La serie de siete episodios Clanes lleva tres semanas como la más vista en Netflix en España. En otros 48 países ha llegado al top 10 de la plataforma, donde es la serie de habla no inglesa con más espectadores globalmente desde su estreno.
El tema, un clásico que siempre despierta interés, y en el que España ya ha producido un buen número de buenas películas y series, el de las mafias del narcotráfico. En este caso en Galicia y jugando desde la ficción absoluta con referentes reales. El detonante de la historia es el asesinato por encargo de un hombre por motivos desconocidos.
La vida oculta de un padre fallecido
Su viuda y su hija descubren que el fallecido era un testigo protegido por haber declarado contra la familia Padín, uno de los clanes de la droga gallegos. Clara Lago interpreta a la hija, Ana, abogada de prestigio que se traslada a Cambados para tratar de averiguar quiénes han sido los culpables del crimen.
Allí conoce al hijo de capo del clan de los Padín, Daniel, interpretado por Tamar Novas, que lleva el negocio mientras su padre está encarcelado de noche y trabajando de día. La serie se abre a un abanico de personajes relacionados con el trafico de drogas de manera cada vez más entrelazada entre ellos.
Ficción documentada con hechos reales
El guionista y creador de la serie, Jorge Guerricaechevarría, se ha inspirado en hechos reales como la participación en el mundo del narco de la abogada Maria Tania Varela, que fue pareja del hijastro del capo Laureano Oubiña.
Padín es un apellido relacionado con el narcotráfico. Manuel Fernández Padín delató a los Charlines en la Operación Nécora, dirigida por un joven juez Baltasar Garzón y donde se sentó en el banquillo por primera vez a los dirigentes de las familias gallegas dedicadas al contrabando de tabaco y droga. Padín se convirtió en testigo protegido, figura que origina el conflicto en la serie.
Un tema ya visitado por el creador de la serie
Guerricaechevarría ya utilizó el apellido Padín en la película que escribió junto a Juan Galiñanes en 2019, Quien a hierro mata. Clanes es una nueva historia, pero tiene puntos en común con aquel filme, como el capo viejo que sigue controlando férreamente a la familia o la víctima del narco que se ve obligada a relacionarse con ellos.
El guionista ha utilizado muchas referencias proporcionadas por la realidad para crear esta historia inventada. Se ha reunido para ello con narcos, policías y con personas que han vivido en ese entorno como parte de un amplio trabajo de documentación.
Un destacado guionista
Guerricaechevarría es ya un clásico del guion español actual. A menudo escribe en colaboración con los directores. Forma equipo profesional habitualmente con Alex de la Iglesia. Ha escrito sus películas desde el corto Mirindas Asesinas y Acción Mutante hasta la más reciente El cuarto pasajero o la serie recién cancelada en Max 30 monedas.
También ha sido colaborador frecuente del director Daniel Monzón, elaborando guiones adaptados premiados con sendos Goyas como fueron Celda 211 y Las leyes de la frontera. Y de Daniel Calparsoro (Cien años de perdón o la serie Hasta el cielo) y de Paco Plaza (Hermana muerte o Quien a hierro mata).
Tragedia cotidiana
En esta ocasión, el guionista ha creado unas relaciones endogámicas, muy propias de la tragedia. Los personajes actúan marcados por el capricho del destino, que les ha colocado en un lugar que impone un precio demasiado alto si quieren ejercer su libertad.
El tono en el que se cuenta sin embargo es naturalista, cercano. La dirección de actores les hace habitar en un mundo muy parecido al nuestro, nada siniestro, nada alejado. Son gente como nosotros en otras circunstancias.
Magnífica dirección de actores
Uno de los puntos fuertes de la serie radica en la excelente dirección de actores. Se ha optado por una mayoría de intérpretes gallegos que aportan su acento real a las familias locales.
Los Padín están encabezados por el patriarca interpretado por Miguel de Lira y destacan Chechu Salgado, Diego Anido y un Xosé Antonio Touriñán impecable. María Pujalte y una muy creíble Melania Cruz dan vida a una familia antagonista.
Protagonistas interesantes
En la pareja protagonista, Clara Lago funciona como inteligente profesional ajena a la vida de Cambados y Tamar Novas brilla como un narco con cabeza y sin rasgos de psicópata.
El director Roger Gual, que debutó consiguiendo un Goya con su película Smoking room, consigue que los diálogos fluyan con un ritmo preciso y creíble y algo que no siempre se da en la ficción española, que se escuchen con claridad. Con su oficio, logrado en varios trabajos para plataformas televisivas, Gual ha logrado también una eficaz puesta en escena.
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Clanes presenta un buen puzle entre conflictos y personajes, manteniendo el ritmo de avances hasta su final, que pide una segunda temporada y seguramente la conseguirá dada su repercusión.
Ha sabido integrar el aroma a realidad con unos buenos recursos dramáticos que no sobreexplota. No es esta una serie que tenga a la audiencia con el corazón en vilo o con momentazos inolvidables.
Lo que tiene es una media muy buena a la hora de mantener el interés por los personajes y los hechos durante todo su metraje. Un nuevo producto español que muestra una estupenda madurez que se ha visto reconocida por la audiencia de muchos países.
La serie de siete episodios Clanes lleva tres semanas como la más vista en Netflix en España. En otros 48 países ha llegado al top 10 de la plataforma, donde es la serie de habla no inglesa con más espectadores globalmente desde su estreno.