Montero por el lado del PSOE y Nacho Álvarez y Joaquín Pérez Rey (secretario de Estado de Empleo y Economía Social), en el lado de Díaz. Todo listo para que el martes por la mañana se informara a la prensa a primera hora, antes de las ocho, y se convocara para el acto al mediodía en el Museo Reina Sofía. En el PSOE y en Sumar querían un espacio más “luminoso” que la sala pequeña en el Congreso donde se escenificó la coalición en 2019 con Sánchez y Pablo Iglesias. Y con mucho simbolismo: un espacio artístico nacido al calor de la joven democracia española.
El documento tiene 48 folios y 230 medidas. Y está muy volcado en temas de empleo, de transición ecológica, de avances sociales, de igualdad y derechos LGTBI, de ciencia y de reforma fiscal. En ningún momento aparece una posible ley de amnistía
El documento con el que se guiará la coalición si logra la investidura tiene 48 folios y 230 medidas. Y está muy volcado en temas de empleo, de transición ecológica, de avances sociales, de igualdad y derechos LGTBI, de ciencia y de reforma fiscal. En ningún momento aparece en el texto la posible futura ley de amnistía, que exigen los independentistas, pero fuentes de los dos partidos recuerdan que esa es otra negociación.
Con una máxima primera que queda constancia en el párrafo inicial de medidas: una política económica orientada a alcanzar el pleno empleo y a lograr que la tasa de paro converja con la media europea. Es una de las grandes obsesiones que tienen en el PSOE y Sumar y que ven muy posible gracias a los efectos de la reforma laboral y a la transformación de la economía española (ahora mismo hay un récord de más de 20 millones de personas empleadas).
Ese eje laboral y de empleo será la columna vertebral de esa coalición, que lleva con el sello de Sumar y la aprobación del PSOE una medida que pretende ser un hito: la reducción de la jornada laboral. El texto finalmente explicita que se reducirá sin bajada salarial “para establecerla en 37 horas y media semanales”. ¿Y cómo? “Su aplicación se producirá de forma progresiva reduciéndose hasta las 38,5 en 2024 y culminándose en 2025. A partir de entonces se constituirá una mesa con los interlocutores sociales que evalué los resultados de la reducción y siga avanzando en la disminución de la jornada legal teniendo en cuenta las características de los distintos sectores, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas”.
De esta manera se consigue una vía intermedia entre las primeras posiciones de Sumar (de hacerlo vía decreto) y las del PSOE (dejarlo a un acuerdo con los agentes sociales, por lo que se podía correr el riesgo de un veto de la patronal). De esta manera, la bajada desde las 40 horas se hará vía legislativa pero se tendrá en cuenta a los actores sociales. Un paso histórico después de más un siglo sin tocarse tras la huelga de La Canadiense en 1919. También están negro sobre blanco en el aspecto laboral medidas como seguir subiendo el salario mínimo y culminar un Estatuto del Trabajo del siglo XXI. Tanto Díaz como Sánchez han hablado constantemente sobre la necesidad de que esté el foco de esta legislatura en esa mejora de condiciones de los empleados, una seña de identidad y un convencimiento frente a los gobiernos de derechas.
Una coalición 'verde' y con mucha Sanidad y Educación
En esas conversaciones entre los dos partidos también había salido siempre la coincidencia en temas de transición ecológica, pues los dos creen que hay que poner esas bases de transformación y apelar a la ciencia como guía, algo que reconoció en la firma el propio Sánchez. Se busca convertir a España en una “potencia industrial verde”, aumentar la ambición de país revisando los compromisos de la ley de Cambio Climático y continuar la reforma del mercado eléctrico (después de la experiencia del mecanismo ibérico). Otro de los puntos más novedosos, siguiendo el ejemplo de otros países europeos, es que se impulsará la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en la que exista una alternativa en tren con una duración menor de dos horas y media (salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales).
Había dos aspectos fundamentales para el PSOE y Sumar a la hora de negociar el documento: la sanidad y la educación, los dos grandes pilares sobre los que se asientan los gobiernos con mayoría socialdemócrata. De esas conversaciones, donde puso mucho foco María Jesús Montero, que es médico y fue consejera de Sanidad en la Junta de Andalucía, salió otra de las medidas estrella que la coalición promete: una ley para establecer unos tiempos máximos de espera.
