No quería entrar en el Gobierno de Felipe González porque prefería ser su jefe de Gabinete, pero le acabaron convenciendo. Tanto que, cuatro décadas después, José María Maravall (Madrid, 1942) es el político que más tiempo ha estado al frente del Ministerio de Educación en la historia democrática. Siempre se ha considerado, sobre todo, un profesor que ha tenido unos “alumnos magníficos” y un sociólogo de Oxford con una vida agitada, demasiado intensa. Desde que leía “libros progres” en reuniones clandestinas durante la mili —por ahí ya pululaba el de la chaqueta de pana— y desafiaba a la dictadura en el Frente de Liberación Popular. Dice que con el tiempo se ha moderado mucho y que es bueno cambiar de opinión, por eso a sus setenta y nueve años, vuelve a regalarnos sus reflexiones en La Democracia y la izquierda, un libro en el que analiza entre otras cosas el porqué de la proliferación de los partidos populistas en países democráticos.
Democracia y desigualdad
"Cuanta mayor igualdad, más sobrevive la democracia porque hay menos tensiones sociales. La cuestión es por qué en países democráticos han surgido partidos como Vox, por qué en Francia Marine Le Pen es frenada en último extremo por el acuerdo de las demás fuerzas, por qué en Finlandia está el Partido de los Verdaderos Finlandeses o por qué ha estado Trump en Estados Unidos. Yo creo que eso se debe a una mayor desigualdad y a una mayor pobreza. Por ejemplo, una de las cuestiones que explican por qué no existe populismo en el sureste asiático es porque son sociedades mucho más igualitarias".
Nuevo Gobierno
"Me alegra mucho que haya un rejuvenecimiento tan grande del Gobierno, hace más fuerte la coalición. Aunque hay muchos a los que no conozco, creo que está muy bien. Sánchez ha pasado ya los tramos más difíciles. En conjunto, me parece que el presidente alarga el periodo de gobierno para completar la legislatura y como los de Unidas Podemos son intocables, ahí siguen. La nueva portavoz, Isabel Rodríguez, me parece que es buena. Y aunque me apena la marcha de Celaá, también celebro la llegada de Pilar Alegría, docente que tiene experiencia. Me ha sorprendido mucho la salida de Ábalos e Iván Redondo, pero la decisión de nombrar a Óscar López como jefe de Gabinete me parece que es acertada".
Pedro Sánchez
"Creo que es un excelente presidente. En el poco tiempo que ha gobernado ha retirado a Franco del Valle de los Caídos, ha sacado a la familia Franco del Pazo de Meirás, ha aprobado la Ley Celaá, ha aprobado la Ley de Eutanasia, ha aprobado la Ley de Ingreso Mínimo Vital... Ha tenido una actividad trepidante".
El futuro de Cataluña tras los indultos
"Me parece que volver a un enfrentamiento violento no es una manera de salir del conflicto. Que los dirigentes catalanes reflexionen si tienen alguna otra salida porque no tienen ninguna. Si vuelven a cometer lo mismo que llevaron a cabo bajo el Gobierno de Rajoy será una situación nefasta para todos. Yo creo que los dirigentes catalanes no tendrían que haber sido encarcelados nunca y que los indultos son una buena salida política".
La salud de la democracia en España
"En un índice muy conocido que hace Freedom House, España figura entre las democracias más estables del mundo. Puntuamos 94 sobre 100, por lo que estamos como Alemania y en una posición muy superior a Francia. Aunque creo que con Cataluña se han cometido muchos errores".
La oposición de acoso y derribo al Gobierno
"Cruzo los dedos para que la derecha no siga esta política porque no tiene sentido no poder llegar a ningún acuerdo con el Gobierno. Recuerdo al señor Aznar cuando llevaba a cabo aquella política de los trenes de la muerte, del "váyase Señor González", cuando montó la engañifa sobre la Guerra de Irak… Rajoy siendo una persona relativamente civilizada calificaba a Zapatero como "perfecto imbécil" y "bobo de solemnidad". Esto ha sido una práctica de la derecha siempre".
Isabel Díaz Ayuso
"Si yo fuera Pablo Casado no estaría muy tranquilo teniendo a Vox por un lado y teniendo a Isabel Díaz Ayuso en las propias filas. Yo creo que uno de los objetivos de Ayuso puede ser el liderazgo del PP".
Ley maestra de Ayuso
"No creo que sea ni siquiera legal..., pero cuando aprobé las leyes de mi época, la LODE, la LRU, la Ley de la Ciencia no me imaginaba que se iba a producir una descentralización política tan fuerte. Esto condujo a una distorsión de muchas de las cosas que pretendían esas leyes".
Ley Celaá a partir de septiembre
"Creo que es una gran ley porque corrige la Ley Wert, que fue muy negativa, y vuelve a lo que habían sido las leyes que se habían aprobado bajo los gobiernos socialistas. Promueve la igualdad de oportunidades, el reparto de la diversidad, favorece a los alumnos con menos recursos, elimina discriminaciones... Y todo eso lo hace sin menoscabar la calidad de la educación, por eso me parece una ley muy buena".
El imposible pacto educativo
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"Cuando se han ofrecido pactos, se sentaban los negociadores y ninguno tenía en el bolsillo nada que ofrecer, eran encuentros vacíos. Por eso jamás fue posible llegar a un acuerdo. La derecha interpreta la Constitución a su gusto y dice que lo que ha de primar en la educación es la libertad, la idea de la igualdad de oportunidades no cuenta para ella".
La precariedad laboral en los jóvenes
"Ahora hay muchos chicos que viven en la precariedad. Espero que eso se pueda solucionar. Felipe [Gónzalez] decía una cosa en la que yo creo que tenía mucha razón y es que “todos los contratos tienen que tener una relación causal entre el empleo y el tipo de contrato”. Si era un trabajo que iba a durar, el empleo no podía ser temporal. Eso debería orientar una ley que regulase los contratos de trabajo".
No quería entrar en el Gobierno de Felipe González porque prefería ser su jefe de Gabinete, pero le acabaron convenciendo. Tanto que, cuatro décadas después, José María Maravall (Madrid, 1942) es el político que más tiempo ha estado al frente del Ministerio de Educación en la historia democrática. Siempre se ha considerado, sobre todo, un profesor que ha tenido unos “alumnos magníficos” y un sociólogo de Oxford con una vida agitada, demasiado intensa. Desde que leía “libros progres” en reuniones clandestinas durante la mili —por ahí ya pululaba el de la chaqueta de pana— y desafiaba a la dictadura en el Frente de Liberación Popular. Dice que con el tiempo se ha moderado mucho y que es bueno cambiar de opinión, por eso a sus setenta y nueve años, vuelve a regalarnos sus reflexiones en La Democracia y la izquierda, un libro en el que analiza entre otras cosas el porqué de la proliferación de los partidos populistas en países democráticos.