Justicia
Rivera confunde hurtos y robos al proponer un endurecimiento del Código Penal para reincidentes
"Tenemos un agujero penal y de reincidencia en las calles de algunas ciudades". Con esta categórica frase, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunciaba este lunes en el programa Más de Uno de Onda Cero la nueva propuesta de su partido: endurecer el Código Penal para que los ladrones reincidentes entren en prisión. Lo expresaba así en su vuelta de unas vacaciones en las que, casi a diario, las portadas de los medios de comunicación relataban los problemas de inseguridad en Barcelona. En lo que va de año, se han producido trece homicidios en la segunda ciudad más poblada de España, un escenario que ha visto también cómo los hurtos y los robos repuntaban. Ante la situación, y tras semanas de silencio, el líder de la formación naranja ha anunciado su solución. Pero el problema, según las asociaciones de jueces y fiscales consultadas, es que ha sido poco preciso. En sus declaraciones, Rivera afirma que "el problema es la reincidencia" de quien "roba a una persona" o "atraca a una persona". Quiere, según dijo, que estos reincidentes entren en prisión, pero no distingue la tipología de los delitos. "No sabe utilizar los términos", critica Iria González, vicepresidenta de la Unión Progresista de Fiscales (UPF). "Hay que especificar", añade Cristina Dexeus, presidenta de la conservadora Asociación de Fiscales (AF), mayoritaria en el Consejo Fiscal.
El presidente de Ciudadanos hizo alusión específicamente a la situación en Barcelona, donde los datos hablan por sí solos. Las infracciones penales en la ciudad han crecido considerablemente, y lo han hecho sobre todo por el aumento de hurtos y robos, que año tras año representan la mitad de los delitos. En el caso de los hurtos, el incremento ha sido constante: 85.071 en 2016, 93.460 en 2017 y 109.154 en 2018, un repunte acumulado del 28,3% a lo largo del periodo. Los robos con violencia, por su parte, incrementaron un 27,2% en los dos últimos años: pasaron de 9.650 en 2016 a 10.285 en 2017 y 12.277 en 2018. Pero esta distinción estadística es la que precisamente, según critican las asociaciones, no hace Rivera. Por eso, de hecho, es difícil valorar la medida propuesta.
"El problema es la reincidencia. Hay gente que roba varias veces, es reincidente, y como son robos de cuantías menores no acaban pisando la cárcel, pero cuando uno roba a una persona, atraca a una persona... Yo lo que planteo es una reforma del Código Penal que vamos a registrar esta semana para atacar este agujero penal", insistió ante los micrófonos. "El 90% de las personas que cometen hurtos o robos en Barcelona no pisan la cárcel", añadió. "Se confunden muchos términos", responde González. "No es lo mismo un robo que un hurto", añade.
Hurtos y robos: delitos diferenciados
La diferencia está clara. Pero Rivera no la especifica. Por un lado, el líder de la formación naranja afirma que los robos de cuantías pequeñas, aunque los cometa una persona reincidente, no acaban en prisión. Y esto no es cierto. Siempre y cuando, eso sí, que se hable de robos tal y como lo establece el Código Penal. Dexeus explica que los robos pueden cometerse de dos maneras: con intimidación —que se produciría cuando la víctima es amenazada con un arma o verbalmente— o con violencia —por ejemplo, con un empujón para robar un bolso—. "Eso es un robo con violencia y está penado con penas de prisión de dos a cinco años", explica. Y eso ocurre, añade González, sea cual sea la cantidad sustraída. Y haya o no reincidencia.
