Crisis del coronavirus

El subsuelo de la precariedad: el covid-19 agrava la brecha laboral de los extranjeros

Dos trabajadores inmigrantes.

Debajo del suelo de la precariedad, aún se puede seguir cavando. ¿Y qué hay en ese subsuelo? Ha encontrado respuestas sobre esa realidad a menudo escondida el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), que acaba de terminar un informesobre condiciones de vida y laborales de la población extranjera que, aunque centrado en Andalucía, ofrece datos de toda España. La brecha salarial entre trabajadores españoles y extranjeros roza el 39% y alcanza el 53,6% en el caso de Extremadura. El desempleo, tras el paso de la pandemia, es entre los extranjeros 10,5 puntos superior al que hay que entre los españoles. La diferencia ha aumentado 3,6 puntos entre los cierres de 2019 y 2020. La temporalidad está generalizada. El porcentaje de contratos indefinidos firmados por extranjeros en 2020 fue del 11%. El informe se detiene en casos extremos de provincias agrícolas como Jaén, con un 0,8% [ver aquí el informe completo].

CCOO lanza una alerta en su estudio: "Las personas extranjeras no mejoran su situación salarial con los años". "Apenas suben de categoría, porque es muy difícil subir en sectores como el servicio doméstico o la agricultura. La mayoría se queda en las categorías más bajas, a pesar de que el nivel formativo ha ido mejorando", explica Rosa Berges, secretaria Políticas Sociales y Migraciones de CCOO en Andalucía.

Brecha salarial y de género

El salario medio anual en España fue en 2019 de 21.537 euros para los trabajadores españoles y de 13.151 para los extranjeros. Ello supone una brecha del 38,9%, con datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) que excluyen al País Vasco y Navarra, por no formar parte del régimen fiscal común.

Esta diferencia es aún mayor en comunidades como Extremadura (53,6%), Castilla La Mancha, La Rioja (ambas un 46,8%), Asturias (45,9%), Aragón (45,8%), Madrid (44,9%) y Andalucía (41,9%). Es menor que la media en comunidades con fuerte tirón turístico como Baleares y Canarias. La brecha, explica Berges, tiene dos explicaciones: por un lado, los extranjeros trabajan habitualmente en tareas peor remuneradas; pero también es frecuente que ante la misma tarea perciban menor salario, entre otros motivos porque firman menos contratos fijos, por lo que acumulan menos beneficios.

Además de la brecha con respecto a los trabajadores españoles en su conjunto, las mujeres extranjeras sufren también la de género, que es de un 22,7%, tres décimas más que entre los españoles. Las mayores diferencias de género entre extranjeros se dan en Asturias (36,4%), Galicia (34%), Cantabria (30,1%), Castilla y León (29,5%) y Aragón (29,1%).

Desempleo creciente

El paro también castiga con mayor dureza a la población extranjera, especialmente con la pandemia. El desempleo entre trabajadores españoles se se sitúa en el 14,1%, frente al 24,6% de la población extranjera. Son 10,5 puntos de diferencia, que llegan hasta 12,8 con los trabajadores de fuera de la UE, todo ello según datos del Instituto Nacional de Estadística de cierre de 2020.

La distancia ha incrementado en 3,6 puntos con respecto al final de 2019, cuando la diferencia de paro entre españoles y extranjeros era de 6,9 puntos (20,1%-13,2%). Lejos queda ya el 2006, antes del reventón de la burbuja inmobiliaria, cuando el porcentaje de paro entre los extranjeros era de un 11,8%, sólo 3,8 puntos más que entre los españoles. En 2020 el paro entre extranjeros en España subió tras siete años de bajadas.

La situación de desempleo se agrava ahora entre las mujeres extranjeras. Al cierre de 2020, estaban en paro el 31%, 7,2 puntos más que al cierre de 2019. La evolución es aún peor que para los trabajadores hombres, entre los que se produjo un incremento de 4,7 puntos. En Andalucía, el paro afecta al 35,8% de las mujeres, frente a un 22,6% de los hombres: 13,2 puntos de diferencia. Es otra brecha que ensancha. Al cierre de 2019 era de 7,7 puntos.

Temporalidad: cifras llamativas

La ecuación de la precariedad se completa con la tasa de temporalidad, que entre los extranjeros ascendió al cierre de 2020 al 36,1%, frente al 22,4% en España (13,7 puntos por encima). En Andalucía el dato de temporalidad entre extranjeros es claramente superior: 50,4%, más de 20 puntos por encima de la tasa entre los españoles.

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El porcentaje de contratos indefinidos firmados por extranjeros en 2020 se quedó en el 11%, medio punto por debajo de 2019. En Andalucía el porcentaje no supera el 4,5%. Hay casos extremos, como Córdoba, con un 1,7%, Huelva, con un 1%, y Jaén, donde el porcentaje se queda en el 0,8%. La explicación reside en que el grueso de esta inmigración trabaja en temporadas agrícolas. "En Jaén, por ejemplo, la inmensa mayoría trabaja en la campaña de la aceituna", explica Rosa Berges, que explica que la fotografía del informe, por estar basado en fuentes estadísticas oficiales, deja zonas fuera: no aparecen los irregulares, ni tampoco el trabajo sin contrato ni los pagos en negro.

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