El 10% de los españoles tiene el 60% de la riqueza del país. Y el 50% más pobre de la población apenas suma el 7%. Esa es una realidad que muchas veces el país no quiere ver, una situación de mayor contraste que en los estados del entorno europeo. El ascensor social ya no sube con la velocidad de hace décadas.
Este fue el epicentro del debate que acompañó la presentación del libro La desigualdad en España, editada por Lengua de Trapo y que se sitúa como el manual más ambicioso sobre el tema que se ha publicado en los últimos años. El evento, organizado por el Círculo de Bellas Artes, infoLibre y Future Policy Lab, contó con una conversación entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero moderada por el director de infoLibre, Daniel Basteiro.
Previamente, expusieron las principales líneas que hilvanan en la obra varios de los autores del libro: Berna León, Javier Carbonell, Javier Soria, Olga Cantó e Irene Lebrusán, al compás de la batuta de Carolina del Olmo. Con el rumbo marcado de que esta cuestión se debe poner ya en primera línea en el debate económico y social. Y con una tarde marcada por la rabiosa actualidad, ya que en el horizonte navegó el pacto entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial tras cinco años y medio de bloqueo por parte de Génova 13. "Siempre pasa cuando la derecha no gobierna", reflexionaron Díaz y Zapatero.
Este es el Gobierno que está haciendo más por reducir las desigualdades
Los dos políticos tienen sintonía desde hace años, comparten muchas ideas y el mismo fervor por la coalición. Su tesis pasa por cuidar el Gobierno entre el PSOE y el espacio a su izquierda, y por aterrizar la experiencia con medidas. "El reto de la izquierda siempre es entenderse", concluyó el expresidente del Gobierno, quien quiso agradecer personalmente a Díaz sus políticas para reducir la desigualdad.
"Es el gobierno de la democracia que está haciendo más por reducir las desigualdades", sentenció Rodríguez Zapatero, que quiso indicar que muchas veces es muy difícil afrontar esta situación que "crece con rapidez". Mezclando su experiencia con el presente: "Algunas de las medidas de la coalición han desafiado los dogmas económicos". Y lo dijo en primera persona recordando el vértigo que a veces tenía cuando subía el salario mínimo ante los economistas que le decían que se iba a incrementar el paro. Por eso, defendió la fórmula actual que conlleva menos precariedad y más seguridad en el trabajo facilitando la productividad. "Se empieza a cambiar un poco el horizonte del país", subrayó.
¿Qué importancia tiene la desigualdad en el debate público actual? ¿Cómo influye en los resultados electorales en un momento donde la ultraderecha gana posiciones y hay una ola conservadora en Europa? Daniel Basteiro lanzó así los efectos del pasado 9J. Díaz puso sobre la mesa el problema de que la precariedad está latiendo en el corazón de Europa y reflexionó sobre que hay barrios que han declinado participar públicamente en los pasados comicios. Por eso, mostró su total preocupación por la desafección política, que en España, añadió, está por encima de los niveles de 2015. "Solo ha votado el 49% de la población en las europeas, queda esa tarea", apostilló la también ministra de Trabajo. Dejó clara otra vez su obsesión con cuidar del Gobierno de coalición y mejorar la vida de la gente. "¿Qué pasaría si estuviesen gobernando Feijóo y Abascal?", preguntó retóricamente ante el público que llenó el Cine del Círculo de Bellas Artes.
El gran debate de la reforma fiscal
En este mano a mano entre Díaz y Zapatero, surgió otro de los grandes debates económicos: la reforma fiscal. "No podemos modernizar España ni atajar la desigualdad sin recursos públicos", sostuvo la vicepresidenta segunda, que marcó como gran prioridad la aprobación de una prestación universal de 200 euros al mes por hijo hasta los 18 años. Su mensaje fue directo al ala socialista: "El diseño fiscal que tenemos no cumple con el mandato constitucional". Con la premisa de que se ha visto cómo ha fracasado el modelo del Reino Unido: "Hemos demostrado al neoliberalismo que su tesis no era correcta".
