Residencias de mayores

Reyero: “Los protocolos de exclusión en residencias tuvieron consecuencias, tenemos una deuda con los que murieron”

El exconsejero de Políticas Sociales Alberto Reyero junto a la portavoz del PSOE en la Asamblea, Hana Jalloul.

El drama vivido en las residencias de Madrid durante la primera ola de la pandemia ha regresado este martes a la Asamblea regional. Lo ha hecho de la mano del Grupo Parlamentario Socialista y de quien fuera responsable de Políticas Sociales durante el primer año del Ejecutivo madrileño, Alberto Reyero. En su regreso a la Cámara de Vallecas tras los comicios del 4M, aunque esta vez como ponente y no como parlamentario, el exconsejero ha insistido en que es “innegable” que los conocidos como Protocolos de la Vergüenza tuvieron “consecuencias” y ha criticado duramente el bloqueo de la derecha a la hora de retomar en esta legislatura los trabajos de investigación sobre la crisis en los geriátricos. “Tenemos una deuda con las personas que murieron en las residencias”, ha dicho con firmeza el exdiputado de Ciudadanos, quien se ha mostrado “convencido” de que los pasos que dio durante su etapa al frente del departamento de Políticas Sociales le crearon “enemigos en determinados sectores”.

Hace justo un año, el Parlamento madrileño puso en marcha la comisión de investigación de residencias, que durante ocho sesiones y a través de una veintena de comparecencias analizó la hecatombe en los centros sociosanitarios de la región. El adelanto electoral tumbó aquel órgano. Por eso, uno de los primeros movimientos de la oposición al arranque de esta nueva legislatura ha sido intentar retomar los trabajos. Por el momento, no han tenido suerte. El tándem PP-Vox lo ha impedido. Por eso, los socialistas han maniobrado para poner en marcha su particular comisión de investigación en forma de jornadas en la Cámara regional. El encuentro de este martes no será el único. En el PSOE tienen previsto seguir organizando actos periódicos con profesionales del sector, periodistas, políticos o familiares de los más de 6.000 fallecidos en los geriátricos madrileños durante la primera ola de la pandemia por coronavirus o síntomas compatibles con la enfermedad. “Vamos a conocer toda la verdad”, han avisado.

El plato fuerte de esta primera sesión era el exconsejero de Políticas Sociales, que tras meses en un segundo plano está regresando a la primera línea mediática de la mano de los grupos de la oposición para exigir que lo sucedido durante aquellos fatídicos meses de la primera ola no acabe cayendo en el olvido. Reyero ha vuelto a la Asamblea. Pero ya no como político, sino como ponente. Y eso le ha permitido pronunciarse abiertamente. Buena parte de su intervención, la ha dedicado a los conocidos como Protocolos de la Vergüenza, aquellos documentos puestos en marcha por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso que fijaban los criterios de exclusión de derivación de los mayores que vivían en los geriátricos. “Es innegable que tuvieron consecuencias”, ha resaltado el exconsejero. Y es innegable, ha dicho, porque los datos están ahí. Solo en los veinte días posteriores a la aprobación del documento desvelado por infoLibre, fallecieron 5.343 mayores en los geriátricos regionales sin recibir atención hospitalaria, lo que equivale al 84% de los fallecidos durante todo ese periodo.

Desde el primer momento, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso repitió por activa y por pasiva que aquel protocolo no era más que un borrador. Algo que, por supuesto, ha rechazado el exconsejero. “Un borrador no es un documento firmado por un alto cargo. Si se envía un correo con él se avisa en el asunto de que es un borrador, de forma que no lleve a errores. Además, por defecto, lleva una marca de agua”, ha deslizado. Sin embargo, el exdiputado naranja cree que el movimiento del Ejecutivo madrileño fue “hábil”. Primero, porque se ha instalado en la opinión pública una “sensación de confusión”. Y segundo, porque mientras se centra el debate en este asunto se evita que los focos se centren, en concreto, en el contenido. “Incluía unos criterios de exclusión en los que se decían auténticas barbaridades. En el caso de la discapacidad eran sangrantes”, ha apuntado Reyero, quien se ha preguntado si hacían falta “criterios de guerra” en una situación con la que se encontraba el país y si “hay vidas” que son “más valiosas que otras”.

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Reyero ha señalado que todavía hay muchas cuestiones que están “pendientes” alrededor de este asunto. Por ejemplo, si el exdirector general de Coordinación Sociosanitaria que firmó los protocolos, Carlos Mur, lo hizo “por su cuenta” o si “alguien se lo ordenó”. También se ha preguntado por qué este alto cargo “mintió” en la comisión de la investigación puesta en marcha durante la pasada legislatura cuando dijo que Reyero no le “había advertido” de su preocupación por el contenido de esos documentos. “Me gustaría mostrar que esa persona justamente me respondió a un correo que yo mismo le mandé al respecto”, ha dicho Reyero. Por eso, considera fundamental que se retomen los trabajos en sede parlamentaria que quedaron a medias con el adelanto electoral. Algo a lo que se niegan PP y Vox. “Cualquier persona que ocupa un puesto público está obligado a rendir cuentas”, ha señalado el exconsejero, quien ha querido recalcar también que los representantes políticos tienen “una deuda” pendiente “con las personas que murieron en las residencias”.

El exconsejero de Políticas Sociales ha recordado que si se marchó “en silencio”, a pesar de las innumerables propuestas que recibió para hablar públicamente en entrevistas, fue precisamente porque “pensaba” que el lugar “apropiado” para pronunciarse sobre el tema era justamente la comisión de investigación que se había puesto en marcha. Ahora, hay pocas probabilidades de que pueda hacerlo a la vista del bloqueo de la derecha. Dos partidos, PP y Vox, de los que ha querido resaltar su cinismo. “En la pasada legislatura votaron a favor y en esta, sin embargo, lo hacen en contra”, ha apuntado Reyero. Por eso, se ha puesto a disposición de todos los grupos que quieran abordar este tema. Ya estuvo hace unas semanas con Más Madrid. Y este martes, se ha explayado de la mano del PSOE. No obstante, guarda la esperanza de que en algún momento las dos formaciones que hacen tándem alrededor de Ayuso terminen cambiando de opinión y permitan volver a abrir el órgano parlamentario, algo que han solicitado los grupos de la oposición y que ya se ha estrellado contra la Mesa, dominada por los conservadores, en un primer intento.

A pesar de sus diferencias con el PP, Reyero ha evitado cargar duramente contra el partido presidido por Pablo Casado. Y eso que se le ha pinchado en la ronda de preguntas. “Voy a ser político”, ha avisado el exconsejero. Solo se ha salido del guion unos milímetros al hablar sobre los pasos dados cuando estaba al frente del departamento de Políticas Sociales. Así, ha mencionado el ejercicio de transparencia que hicieron a la hora de publicar las sanciones impuestas a geriátricos. Y ha recordado el intento para retirar la gestión de las residencias a empresas que habían sido expedientadas por el Ejecutivo regional –procedimientos que no terminaron llegando a buen puerto–. “Estoy convencido de que eso me creó enemigos en determinados sectores, aunque no voy a decir cuáles”, ha apuntado Reyero ante la atenta mirada de la treintena de asistentes que acudieron al acto, entre los que se encontraban cargos públicos socialistas de diferentes ayuntamientos de la comunidad.

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