El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es famoso por su capacidad de aguante. Por soportar chaparrones sin, aparentemente, inmutarse. Es un experto en esperar, escondido, a que escampe. Se trata de una táctica que ya ha puesto en marcha en algunos de los episodios judiciales que han rodeado al caso Gürtel, como el de los trajes o el caso Matas. Y que sigue practicando con los papeles de Bárcenas. Unos documentos que para el PP son “falsos” o “apócrifos”.
No obstante, en este caso, cuanto más intenta desmarcarse de los sobresueldos, más se cierra el círculo y más le apunta a él. En este contexto, su silencio inquieta a determinados sectores del PP e indigna a la oposición, que hoy ha salido en bloque a censurar su actitud y a exigir explicaciones.
Las declaraciones de este lunes ante el juez del portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, y del diputado Eugenio Nasarre, han sido vistas con cierta inquietud en un sector del PP, que cree que el partido no ha dado las suficientes explicaciones sobre los papeles de Bárcenas. Dirigentes conservadores consultados por infoLibre insisten en que si el partido tiene tan claro que todo ha sido legal, deberían dar más detalles y despejar todo tipo de dudas. Precisamente, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, demandó esta misma mañana “transparencia” a sus compañeros. Y presumió de no haber recibido “jamás” sobresueldos ni del PP ni de FAES, la fundación presidida por José María Aznar.
A medida que avanzan las investigaciones judiciales sobre este caso, el PP se encuentra más cercado. Y es que declaraciones ante el juez como las de García-Escudero y Nasarre disparan contra una de las líneas argumentales del PP: la de que los famosos papeles de Bárcenas son falsospapeles de Bárcenas. El partido presidido por Mariano Rajoy tiene cada vez más difícil sustentar la nula veracidad que atribuyen a los documentos revelados por el diario El País.
Mientras, oficialmente, el PP hace una lectura diferente de las declaraciones de sus dirigentes ante el juez Pablo Ruz. En la mañana del martes difundió un comunicado en el que sostuvo que los testimonios de ambos “confirman la legalidad de las retribuciones del PP”. En el citado documento, la oficina de información del partido recalcó que “todos los dirigentes y empleados del PP reciben sus retribuciones en una nómina mensual, perfectamente legal y con sus correspondientes retenciones”. Y que “ningún partido se ha sometido a un proceso de transparencia como al que se ha sometido al Partido Popular”.
Pese a estas declaraciones, los conservadores prometieron hacer públicas las declaraciones de la renta y patrimonio de la cúpula del partido hace tres meses y, a día de hoy, todavía no se conocen. Justifican el retraso a la ausencia de un acuerdo con los socialistas sobre el formato que debe tener el documento. Además, el comunicado del partido mantuvo que el sistema de retribuciones del PP "se ha explicado ampliamente en distintas ocasiones". Y que este "sistema" contiene "tres diferentes sistemas de retribución de los cargos del partido entre 1995 y 2012".
Antes las últimas informaciones publicadas en los medios, el PP "observa con indignación distintas informaciones que, lejos de explicar el sistema de retribuciones, legal y transparente, buscan perjudicar al partido y a sus dirigentes".
"Estaban en todas las fiestas"
Soraya Rodríguez, la portavoz socialista en el Congreso, acusó al presidente del Gobierno de ser "el verdadero hilo conductor" de la presunta "trama estructural de financiación ilegal" de su partido. Rajoy, dijo en rueda de prensa en la Cámara baja, es la "memoria viva", uno de los máximos responsables del PP durante más de una década y el que ha estado en la dirección de su formación cuando operaba la red. Y él fue, añadió, quien nombró a Bárcenas tesorero en el congreso de Valencia de 2008. Fue él, al cabo, el que "a través de presuntos cohechos delictivos continuados, ha permitido que el PP manejara muchísimo dinero irregular". "Hay millones de razones para que Rajoy dé la cara", subrayó. Explicaciones que también reclamó a José María Aznar: que deje de anunciar "querellas" a diestro y siniestro, que abandone su estilo "prepotente y chulesco" y dé cuentas de su gestión y de los pagos de la Gürtel, que según publicaba hoy El País, abonó parte de la boda de su hija Ana, en 2002.
