El futuro del PSOE

Lissavetzky tira la toalla y se retira de la carrera por la alcaldía de Madrid

Jaime Lissavetzky, durante su rueda de prensa de este 15 de septiembre de 2014.

Jaime Lissavetzky también renuncia a la reelección. Tira la toalla. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid no se presentará a las primarias y no competirá por la candidatura a la Alcaldía en los comicios de mayo de 2015. Le deja el camino libre al diputado regional Antonio Miguel Carmona

Lissavetzky (Madrid, 1951) mantuvo su apuesta hasta al final. Había venido repitiendo, cada vez que se le preguntaba, que sí, que quería repetir, que prometió en 2011, cuando concurrió por primera vez, que se quedaría todo el mandato, que no se iría ni pegaría la estampida, como sus antecesores, y que tenía ganas de volver a presentarse ante los madrileños. Pero ahora, justo cuando se abre la competición formalmente –ayer el Comité Regional del Partido Socialista de Madrid (PSM) puso en marcha el proceso–, se apea del tren. No pudo con las presiones ni con el lastre que le suponía su estrecha relación con Alfredo Pérez Rubalcaba, ya caído. El portavoz anunció su retirada este lunes en rueda de prensa, apenas una semana después de que también adelantara su despedida la alcaldesa de Madrid, Ana Botella

"Creo sinceramente que hay tiempos en los que se acaba una situación. He hecho esta reflexión y mi tiempo municipal se ha acabado", aseguró, reiterando que su "compromiso" con los ciudadanos de la capital llegará "hasta el final". Él mismo recordó que su contrato con los madrileños era por cuatro años y así será. 

Lissavetzky explicó que comunicó su decisión tanto al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como al líder del PSM, Tomás Gómez. Y agregó que, "para que no haya ningún tipo de especulación", no irá en ninguna lista, ni municipal, ni regional, ni nacional. "Doy por terminada mi presencia en la primera línea de la política, pero seguiré trabajando por el PSOE, en el que llevo 40 años", subrayó, informa Europa Press. Ahora se echa "a un lado" y no da un "paso atrás".

Ya ayer, en el Comité del PSM, el máximo órgano de decisión regional que formalizó la organización de las primarias para el 19 de octubre, se percibía un ambiente de derrota entre los fieles de Lissavetzky, que había ido perdiendo apoyos en las últimas semanas, después de la elección de Sánchez y el reposicionamiento de varios cuadros locales y regionales a favor de Carmona. El nuevo secretario general, de hecho, había dejado ver que no le gustaba Lissavetzky como candidato, que su perfil, un político de larga trayectoria, de casi 63 años, muy ligado a Rubalcaba, no encajaba con el nuevo PSOE que él lidera

Asegurados los avales, según los suyos

Lissavetzky, sin embargo, afirmó que "nunca" nadie le presionó para dejar el cargo y atribuyó su decisión a una reflexión "personal" en la que han pesado asuntos nacionales, autonómicos y locales, y en la que ha influido, sobre todo, lo "colectivo", más que sus apetencias personales. Y es que el PSM se exponía, con una pelea en las primarias en la capital, a una guerra fratricida en un momento tremendamente complicado, cuando las encuestas señalan un debilitamiento del PP que era capitalizado por Podemos, y no tanto por los socialistas. Con su decisión, el camino parece expedito para Carmona, peso pesado de la dirección regional, conocido y polémico tertuliano y candidato que cuenta con el favor de Gómez y la buena opinión de Sánchez. A él se opondrá el militante Enrique del Olmo, pero sus opciones son bastante limitadas y, en todo caso, tendría que conseguir el 20% de los avales (cerca de 1.200) para poder batirse en las urnas. 

Los partidarios de Lissavetzky contaban que el portavoz tomó la decisión a finales de la semana pasada, cuando "ya tenía aseguradas" las firmas necesarias para competir y plataformas de apoyo montadas "en las 23 agrupaciones" de la capital. Y lo hizo para no ser un "estorbo" para el partido, del mismo modo que cedió el paso en 1999 a Cristina Almeida como candidata a la Comunidad cuando él era secretario general de la federación madrileña. Sí reconocían que había influido en él que se supiera que Ferraz había mostrado su disconformidad con las opciones que se barajaban en Madrid. Una invitación a salir por la puerta. Como admitían que algunos cuadros locales habían cambiado de caballo: de apoyar a Lissavetzky a apostar por Carmona. Sin embargo, negaban que tuviera que ver la marcha de Botella. 

Lissavetzky obtuvo, en mayo de 2011, 15 concejales de un total de 57. El PSOE no gobierna la ciudad desde 1989, cuando una moción de censura del PP y del Centro Democrático y Social (CDS) desbancó a Juan Barranco de la alcaldía y colocó en ella a Agustín Rodríguez Sahagún. Desde entonces, Madrid ha sido un verdadero agujero negro para el PSOE, y ha encadenado derrota tras derrota, pese el baile constante de candidatos (sólo desde 2003, se han sucedido como cabezas de lista Trinidad Jiménez, Miguel Sebastián y el propio Lissavetzky). Pero para 2015 las posibilidades de que los conservadores pierdan por primera vez la mayoría absoluta son muy altas. 

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Bono se descarta y apoya a Carmona

Así las cosas, Madrid tendrá en 2015 candidatos distintos en las principales formaciones. No repetirá Ana Botella en el PP, ni Ángel Pérez en IU, ni Jaime Lissavetzky en el PSOE. El portavoz de UPyD, David Ortega, confirmó hoy mismo que se presentará a las primarias de su partido, que serán en octubre o noviembre. En la Comunidad, Gómez competirá y para ello ha blindado las primariasha blindado las primarias, haciendo que puedan participar en ella sólo los militantes. Aunque enfrente tendrá, muy probablemente, a un representante del sector crítico, César Giner. Pero no están claros ni los aspirantes de PP ni de IU. 

Tras conocerse el anuncio de Lissavetzky, la mirada se volvió hacia Carmona, pero este declinó pronunciarse. Sin embargo, el diputado quiere dar la batalla. Este verano comenzó su campaña por todos los distritos de Madrid, y ya está ultimando el equipo que le acompañará en la campaña interna. Del Olmo confirmó que se presentará a las elecciones del PSM, pero se quejó del "elevado número de avales" requeridos (un 20% del censo de militantes), excesivo incluso para una persona "de peso" en las filas socialistas, como Lissavetzky. El exministro y expresidente del Congreso José Bono, en declaraciones a La Sexta, se descartó "rotundamente" como candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid y confió en que el próximo regidor de la capital sea Carmona, del que se siemte "cerca personal y afectivamente".

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