GIRO EN POLÍTICA EXTERIOR
Sánchez habla con el rey de Marruecos para consolidar una "nueva etapa" entre dos "socios estratégicos"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha conversado este jueves con el rey Mohamed VI, sobre las relaciones entre España y Marruecos. Se trata de la primera conversación entre ambos líderes después del acuerdo que puso fin a la crisis diplomática iniciada el año pasado. Esta comunicación entre ambos líderes se produce una semana después de que se diera a conocer este acuerdo alcanzado entre Madrid y Rabat para poner fin a la crisis diplomática iniciada hace un año después de que España acogiese al dirigente del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Estaba previsto que este mismo viernes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajara a Rabat. Sin embargo, ha decidido cancelar este jueves su viaje y acudirá acompañado de Sánchez, según fuentes diplomáticas recogidas por Europa Press, después de que en la llamada con Mohamed VI, el rey lo invitase personalmente a visitar "en próximos días" Marruecos.
En Moncloa no confirman fecha pero en cualquier caso el viaje coincidirá con el Ramadán, que comienza este sábado y que es un momento especialmente señalado para los musulmanes. El hecho de que el presidente del Gobierno se desplace a Marruecos en el mes sagrado confiere a la visita mayor relevancia. De hecho, esta no será la primera visita oficial española que Mohamed VI reciba en Ramadán, ya que en julio de 2014, semanas después de su proclamación el rey Felipe VI junto a la reina Letizia realizaron un viaje a Marruecos.
Sánchez ha informado al respecto en un mensaje en Twitter, recogido por Europa Press, en el que ha escrito: "He conversado con S.M. el rey Mohamed VI sobre las relaciones entre España y Marruecos. Lanzamos una hoja de ruta que consolida la nueva etapa entre dos países vecinos, socios estratégicos, basada en la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos".
En el comunicado de Moncloa, el Gobierno insiste en que esta nueva etapa estará basada en "la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos firmados por ambas partes, así como la abstención de toda acción unilateral para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y evitar futuras crisis entre nuestros dos países".
El Ejecutivo también recuerda que asume las relaciones con Marruecos como un asunto de Estado ya que el país es "un socio estratégico indispensable" para España y para la UE en "aspectos como el control de la migración, la lucha antiterrorista y las relaciones económicas y comerciales". Asimismo, también explica que el rey Felipe VI ha sido informado de los detalles de la conversación.
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Por su parte, Mohamed VI ha agradecido a Sánchez la carta en la que España reconoce el plan de autonomía sobre el Sáhara Occidental, sin desvelar por ahora ninguno de los compromisos esgrimidos por Moncloa para justificar el giro como las garantías en materia de "integridad territorial". También el rey de Marruecos ha reconocido que se abre "una nueva etapa basada en el respeto mutuo, la confianza recíproca, la concertación permanente y la cooperación franca y leal", según un comunicado de la Casa Real difundido por el Ministerio de Exteriores marroquí.
Mohamed VI espera que los gobiernos de ambos países puedan trabajar para que este nuevo acercamiento se traduzca en "acciones concretas", con una "hoja de ruta ambiciosa" que Rabat hace extensiva a "todas las cuestiones de interés común".
La nota de Mohamed VI, sin embargo, sigue sin aludir a compromisos concretos por parte de Rabat, dejando fuera por tanto las garantías sobre "la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad" que Moncloa dio por sentado el 18 de marzo, cuando Marruecos hizo pública la carta de Sánchez. En esta misiva, el líder del Ejecutivo le comunicó al monarca el cambio en la postura que España venía manteniendo en las últimas décadas respecto al Sáhara Occidental, al aceptar la propuesta de autonomía promovida por Marruecos desde 2007 como "la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo", según rezaba el texto.