Pero Rodríguez también se dirigió a Pío García-Escudero. Se cuidó mucho de no pedir abiertamente su dimisión como presidente del Senado, pero en el fondo todo el tiempo estuvo apuntando a eso. Le invitó a hacer una "reflexión importante" sobre el hecho de que él, como cuarta institución del Estado, tuviese que declarar ayer ante la Audiencia Nacional sobre el préstamo que le hizo el PP para reparar su domicilio tras un atentado de ETA y los sobresueldos que recibió y lo hiciera además en términos muy confusos: "La exigencia de responsabilidad tiene que ir acorde con el alto puesto institucional que ocupas. Nos parece muy preocupante y enormemente grave la alta representación institucional que tiene la persona que ayer manejaba estos términos de 'recibí', 'cogí', 'no sé cómo lo devolví'". La diputada insistió igualmente en que el caso es más grave si se tiene en cuenta el desafecto ciudadano y que este asunto "salpica" al propio Rajoy.
Rodríguez no fue más rotunda ni su jefe de filas, Alfredo Pérez Rubalcaba, horas más tarde, en declaraciones a los medios tras reunirse con los líderes de CCOO y UGT, dio un paso más allá. El secretario general validó las palabras de la portavoz y se remitió además a sus afirmaciones durante del debate del estado de la nación, cuando pidió la dimisión del presidente y advirtió de que la sombra de Bárcenas planearía sobre el Ejecutivo. "Desgraciadamente está siendo así mañana, tarde y noche", manifestó. Al hilo de los presuntos pagos de la boda de Ana Aznar y Alejandro Agag, añadió: "Parece que estos señores de la trama Gürtel estaban en todas las fiestas: cumpleaños, comuniones, bodas, visitas del papa... y ciertamente es una declaración horrorosa". "fea". Y contestando a Ana Botella, le dijo que lo que "ofende" es la contabilidad de la red que revela esa supuesta contraprestración.
Izquierda Plural: comisión de investigación
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La acusación directa al presidente del Senado hecha por Rodríguez indignó al portavoz conservador en el Congreso. Alfonso Alonso exigió "juego limpio" a la portavoz y le reclamó que rectifique y que pida disculpas por su comportamiento "profundamente ruin" al lanzar "insidias" contra García-Escudero y cruzar así varias "líneas rojas". Sobre el sistema de retribuciones del PP, reiteró que es "público, transparente y legal" y recordó que las donaciones anónimas estaban permitidas hasta el cambio de la Ley de Financiación de Partidos en 2007.
Por su parte, los portavoces de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), José Luis Centella y Joan Coscubiela, señalaron que los casos Gürtel y Bárcenas perseguirán toda la legislatura al Gobierno, como lo prueba el reguero incesante de noticias. Dado que la oposición, subrayaron, no aceptarán "taparlos" ni "enterrarlos", la única alternativa sería abrir una comisión de investigación en el Congreso, para analizar ambos asuntos "con luz y taquígrafos". Coscubiela agregó que estas prácticas han sido posibles durante años porque sus protagonistas se han sentido "impunes" y se sienten envalentonados para cometer las mayores "barbaridades".
Rosa Díez circundó la misma idea: explicaciones. Le dijo al PP que se deje de "golpes de pecho" y de reivindicar la "honorabilidad" de algunas personas y facilite "más papeles" para explicar su financiación. Asimismo, la líder de UPyD reprochó a los conservadores que "fallen" con su propia transparencia. "No podemos consentir tanta opacidad". También Aitor Esteban, portavoz del PNV, urgió al PP a "aclarar este tema absolutamente y cuanto antes". Esteban, además, negó haber cobrado sobresueldos de su formación –"Nunca, no"– y bromeó con las diferencias con el partido de Rajoy: "Unos van en moto y otros vamos andando".
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es famoso por su capacidad de aguante. Por soportar chaparrones sin, aparentemente, inmutarse. Es un experto en esperar, escondido, a que escampe. Se trata de una táctica que ya ha puesto en marcha en algunos de los episodios judiciales que han rodeado al caso Gürtel, como el de los trajes o el caso Matas. Y que sigue practicando con los papeles de Bárcenas. Unos documentos que para el PP son “falsos” o “apócrifos”.