Pedagogía en la información veraz

Joaquín Navas Cabezas

La Constitución nos reconoce el derecho a "recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión".

Los medios fake no tienen cabida por la Ley de leyes en nuestro país, debemos, por tanto, exigir nuestro derecho y pedir que abandonen sus armas mediáticas y se disuelvan. Por ende, debemos reclamar a Don Miguel Ángel Rodríguez que abandone su propio axioma del que alardea: "No hace falta comprar a un medio de comunicación; basta con que seas su mejor cliente", y deje de sostener con dinero público ese tipo de medios o los pague de su bolsillo para evitar la prevaricación.

Deberíamos entender el porqué la mentira está tan arraigada en esa forma de hacer política de los que viven en la P.ermanente P.aradoja.

Encontrar un medio fiel a la C.E. no es tan difícil, existen buenos periodistas como existen buenos políticos, no podemos caer en la trampa de los enemigos de la democracia y aceptar que todos los políticos son iguales, para continuar diciendo lo mismo de los periodistas.

Ahora bien, reconozcamos primero que tenemos un problema. Llevamos un tiempo que la cultura de los reels, Tik Tok, comunicados cortos sujetos a caracteres, ... nos okupa. Se han instalado en nosotros sin permiso y nos hemos acostumbrado a ellos, hasta el extremo que hacemos doomscrolling por miedo a perdernos algo. Nuestra capacidad de discernir, inherente al ser humano, está desapareciendo. Nos perdemos con la comunicación fiel y veraz que necesita contextualizar y detallar la información; la comprensión lectora la tenemos bajo mínimos y no podemos acceder a la verdad. De ahí que la era de la mentira con la forma trumpista se abra camino adaptándose a esa nueva fórmula de mensajes cortos, pero con las viejas formas, aquellas que tan buen resultado dieron y dan al fascismo: "miente hasta la saciedad y la mentira en verdad convertirás" (Goebbels).

Busquemos dentro de la maraña informativa, encontraremos la verdad explícita, la veracidad; por ejemplo, sobre cómo el más alto tribunal jurisdiccional es capaz de retorcer los conceptos

Somos nosotros los que tenemos que reclamar nuestro derecho a esa información veraz. Seamos audaces, incluso, a la hora de comparar esas informaciones que contienen la verdad para buscar al pedagogo o pedagoga que nos informa haciendo el esfuerzo de explicar la noticia. Busquemos dentro de la maraña informativa, encontraremos la verdad explícita, la veracidad; por ejemplo, sobre cómo el más alto tribunal jurisdiccional es capaz de retorcer los conceptos.

Os propongo un ejercicio: comparemos, siguiendo ese ejemplo, esa información sobre la fórmula rocambolesca que ha tenido ese tribunal para considerar que el ahorro significativo que supuso no pagar de sus bolsillos el referéndum, les produjo un enriquecimiento personal —una vez constatado que ninguno de los representantes, de parte del pueblo catalán, se llevó ni un euro al bolsillo— y de paso desearles, ya puestos, salut i força al canut per estalviar.

Todo ello para tipificar la prevaricación excluida por el Parlamento a la hora de legislar la Ley de Amnistía obviando su espíritu. Pero tengamos la Carta Magna presente para completar la noticia, baste leer parte del primer artículo de esa Ley de leyes: Los poderes emanan del pueblo soberano (incluido el judicial). Entenderemos por qué los jueces no pueden nombrar a los jueces ni pueden desobedecer al Legislador. Somos una Monarquía "Parlamentaria" que otorga a esas Cortes el poder y el honor de legislar en nuestro nombre.

Una vez comparada la noticia constataremos que "Marchena adelanta por la derecha" cumple con todos los requisitos.

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Joaquín Navas Cabezas es socio de infoLibre.

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