LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Un 90% de condenas y un 0,001% de denuncias falsas: 20 años de la ley que puso nombre a la violencia machista

A un filólogo facha

Verónica Barcina

Aunque tú no quieras, aunque lo niegues, aunque te resistas, aunque no lo aceptes, aunque repitas, con penitente fervor, lo contrario seis veces cada día, la Tierra gira alrededor del sol durante 365’6 días al año. Los hombres inventan dioses para hacer creer lo contrario con los datos inquietantes, la fe los utiliza para sostener imposibles, registrados en un libro donde también consta la condena eterna de la mujer en tanto es origen de todos los males de la humanidad. Ni la Tierra, ni dios alguno, aunque te resulte increíble, son el centro del universo y, aunque duela, las mujeres continúan ardiendo en el infierno de los dioses alfa.

Has decidido abdicar de la razón, repudiarla, como tantísimas personas; has apostado por las biblias, tal vez soñando un paraíso falso como las tradiciones impuestas, quizás por pereza o acaso por miedo al compromiso. Te impactó El sueño de la razón produce monstruos, Capricho 43 de Goya, que estudiaste en el viejo bachillerato, y te preguntabas si aquellos búhos, murciélagos y gatos tenían que ver con los miedos y los silencios que quitaban el sueño, todavía en los años 70, a muchos padres y abuelos sin esperanza.

La Universidad era el haz luminoso que aquellos padres y abuelos ansiaban, sin conocerla, para que la generación de sus hijos y sus nietos pudiera soñar, lejos de los monstruos, libre de pesadillas. Pero optaste por defender que Josué pidió a Yahvé que el sol se detuviera en Gabaón y la luna sobre Ayalón y que el sol se detuvo y la luna se paró, a pesar de Galileo: eppur si muove. “Estudié Filología, no Física” fue la íntima justificación que ni tú mismo creíste y, aún en el siglo XXI, redimido Galileo de su no–pecado, antepones las creencias a las ciencias, lo que predican ciertos sanedrines a lo que evidencian razón y ciencia.

La Universidad era el haz luminoso que aquellos padres y abuelos ansiaban, sin conocerla, para que la generación de sus hijos y sus nietos pudiera soñar

Versado en hermenéutica, el arte de interpretar textos, eres consciente de haber elegido la cómoda y militante senda del populismo maniqueo, consciente también de los monstruos que traes al mundo de oídas, sin aplicarles el ineludible tamiz de la razón que aprendiste a utilizar cuarenta años atrás, cuando era obligado liberar de miedos y silencios a padres y abuelos. Ahora, muy a tu pesar, te sume en el insomnio tu nuevo rol, eres usuario de miedos e impulsor de silencios que ni siquiera son nuevos, sino una versión 3.0 de los que atenazaron a las generaciones anteriores después de cuarenta años de represalias.

En la década de los 80 eras el buen salvaje personificado. En los aciagos 20 del siglo XXI, eres aquel homo homini lupus que teorizara Hobbes, con garras desplegadas, afilados colmillos, ojos retadores y sed de sangre. Gustabas antes, cuando callabas pero pensabas; ahora dan miedo tus palabras porque no son las tuyas, sino las de quienes resucitan los miedos y silencios de tus mayores durante cuatro décadas de terror ejercido por gente de armas, por tricornios y gorras de plato, sermoneado desde altares y púlpitos en lugares sagrados como sucede otra vez en estos tiempos, enseñado en los colegios a golpe de palmeta a diario y rosario sabatino como va camino de suceder en estos tiempos.

Hieren tus palabras, amigo, tus loas y tu defensa cerrada de quienes han resucitado el maltrato a las mujeres, el odio al emigrante, a la diversidad afectiva, tu apuesta, amigo, por un pensamiento único que anula el tuyo propio y el de la mayoría que no acepta el que ellas y ellos imponen. Hiere tu ánimo encendido de nuevo para incendiar, como siempre, a Catalunya y Euskadi. Pero, sobre todo, hiere tu renuncia al saber, a lo empírico, a la razón, tu condena a Galileo en nombre del Santo Oficio que habita en las tinieblas de la desinformación y de la manipulación, contrarias al juramento hipocrático que todo filólogo debiera asumir, máxime si ha dedicado toda su vida a la docencia. También esto da miedo.

____________________

Verónica Barcina es socia de infoLibre.

Más sobre este tema
stats