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Edu Galán sobre 'Borat, película, film, secuela': “Sacha Baron Cohen es tremendo, está en mi olimpo”

Edu Galán lidera con Darío Adandi un espectáculo teatral de sátira que se celebra ocasionalmente y no deja títere vivo. Este directo incendiario, que ahora no se puede representar, es una de las líneas del proyecto que edita la revista Mongolia, en la que están acompañados por el periodista Pere Rusiñol. Un cartel anunciando ese show del dúo en Cartagena, ciudad natal del torero Ortega Cano, y lógicamente —hacen sátira, recordamos— burlándose de él y de otros aspectos de la ciudad, les ha valido una condena del Tribunal Supremo. Edu Galan saca la gorra: “Tenemos que pagar un pastizal, 40.000 euros más las costas, y tenemos un crowfunding en Verkami, donde podéis apoyar en esta pelea que vamos a seguir hasta Europa. Cuando te dedicas a la sátira libre e independiente, muchas veces tienes que pedir. Es el momento más horripilante de nuestro trabajo, pero cómo dicen otros: “Peor es robar”. infoLibre, sois gente de bien”. “¿infoLibre va sin h o con h?”.

Por seguir con temas particulares de Edu Galán, que también es licenciado en Psicología y crítico cultural, está promocionando su último libro, El síndrome Woody Allen: Por qué Woody Allen ha pasado de ser inocente a culpable en diez años (Editorial Debate): “Cuento, entre otras cosas, cómo la sociedad actual, en la que se comercia con la atención y el ego, con nada se consigue más atención que cuando te declaras víctima de algo”. Dice: “En ¿Quién es América?, Sacha Baron Cohen tiene también un personaje totalmente políticamente correcto, progresista, que se siente mujer y hombre, todas esas cosa que definen a estos movimientos woke (despiertos socialmente) que son absolutamente absurdos, un animalismo totalmente tonto, que existe más en Estados Unidos que en España. Y como digo en el libro, son herramientas perfectas para, sin tener ningún problema, declararte víctima, declararte oprimido”.

“La nueva película de Borat recoge el guante de la anterior y le añade nuevas preocupaciones”

Galán es perfecto para analizar lo que las plataformas ofrecen de uno de los satiristas más brillantes de la actualidad, Sacha Baron Cohen. El último estreno del británico es Borat, película, film, secuela, la continuación del bombazo que supuso la Borat original, del 2006, que hizo tan famoso el personaje que parecía imposible de resucitar, quemado para posteriores bromas. Por ello, Borat, en esta ocasión va acompañado por su supuesta hija, la actriz María Bakalova, que se burla de los americanos más delirantes hasta que aparece su padre en la farsa. Galán señala al respecto: “Yo recomendaría Borat, porque es un regreso al original y a la vez una continuación de otros monstruos que ha ido creando Sacha Baron Cohen en un universo que va cambiando, cómo él, que hace sátira, el de la política estadounidense. Creo que este nuevo Borat recoge el guante del anterior y quizás le añade otras preocupaciones que Sacha Baron Cohen tiene y que se ven en ¿Quién es América?, en sus últimas películas, en sus últimas colaboraciones como El espía, aquí como actor, no como director. Todo eso se condensa en esta cosa que no es perfecta pero que es muy recomendable, que es el regreso de Borat con su hija, que funciona muy bien como elemento cómico”.

Baron Cohen puso como condición a la plataforma que estrenara su película que fuera antes de las elecciones estadounidenses de noviembre, y un mes antes se subió al almacén de Prime Video. ¿Es posible que una sátira influya en la toma de decisión de un voto? Edu Galán cree que no: “Quien va a ver Borat ya sabe lo que va a ver. Creo que simplemente refuerza lo ya planteado. La gente ya sabe lo que va a hacer Sacha Baron Cohen. Yo tampoco soy de los que cree que la sátira cambia absolutamente nada, sino que refuerza o da argumentos a determinados grupos sociales, ya puedas ser de izquierdas o de derechas, para reafirmar, con diferentes formatos, ideas que ya tenían. Simplemente creo que puede cambiar, o por lo menos a mí me cambió la percepción, cuando eres un adolescente, una persona muy joven, pero creo que la sátira al final no cambia el mundo, lo que cambia el mundo es el sistema económico que nos rige”.

“Me gusta más la primera película porque es más destructiva”

Aunque la película está llena de situaciones asombrosas que retratan mentalidades inconcebibles, para Galán hace concesiones: “Se nota claramente que la primera Borat está más cómoda con destruir, en cambio la secuela, como también es un artefacto político, no vuelve porque Sacha Baron Cohen quiera que vuelva, sino porque, como decíamos, quiere que sea estrenada antes de las elecciones. Tiene también una parte en la que aspira a construir, a explicar, que a mí me gusta menos. La primera me gustaba más porque es más destructiva. Sí entiendo que Sacha Baron quiera utilizar esta herramienta, que quiera construir algo”.

