Sánchez teje alianzas en el Mediterráneo para avanzar en el pacto migratorio y el mercado energético
Los aviones que llegan al aeropuerto internacional de Lárnaca aterrizan al borde del mar. De un turquesa profundo. Puro Mediterráneo. Los turistas se desplazan a los hoteles y resorts por las calas de Chipre. Buscando a la vez descanso y 'beach clubs'. Pero el mar esconde un gran drama hacia adentro. Que muchos no quieren ver.
Los países de la Europa mediterránea se han convertido en entrada de miles de migrantes irregulares. Y no toda la UE mira de la misma manera esa realidad. Bruselas busca desde hace años un gran pacto migratorio y de asilo, pero nunca llega. El plazo que se ha dado la Unión es lograrlo antes de las elecciones europeas de mayo del año que viene.
Pero ahora mismo parece "muy difícil" porque hay muchas "piezas que encajar", según fuentes diplomáticas. España asume a partir de julio la Presidencia española rotatoria de la UE, con las migraciones como uno de los puntos clave. Pedro Sánchez es consciente y lleva ya tiempo escuchando a distintos mandatarios para ver hasta qué punto se puede encajar ese puzle. No quiere negociación de bloques, pero hay visiones comunes.
En busca de un mar de "estabilidad y de paz"
Sánchez inició este martes su tercera minigira para preparar la Presidencia española, con paradas en Nicosia (Chipre) y La Valeta (Malta). El miércoles toca una visita a Roma, donde se ve con Giorgia Meloni, en el Palacio Chigi (y con una declaración sin preguntas, como ha organizado el país anfitrión, a pesar que La Moncloa estaba dispuesta a someterse a las cuestiones de los periodistas).
Estos países viven unas realidades migratorias similares. Y sus posiciones serán clave a la hora de negociar, ya que las naciones del centro y del norte están mucho más preocupadas por los movimientos secundarios y tiene un enfoque más "seguritario".
Sánchez, durante su encuentro con el presidente chipriota, Nikos Christodoulides, abordó esta cuestión, recalcando este mensaje: "España y Chipre están situados a ambos extremos del Mediterráneo y somos plenamente conscientes de la importancia de nuestros vecinos del sur. De la necesidad de que el nuestro sea un mar de paz, estabilidad y prosperidad".
El presidente chipriota acaba de llegar al poder (juró su cargo a finales de febrero) y Sánchez es el primer mandatario que lo visita en Nicosia. Según manifestó ante el español, la migración es una "asignatura pendiente" para la UE, dándole valor a que un país con la "fuerza" de España asuma ese intento de pacto. Con una coincidencia total: darle más prioridad a la relación con los países del sur. Los dos líderes incidieron en que la invasión de Ucrania no puede hacer olvidar a lo que está pasando en el otro lado del Mediterráneo.
A por una profunda reforma del mercado eléctrico
Pero también Nicosia y Madrid tienen otros intereses comunes: la reforma en profundidad del mercado eléctrico en la Unión Europea. Sánchez le explicó a su homólogo la propuesta remitida ya por La Moncloa a Bruselas para cambiar las reglas del juego en un momento de elevada inflación, recordando la efectividad del tope ibérico.
El presidente español abogó por garantizar un aprovisionamiento energético seguro y a precios razonables. Es "prioritario", en su opinión, llevar cuanto antes esta reforma con factores como la descarbonización de las economías y el justo reparto de costes entre productores y consumidores. Los precios están marcando la realidad política europea, siendo uno de los principales motivos, por ejemplo, que acaban de llevar a los conservadores a ganar las elecciones en Finladia frente a la progresista Sanna Marin (aliada internacional de Sánchez).
En definitiva, resumió Sánchez: "Una reforma que nos permita contar con una energía más limpia y más barata". Para el presidente chipriota este también es uno de los grandes retos y espera que la Presidencia española sirva para un gran avance. Otro punto en el que Nicosia espera que sirva el papel de Madrid es la relación con América Latina, que cada día despierta más intereses en la Europa oriental.
La mediación de España
Durante la conversación también salió un tema muy delicado geopolíticamente: la cuestión chipriota, una isla dividida entre la parte grecochipriota y la turcohipriota. De hecho, Christodoulides le pidió a Sánchez usar la buena relación con Turquía para intentar mediar e intentar buscar una solución.
El presidente español se comprometió en este sentido, respaldando una solución "dialogada y definitiva", esperando que se plasme en una federación bicomunal. "Rotundo apoyo", remarcó el dirigente socialista, apostando por la vía basada en el derecho internacional y en las diferentes resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". "España va a trabajar en esa dirección durante la Presidencia", apostilló,
España quiere revitalizar la conexión con Chipre en un momento en el que se cumplen cincuenta y cinco años del establecimiento de las relaciones diplomáticas. Poco a poco van entrando empresas allí, como Alsa con varias líneas regionales. No había ido ningún presidente del Gobierno a Nicosia desde José Luis Rodríguez Zapatero en 2009.
El presidente español se trasladó luego, el martes por la tarde, hasta La Valeta, para reunirse con el primer ministro de Malta, Robert Abela, en el Albergue de Castilla. Los dos mandatarios siempre han mostrado gran conexión y pertenecen a la familia laborista europea.
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El dirigente maltés y Sánchez también abordaron durante su reunión el tema de la migración, la reforma del mercado eléctrico y el problema de la inflación. Sobre el primer asunto, Abela incidió en la lucha contra las mafias y los flujos debidos a situaciones geopolíticas: "La inmigración irregular es una presión constante, la UE debe hacer más". "Malta puede tener un papel importante por su posición estratégica", señaló el primer ministro.
La cesta de la compra y el alto precio de la electricidad también es una obsesión de Malta. Con el hándicap de que se trata de un país insular, lo que hace que tenga impacto en la economía (con derivadas en el transporte, por ejemplo). "Miro hacia el futuro para trabajar juntos sobre legislaciones de la Comisión", comentó. Sánchez compartió con él que es "esencial" esa modificación del mercado, además de que sea "estructural".
Abela también pidió ayuda a Sánchez para solucionar problemas de abastecimiento de medicamentos en Malta, que históricamente venían del Reino Unido. Con otro asunto en el que irán de la mano: no a la política de austeridad. Los dos harán frente común en Bruselas para que la salida de la crisis no sea como en 2008, algo en lo que insiste siempre Sánchez pensando en la negociación de las reglas fiscales en la UE.
