El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se reprocharon mutuamente este miércoles en el Congreso su escasa disposición a llegar a acuerdos apenas unas horas después de pactar no sólo el reparto de puestos del nuevo Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de los jueces, sino el nombre de su presidente, el magistrado conservador Manuel Marchena.
Durante la sesión semanal de control en el Pleno de la Cámara baja, Casado aseguró que durante la reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa el pasado 2 de agosto propuso a Sánchez varias “líneas de acuerdo”, entre ellas el mantenimiento de la política económica de Mariano Rajoy, expresada a través de los Presupuestos de 2018, y la aprobación de un nuevo artículo 155 para intervenir indefinidamente la auto noma catalana.
“Si fuese responsable pactaría más con los partidos que quieren a España y menos con los que quieren romperla”, subrayó en referencia a los acuerdos que la derecha asegura que existen entre el Gobierno y los independentistas. “Convoque elecciones”, concluyó como viene haciendo desde hace semanas cada vez que pregunta al presidente en el Congreso. “Ganaremos los españoles echándole del Gobierno”.
Sánchez le replicó asegurando que “desde el diálogo y el respeto” se puede construir un proyecto. “Si desde la moderación está dispuesto a sentarse para mejorar los Presupuestos, le tenderemos la mano. Pero si continúa con la gesticulación y no hace oposición útil con sentido de Estado”, advirtió, “lo pagará en las urnas”.
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“No se puede sorber y soplar al mismo tiempo”, indicó el presidente a Casado. “No se puede acusar al Gobierno de ser cómplice” de los que quieren romper España y que los independentistas acusen también al Ejecutivo “de estar oprimiendo al supuesto pueblo catalán”.
Sánchez, ya en respuesta a una pregunta de republicano Joan Tardà en la que el portavoz de Esquerra denunció el “estercolero” en el que se ha convertido la justicia española, eludió hablar de la elección de Marchena sin esperar a que los jueces y magistrados tomen una decisión sobre la Presidencia del Consejo y se limitó a defender que el legislativo elija el gobierno del Poder Judicial. Y aprovechó para reprochar a los independentistas su petición de que el Gobierno presionara a la Fiscalía para no acusar de rebelión a los dirigentes del procés encarcelados por el Supremo: “Lo que no reconoce la Constitución es la interferencia del ejecutivo en el poder judicial. Critica la judicialización de la política, pero pedirnos una intervención es pedirnos que politicemos la justicia. Pues no”, concluyó Sánchez.
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, aprovechó a su vez la sesión plenaria para criticar el acuerdo de renovación del Consejo del Poder Judicial. PP y PSOE “se niegan a sacar la mano, las zarpas de la justicia”. “Quieren seguir mangoneando y han encontrado ahora un nuevo socio para que los jueces no sean independientes”, en alusión a Podemos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se reprocharon mutuamente este miércoles en el Congreso su escasa disposición a llegar a acuerdos apenas unas horas después de pactar no sólo el reparto de puestos del nuevo Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de los jueces, sino el nombre de su presidente, el magistrado conservador Manuel Marchena.