El reto es acabar con las listas con estos objetivos: intervenciones quirúrgicas (120 días), consultas externas especializadas (60 días) y pruebas complementarias (30 días). En caso de salud mental. habrá un tiempo máximo de 15 días para jóvenes y adolescentes. En este apartado, también se apuesta por garantizar el derecho a la atención bucodental, de salud mental y audífonos para los niños y adolescentes. Otra de las enseñas históricas que pretende ondear la coalición es un programa de ayuda directa para la compra de gafas y lentillas para menores de 18 años en familias con pocos recursos. Por lo tanto, Sanidad será uno de los ministerios más potentes en esta legislatura, con la intención, además, de impulsar un plan para fortalecer la atención primaria. A muchos de los asistentes al acto de firma del acuerdo en el Museo Reina Sofía no les ha pasada desapercibida la presencia de Mónica García, de Más Madrid, como una de las invitadas de Sumar y que ha pasado a las quinielas como ministrable.
La coalición apuesta por la igualdad con un enfoque transversal. Para ello, se fijan metas como una 'ley de trata de personas', la renovación del pacto contra la violencia de género y la aprobación definitiva de la 'ley de representación paritaria'
Educación es otro de los puntos que la coalición quiere hacer seña de identidad. Entre sus medidas, se apuesta por reforzar decididamente la enseñanza pública para lograr el 5% de PIB en inversión. PSOE y Sumar tienen como gran objetivo universalizar la educación pública de 0 a 3 años (al final de la legislatura el acceso a la educación pública para niños de 2 años será universal). Y se propone, además, que la oferta de los colegios concertados, sostenidos con fondos públicos, sea accesible a todas las familias “sin peajes ocultos o sesgos de cualquier tipo de admisión”.
La futura coalición, si logra los votos de investidura, apuesta por la igualdad de manera decidida, pero con un enfoque transversal, según el documento. Para ello, se fijan metas como una ley de trata de personas (no se habla de prostitución de manera directa), la renovación del pacto contra la violencia de género y la aprobación definitiva de la ley de representación paritaria en ámbitos políticos y empresariales.
Cómo se conseguirá la recaudación
¿Cómo se van a financiar todos estos proyectos? Esta pregunta tiene la respuesta en la reforma fiscal “global” que se indica en el texto y que quedó pendiente en esta legislatura debido a la situación de pandemia y a los efectos de la guerra de Ucrania. Por ahí pasa el fin de lograr un 15% efectivo de tributación sobre el resultado contable de las grandes empresas en el impuesto de sociedades, la revisión de los impuestos a la banca y las grandes energéticas para readaptarlos y mantenerlos y avanzar en la tributación de la riqueza y la eliminación de la competencias fiscal entre comunidades evaluando el tributo temporal de solidaridad. La idea es que se impulse también un nuevo modelo de financiación autonómica, aunque se prevén compensaciones, mientras llega eso, a regiones infrafinanciadas como la Comunitat Valenciana.
Los socios se comprometen a derogar 'la ley mordaza', como quería Sumar, o a respetar el acuerdo del Congreso de 2014 que apostaba por la solución de los dos Estados de Israel y Palestina, como defendía el PSOE
Los socios han llegado a equilibrios en temas que interesaban más a unos que otros, pero finalmente se comprometen a derogar la ley mordaza (como presionó Sumar) o a respetar el acuerdo del Congreso de 2014 que apostaba por la solución de los dos Estados de Israel y Palestina (los de Yolanda Díaz intentaron que fuera de manera unilateral el reconocimiento, algo a lo que se opone el PSOE, que quiere ir de la mano de la UE en este tema).
La foto del Museo Reina Sofía dejó una imagen de coalición menos tensada que durante la pasada legislatura. Y muchos momentos en los pasillos que no captaron las cámaras pero que reflejan esa sintonía. Por ejemplo, Pedro Sánchez fue el que más se integró con Sumar durante esos minutos previos y compartió risas y confidencias especialmente con Ernest Urtasun, el eurodiputado que ejerce como portavoz del partido de Yolanda Díaz. También se pudo ver que el núcleo duro del ala socialista tiene como puntales a María Jesús Montero, la más sonriente, a Félix Bolaños y a Santos Cerdán. En en apartado de Sumar queda claro que en la cúpula que manda junto a Díaz están Nacho Álvarez, Joaquín Pérez Rey y Marta Lois. Días de flashes y abrazos entre el PSOE y Sumar, pero les queda lo más difícil para armar la investidura. Con un plazo: el 27 de noviembre.