La lucha contra la desigualdad sólo tiene un camino: empujar mucho a los de abajo, con el salario mínimo, con las pensiones... así se actúa de manera inmediata
Para Zapatero, la reforma fiscal entronca con la propia cultura democrática, poniendo de ejemplo cómo el aumento de la recaudación de los Estados llevó a acabar con los altos índices de analfabetismo en Europa durante décadas. "La política es democracia, tenemos que hacer un sobreesfuerzo por la cultura democrática", ahondó. Al hilo, recordó cómo la derecha fue contra él por la aprobación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Algo a lo que unió la necesidad de ganar la "batalla de las ideas". "La lucha contra la desigualdad sólo tiene un camino: empujar mucho a los de abajo, con el salario mínimo, con las pensiones... así se actúa de manera inmediata", apostilló. Díaz recogió el guante: "La batalla de las ideas es ahora la prestación por hijo a cargo, es central".
Díaz puso en el debate algunas de las cosas que hay que mejorar sobre el terreno. De manera "urgente", prosiguió, se debe corregir el proceso del ingreso mínimo vital. Otra de las grandes reformas es la administrativa (con la recomendación de leer Silencio administrativo, de Sara Mesa). Pero, sobre todo, concluyó: "El principal problema que tiene nuestro país se llama vivienda". "Puedo seguir subiendo de manera infinita el SMI, pero se lo come todo la vivienda. Es algo ya generalizado en todo el país", remachó la ministra de Trabajo.
"Hay que dar esperanza a la ciudadanía"
Zapatero también quiso reposar en ese terreno sus ideas. Para él, el Gobierno de coalición ha logrado afrontar con éxito el problema energético y el tema del empleo: "Ahora tiene el reto de la vivienda". En su análisis, resaltó la contradicción del problema de acceso a adquirir una casa de los jóvenes cuando España tiene la ratio más alta de propiedades por familia. Por eso, habló de ese factor cultural que hace que mucha gente invierta ahí sus ahorros. Díaz y Zapatero coincidieron en la necesidad también de que la ciudadanía note los efectos de las medidas. "Es nuestra responsabilidad", sostuvo el expresidente. A lo que agregó la vicepresidenta segunda: "Hay que dar esperanza a la ciudadanía". El socialista, acto seguido, hizo un pronóstico: "La coalición va a durar toda la legislatura".
La desigualdad como gran reto a afrontar en los próximo años. El libro surge ante la ausencia de una obra de referencia sobre la desigualdad en España, como reconoció en el acto Berna León, que remarcó la idea de afrontar la cuestión con una "visión transversal" y con luces largas. De ahí emergió este trabajo con más de 70 investigadores que rompe falsos mitos económicos a través de una diversidad de opiniones y perspectivas, con prólogo de Thomas Piketty.
Una realidad a la que muchas veces se da la espalda. El coautor Javier Soria explicó cómo el 10% más ricos de España posee el 60% de la riqueza, mientras que el 50% más pobre sólo tiene el 7%. El ascensor social ya no funciona como hace décadas: "El barrio en el que creces es fundamental". Con "males endémicos" como los bajos salarios y la alta tasa de desempleo. Un debate, como sostuvo Javier Carbonell, en el que debe tenerse en cuenta también la necesidad de "cambiar la valoración social", por lo que hay que afrontar asimismo cambios en el propio sistema, como introdujo Irene Lebrusán. Las reflexiones incluyeron una futura mayor tributación de la riqueza y la implantación de más tramos sobre el IRPF, algo que anotó Olga Cantó.
El 10% de los españoles tiene el 60% de la riqueza del país. Y el 50% más pobre de la población apenas suma el 7%. Esa es una realidad que muchas veces el país no quiere ver, una situación de mayor contraste que en los estados del entorno europeo. El ascensor social ya no sube con la velocidad de hace décadas.