El director del CCAES, Fernando Simón, se ha mostrado preocupado este jueves en rueda de prensa ante la situación en Zaragoza, Lleida y el Hospitalet, donde los brotes de coronavirus registrados en las últimas semanas han evolucionado hasta alcanzar la transmisión comunitaria. El número de casos positivos en España en las últimas horas asciende a 580, el peor dato desde el 10 de mayo, y que confirma una curva ligeramente ascendente en la evolución de la pandemia.
Simón ha admitido que la situación en Zaragoza “es más preocupante” al contar con 700.000 habitantes y que, junto a las localidades alrededor de la zona, forma un grupo demográfico de un millón de habitantes, donde se concentra la mayor parte de la población de la comunidad. También preocupa la transmisión comunitaria en el Hospitalet y Lleida, que generan una gran parte de los casos notificados actualmente. Con fecha de notificación en los últimos 7 días se han registrado 1023 casos, de los cuales la mitad corresponderían a Cataluña y 161 corresponderían a Aragón.
Con fecha de diagnóstico en los últimos 7 días se han notificado 5.128, más de la mitad en Cataluña y casi un 20% en Aragón. De todos los de diagnosticados, el 70% son asintomáticos, mucho de ellos casos antiguos y otros que se identifican antes de que desarrollen síntomas, que podrían iniciar en los próximos días, y que se aislan antes de que tengan posibilidad de transmitir la enfermedad. “Dentro de la situación complicada y preocupante que estamos viviendo en estas comunidades autónomas, es un punto al que agarrarnos”, ha comentado el doctor.
Ante esta transmisión comunitaria, Simón ha incidido en la importancia que empiezan a cobrar las decisiones que tomen las comunidades autónomas para evitar la propagación del virus. Sin embargo, la hospitalización sigue manteniéndose a la baja, por lo que a priori la capacidad del sistema de salud no se vería saturada y estaría lista para actuar en estas zonas, aunque se vigila con especial atención la situación del Hospital de Lleida. En general son casos más leves, con un pronóstico más favorable, y donde la media de edad sigue reduciéndose. Si la semana pasada se situaba en 46,6 en hombres y 50,5 en mujeres, hoy reduce marginalmente hasta colocarse en 46 en hombres y 50 en mujeres, un tímido descenso, que bien contrasta con la media de 62 años en el pico de la pandemia.
El número de total de brotes es 224, de los que quedan activos 158, si bien Simón ha instado a las comunidades autónomas a actualizar sus cifras, ya que podrían haber casos ya cerrados o a punto de cerrarse. En esos 158 brotes, hay asociados 1.963 casos, de los cuales los principales focos aglutinarían la mayoría de positivos, por lo que el resto de brotes tendrían una incidencia mucho menor. La situación en A Mariña registra una evolución muy favorable frente a la preocupación experimentada este fin de semana, con especial atención en las elecciones al Parlamento Vasco del 12J. El brote de Granada no parece seguir avanzando, mientras que el de Lugo parece estar en ascenso.
Simón ha vuelto a incidir en la relación entre los temporeros y la actividad del sector primario con estos brotes, donde los trabajadores están formados por población joven, con condiciones laborales precarias, y con una alta movilidad. De hecho, esa alta movilidad es la principal hipótesis que maneja Sanidad para explicar la transmisión del virus desde el brote de Huesca a la capital aragonesa, a través del traslado de algunos temporeros desde su puesto de trabajo a sus domicilios en Zaragoza. Una circunstancia que el doctor considera relevante, y que opina que va a ser común en futuros brotes. “La temporada de fruta va moviéndose en las diferentes comunidades donde van recogiéndose los diferentes productos, y tenemos que esperar que aunque estén muy controlados, se actúe y se reduzca el tamaño de los brotes, podamos encontrar pequeños brotes asociados a este tipo de labor durante todo el verano, o incluso hasta otoño, hasta que se acaben las campañas de recogida. Sería muy inocente pensar que no hay alta probabilidad de que tengamos un goteo de brotes asociados a esta actividad durante todo el verano”.
Respecto a las medidas tomadas por las comunidades autónomas, ha destacado su capacidad de detección, pero ha incidido en la capacidad de gestión de los positivos. Simón ha incidido en la importancia de detección a través de test PCR, cuya positivdad está entorno al 3%, mientras que en Cataluña y Aragón ha alcanzado entre el 15% y el 20% en algunos casos. “Nos interesa que tengamos una capacidad de detección de sospechosos muy alta, cuya positividad sea cercana a cero”, ha indicado el doctor, que ha comentado que “en general vamos bien, pero todavía queda”. El doctor ha incidido en la situación de los rastreadores, y ha descartado que estos se tengan que repartir según la densidad de población y de casos, ya que su función es más necesaria en aquellos núcleos urbanos de mayor densidad de población.
También preocupa el brote conocido recientemente en una granja de visones en Aragón, y que ha llevado al Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón a ordenar el sacrificio de 92.700 animales de una explotación de La Puebla de Valverde (Teruel) después de que algunos ejemplares dieran positivo en el virus. Simón ha explicado que esta situación, pionera en España, ya se ha dado en varias granjas de Holanda y Dinamarca. Mientras que el contacto con los visones ha de ser muy cercano, la principal hipótesis que baraja el departamento de Salvador Illa es que los visones se infectaron a partir de los humanos, que su vez se contagiaron de un caso del exterior. Después de las reuniones con Salud y Aragón, se consideró que, dentro de todas las soluciones, la que se suponía un menor riesgo era su sacrificio.
El director del CCAES, Fernando Simón, se ha mostrado preocupado este jueves en rueda de prensa ante la situación en Zaragoza, Lleida y el Hospitalet, donde los brotes de coronavirus registrados en las últimas semanas han evolucionado hasta alcanzar la transmisión comunitaria. El número de casos positivos en España en las últimas horas asciende a 580, el peor dato desde el 10 de mayo, y que confirma una curva ligeramente ascendente en la evolución de la pandemia.