Ucrania reaviva sus expectativas frente a la agresión rusa
Desde hace más de dos semanas, especialmente desde el día 6 de agosto, Ucrania ha tomado la iniciativa en la respuesta a la agresión rusa a su país. En este sentido, la principal novedad es que Kyiv no solamente está ejerciendo el derecho de legítima defensa, sino que hay una extensión del mismo, produciéndose una ofensiva en territorio ruso, que se justifica porque se entiende que los ataques a Ucrania se están haciendo desde esa parte de Rusia. Con objeto de lograr su defensa, ha pasado por primera vez a la ofensiva, ya que hasta ahora no se había producido una situación equivalente.
Por primera vez, Ucrania pasa a la ofensiva y se introduce en el territorio de la Federación Rusa
En concreto, Ucrania está transformando la guerra, al menos a través de tres iniciativas distintas aunque vinculadas: (1) La ocupación de parte de la región de Kursk, que ya se señala de más de 1300 kilómetros cuadrados, y que de momento se consolidan; (2) Una segunda incursión cuarenta kilómetros más al norte, por Tiotkino, a partir del 19 de agosto; (3) Un conjunto de bombardeos en distintas regiones rusas, incluidas las cercanías de Moscú, a través de drones, que gran parte de ellos han sido interceptados, pero algunos han tenido efectos, si bien, de momento, no se conoce en realidad su alcance, pero es la primera vez que se ha producido un ataque de este alcance.
A la luz de que, por primera vez, Ucrania pasa a la ofensiva y se introduce en el territorio de la Federación Rusa, la pregunta relevante es, a mi juicio: ¿qué consecuencias políticas pueden tener estos hechos para el desenlace definitivo de la agresión de Rusia? Para abordar esta difícil, pero importantísima cuestión, previamente me gustaría tener en cuenta algunos elementos que a veces no están presentes al analizar el contexto de la situación en la que nos encontramos desde la perspectiva de la respuesta de la UE, y que ha ido cambiando en las últimas semanas. Son los siguientes:
a) Los resultados de las elecciones del Parlamento Europeo del 6-9 de junio de 2024 produjeron una composición de la cámara bastante parecida a la anterior y, sobre todo, en este caso las cuatro fuerzas europeístas (populares, socialistas, liberales y verdes) mantienen una posición equivalente en torno al apoyo prácticamente incondicional a Ucrania, como en la legislatura anterior.
b) Únicamente, quizás, la novedad es la aparición de tres grupos de extrema derecha, que antes eran dos (Conservadores y Reformistas, de Meloni, e Identidad y Democracia, de Le Pen). Ahora, se mantiene Conservadores y Reformistas, claramente contrarios a Rusia, pero surge un nuevo grupo político, liderado por Orbán, Patriotas Europeos, que incorpora a Le Pen, y que se manifiesta en contra del apoyo de la UE a Ucrania, donde se encuentra Vox. Por último, el grupo de Los Soberanistas, liderado por Alternativa para Alemania, donde posiblemente también sean reacios al apoyo a Ucrania.
c) Los nombramientos de los líderes de las principales instituciones de la Unión Europea –Roberta Metsola, Presidenta del Parlamento Europeo; Ursula Von der Leyen como Presidenta de la Comisión; António Costa como futuro Presidente del Consejo; y Kaja Kallas como nueva Alta Representante, próxima sucesora de Borrell a final de año y actual primera ministra estonia, conocida por su apoyo completo a Ucrania y su determinación contra Putin– confirman que la UE va a seguir respaldando de forma inequívoca a Ucrania frente a Rusia.
Esta acción audaz por parte de Ucrania puede tener una respuesta contundente por parte de Rusia
d) El Consejo Europeo del 26 y 27 de julio de 2024 aprobó la Agenda Estratégica 2024-2029, donde se confirmó la continuidad del apoyo total a Ucrania en los siguientes términos: “La invasión a gran escala de Ucrania es también un ataque a la Europa libre y democrática. La UE se mantendrá al lado de Ucrania en su lucha por mantener su independencia y soberanía y recuperar su integridad territorial en el conjunto de sus fronteras reconocidas internacionalmente. También apoyaremos su reconstrucción y el alcance de una paz justa. Intensificaremos nuestro trabajo para promover seguridad, estabilidad, paz y prosperidad en nuestro vecindario y más allá.”
e) Durante casi un año, los Estados Unidos no han dado apoyo económico y militar a Ucrania, por el bloqueo en el Congreso y esta renovada ayuda no ha llegado hasta hace unas semanas. El soporte a Kyiv ha sido de la Unión Europea y de sus Estados miembros especialmente, lo cual ha permitido que Rusia recupere algo del territorio en el Donbás de muy poco a poco durante casi nueve meses (pero estas incursiones, en todo caso, es importante resaltar que son inferiores a las conseguidas por Ucrania en el territorio ruso en poco más de dos semanas).
f) La confirmación en la Convención Demócrata en Chicago de Kamala Harris como candidata a la Presidencia de los Estados Unidos refleja ya en las encuestas una ventaja de alrededor del 8% y despejan bastante claramente los resultados de las elecciones estadounidense, si bien todavía puede haber sorpresas. A mi juicio, se ha estado exagerando en Europa sobre las posibilidades de Trump, lo que tenía como objeto reforzar la política exterior y de defensa europea frente al peligro, que se entendía que Trump iba a llegar a un acuerdo con Rusia y que había que reforzar las posiciones europeas, como así está siendo.
Teniendo en cuenta estos factores, en gran medida nuevos pero importantes, creo que los efectos de la ofensiva de Ucrania en territorio ruso pueden tener consecuencias distintas a las que hubieran tenido, quizás, un mes o dos antes. Ahora pueden ser las siguientes, que pueden ser contradictorias:
a) Esta situación puede producir la aceleración del proceso de negociación, que hasta ahora ha sido imposible y que incluso puede llevar la situación hacia un armisticio rápido, que se entiende que es un alto al fuego respetando la situación militar en ese momento y dando paso para la negociación de un acuerdo de paz posteriormente. En este caso, la posición de Ucrania, ahora, es por primera vez más fuerte, ya que podría proponer un intercambio de los territorios ocupados como base de una solución de paz definitiva.
b) Esta acción audaz por parte de Ucrania puede tener una respuesta contundente por parte de Rusia, y que, por tanto, se complique la solución definitiva de retirada de Rusia de los territorios invadidos e incluso que Rusia obtenga nuevas conquistas en el Donbás.
c) Si bien la UE está apoyando de forma incondicional la legítima defensa de Ucrania, como consecuencia de la nueva acción ofensiva puede haber ciertas divisiones entre los Estados miembros, y por lo tanto, que la unidad europea no sea tan completa como hasta ahora.
En todo caso, con los datos que tenemos, es difícil hacer predicciones. En cualquier caso, de momento la situación se está moviendo y hay que analizar con mucha precisión lo que va a ocurrir en las próximas semanas. Es interesante que Putin haya fijado como fecha de expulsión de los ucranianos de su territorio a mediados de octubre. Es decir, está aceptando que se mantenga esta nueva situación durante dos meses. Los últimos hechos lo que demuestran es que Ucrania mantiene vivas sus expectativas.
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Francisco Aldecoa. Catedrático emérito de Relaciones Internacionales en la UCM y presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo. Editor del libro 'La respuesta de la Unión Europea a la agresión rusa a Ucrania' (Madrid, Catarata 2024).