El proyecto anterior de Baron Cohen, retirado recientemente de Movistar, esperemos que alguna plataforma lo vuelva a ofrecer en breve, es una serie de programas de humor, ¿Quién es América?, de 2018, que convence a Edu Galán: “Me parece extraordinaria. Además, tiene tal multitud de personajes, que nunca te aburres y hay una cosa que me gusta muchísimo, que es el scketch, Una y otra vez son sketches repetidos para desmontar esa América de ese momento. Muy probablemente ¿Quién es América? envejezca muy rápidamente porque habla de una época y una América de Trump muy determinada”.

“En un momento muy loco entrevisté a Sacha Baron Cohen y me abalancé sobre él”

Otros proyectos de Baron Cohen pueden verse en distintas plataformas. En algunos de ellos se limita a ser actor, profesión en la que está desarrollando una destacada carrera. En Netflix puede verse su última película, El juicio de los 7 de Chicago y la miniserie El espía, que le valió una nominación a los Globos de Oro. En un proyecto más personal del cómico lo conoció Edu Galán: “En un momento muy loco entrevisté a Sacha Baron Cohen y me abalancé sobre él cuando estaba disfrazado de personaje, de Nobby, cuando hacía Agente contrainteligente, una película que estaba muy bien. Le conocimos, y es uno de mis héroes”.

Sacha Baron Cohen es graduado universitario en Historia especializado en antisemitismo y el movimiento americano de los derechos civiles, nieto de superviviente del Holocausto. En Borat interpreta a un antisemita furibundo, entre otros prejuicios aberrantes que le adornan. Parece que para dedicarse a la sátira y no quedar como un idiota conviene tener una formación lo más sólida posible, como le ocurre al propio Galán: “A mí la sátira no me sale de mí mismo, yo lo tengo que pensar y trabajar. Hay gente a la que le sale solo pero yo si no tengo la cabeza amueblada y no tengo pensado muy bien, seriamente, lo que voy a transformar en sátira no me vale. Si a Sacha Baron Cohen tampoco, mira qué bien, me volveré a lanzar sobre él”.

“No tengo formación de actor ni de payaso, sirvo como metadona”

En lo que se diferencian ambos es en la formación actoral, que Baron Cohen completó como payaso con Philippe Gaulier, uno de los maestros del género: “Durante muchísimos años dí clase —recuerda Galán—, y estaba muy acostumbrado a hablar en público. Pero no tengo formación de actor ni de payaso. Es evidente que me falta esa fisicidad que tienen ambos, pero sirvo como metadona”.

Galán repasa sus autores de sátira favoritos: “Sacha Baron Cohen está en mi olimpo, es tremendo. Me encanta Mel Brooks, me encanta Bill Maher, me encanta, por decir una mujer, Michelle Wolf, en España me encanta Wyoming. Me encanta Charlie Brooker, el creador de Black mirror, que ahora acaba de estrenar en Netflix uno de sus resúmenes del año, con actores como Samuel L. Jackson. Se llama A la mierda 2020. Son gente a la que admiro muchísimo y que siempre se están metiendo en problemas. A Michelle Wolf la echaron (tras su provocadora presentación de la gala de corresponsales de la Casa Blanca de 2018). Creo que es un camino muy digno a seguir. Hay un montón de gente que está haciendo un trabajo muy potente. Recomiendo mucho a cada uno en su oficio mirarse siempre en gente que es más lista que uno mismo y no en idiotas”.

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“España no es un buen país para la sátira. Por eso me gusta hacerla”

Mongolia tiene algo de propuesta heroica, dado el ambiente para el género. Desde el punto de vista de Galán: “España no es un buen país para la sátira, pero nunca lo ha sido. No pasa nada. A poco que veamos la historia del siglo XX, somos un país muy poco dado a la autocrítica, muy dado a la envidia, muy dado al buen gusto, incluso dentro de la izquierda, que te pide: “¡Cuidado!”.

Precisamente por eso me gusta, si fuera terreno abonado quizás no me apetecería. En los años 90 hubo muy pocas revistas satíricas, hubo una gran tradición satírica en la Transición, unos años, y una gran tradición satírica a principios de siglo XX, y finales del XIX. Nunca más. Trabajar en un terreno poco abonado a mí es lo que me gusta, a pesar de que no se pague muy bien, pero siempre estamos dispuestos a que infoLibre meta pasta”.

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