Los hurtos, por su parte, son diferentes. "Un hurto se comete aprovechándose de un descuido", explica Dexeus. Es, por ejemplo, el robo de una cartera sin que la víctima sea consciente. En este caso, la gravedad se mide de otra manera diferente: depende de la cantidad sustraída. La línea de separación se sitúa en los 400 euros. "Si es menos, se castigan con multas de uno a tres meses", explica González. Es lo que se conoce como un delito leve de hurto. Si es más, continúa, la pena aumenta y puede ser de entre seis y 18 meses de prisión. "Si hay varios hurtos de este tipo se puede entrar en prisión", dice, pero la mayoría de personas que cometen un delito leve de hurto, eso sí, no suele llegar a pisar la cárcel.
El problema de las declaraciones de Rivera, por tanto, es esencialmente terminológico. Según González, si el líder de Ciudadanos se refiere a atracos se entiende que está hablando de robos con violencia, y entonces sería una falsedad sostener que quien los lleva a cabo no entra en prisión. Y lo mismo ocurriría cuando habla de robos. Sí tendría razón, en cambio, si afirma que son los hurtos de pequeñas cantidades los delitos que no llevan a la cárcel. Ignacio González Vega, portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia, lo confirma. "En caso de reincidencia, la pena de los hurtos leves es una multa. Si esta es baja, al final se paga y se está en la calle", dice.
Dexeus, no obstante, asegura que desde la Asociación de Fiscales sí están de acuerdo en que estos delitos leves de hurto se castiguen con cárcel. "Si Rivera se refiere a esto, estamos totalmente de acuerdo. Lo venimos pidiendo, y la fiscal jefe de Barcelona también lo ha hecho", dice. Lo que solicitan, según especifica, es que puedan castigarse con penas de prisión de uno a tres años, "así es más factible que con la reincidencia vayan a prisión". Y eso, asegura, tendría "un efecto disuasorio tremendo". La organización, de hecho, emitió un comunciado este mismo lunes en el que insistían en esta postura. "Hemos detectado que las herramientas de las que estamos dotados para hacer frente a los delitos leves de hurto son escasas y poco disuasorias para quienes se dedican a ello de forma habitual; de ahí que [...] hayamos interesado una reforma de la regulación que, en el delito leve de hurto, permita tener en consideración la multirreincidencia para convertirlos en delitos menos graves, de forma que la pena a imponer supere la categoría de pena leve de multa y pasen a ser penados con pena de prisión, lo que provocaría un importante efecto de prevención especial y general", argumentan.
González Vega, en cambio, cree que no todos los delitos deberían tener el mismo castigo. La misma opinión que emitió el Tribunal Supremo en 2017, que rechazó agravar la pena a multirreincidentes en este tipo de hurtos porque no basta que los antecedentes del acusado fueran sólo de delitos leves.
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La propuesta de Rivera, a juicio de Raimundo Prado, portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, más que confusa, es "electoralista". Según explica, la reforma del Código Penal no debe ser abordada por los políticos, sino por los catedráticos que saben "qué es bueno para la sociedad". En su opinión, "no se pueden estar haciendo alusiones a modificaciones del Código Penal porque hay que estudiarlo bien y saber las consecuencias que puede conllevar". "No son ocurrencias", critica. Y eso ha sido precisamente lo que ha hecho Rivera, lanzar un "brindis al sol" en un momento, además, en el que las mayorías parlamentarias necesarias para modificar una Ley Orgánica como es el Código Penal parecen estar lejos de conseguirse.
González, por su parte, asegura que la solución a los problemas de inseguridad poco tienen que ver con la tipificación de los delitos. "El marco legal está. El problema no es la reforma del Código Penal, el problema es la falta de medios y el marco procesal", afirma. En este sentido, solicita que se acabe con la "saturación del sistema" que provoca que muchos de estos casos no lleguen a juicio o lo hagan ya prescritos, y que se reforme la Ley de Enjuiciamiento Criminal. "Hace falta una reforma íntegra del marco procesal", apunta.
González Vega, en cambio, dice que lo necesario es una solución preventiva, que consistiría en incrementar el número de agentes de policía, y restrictiva, para lo que introduciría "la localización permanente y el enjuiciamiento rápido" en el delito leve de hurto.